-Mingyu ¿estas despierto aún?- el pelinegro se encontraba acostado en su cama tapado hasta el cuello con las cobijas.
-¿que sucede Wonu?- el moreno se paró de la esquina donde se encontraba y se acercó al mayor para acariciar su mejilla delicadamente con sus nudillos.
-no puedo dormir- dijo casi en un susurro mientras cerraba sus ojos ante el tacto del contrario.
-¿en que piensas, bebé?- su voz sonaba baja y delicada, como si con ello tratara de ayudarlo a conciliar el sueño.
-en ti- se movió en la cama dejando un espacio para que el contrario se acostará -quiero estar contigo- dijo aferrándose al pecho ajeno.
-estas conmigo, bebé- correspondió al abrazo dejando un beso en su frente.
-tu sabes a que me refiero- levantó la vista dejándolo ver sus ojos llorosos.
-sabes que eso no es posible, bebé- susurró a la vez que quitaba el flequillo del pálido rostro de su amado.
-pero ¿por qué no?- reprochó sentándose en la cama con un puchero en sus labios.
-porque no- repitió el gesto del contrario y acunó su rostro entre sus manos -no hagas esto más difícil Woni-
-pero.... Yo te amo Min- las lágrimas empezaban a caer por sus ojos mientras en sus brazos apretaba aquél peluche que el moreno le había regalado en su cumple años número quince.
-no llores bebé hermoso, te prometo que en poco tiempo estaremos juntos- se acercó a su rostro dejando un beso en sus labios.
-¿lo juras?- pregunto con sus ojos brillosos y una pequeña sonrisa al ver que el más alto asentía.
-lo juro- se escucharon unos pasos que cada vez se acercaban más -debo irme por ahora ¿si? Volveré mañana en la noche- el de piel pálida asintió abrazando más fuerte su peluche y viendo al moreno volver a la esquina de donde había salido.
-Woni ¿que haces despierto tan tarde?- dijo su mamá entrando a la oscura habitación y sentándose con él en la cama.
-Ma, Minni vino- contestó feliz apretando su peluche- dijo que muy pronto estaremos juntos
-bebé, el no ha venido- respondió su madre volviendo a acostarlo en la cama y cubriéndolo con las cobijas.
-claro que si, se fue antes de que tu entraras- se acomodó en su cama poniendo su peluche en su pecho.
-Woni, cariño- dijo la madre con sus ojos cristalizados mientras abrazaba a su hijo -duerme, mi amor, tal vez mañana el regrese -intentó decir sin quebrarse antes de salir de la habitación y dejar a su hijo dormir, habían pasado ya tres años desde que Mingyu había fallecido.
Flashback
Esa noche era su primer aniversario, habían salido a comer por la tarde y decidieron volver ya entrada la noche, cuando estaban por llegar a casa un chico que caminaba hacia ellos sacó un cuchillo para tratar de asaltarlos, cuando Wonwoo se resistió a que le quitaran sus cosas el asaltante se lanzó contra él con cuchillo en mano tratando de enterrarlo en su pecho, el de piel pálida cerro sus ojos esperando que el frío metal cortara su piel pero en vez de eso sintió cómo unos brazos se aferraban a su cuerpo y escuchó cómo alguien corría lejos, cuando abrió los ojos vio a Mingyu con una pequeña sonrisa en sus labios mientras su cuerpo casa al piso dejando ver como éste se manchaba de sangre, el mayor comenzó a llorar desesperado mientras trataba de hacer que el contrario despertara pero eso nunca sucedió.
Esa noche no solo su hijo había perdido a su novio sino que también había perdido la razón, desde entonces Wonwoo había entrado en un trance donde decía ver a su novio quien venía a visitarlo sin falta cada tarde y desaparecía en la oscuridad de la noche.