El sentido del árbol tiene que hacer referencia a una historia muy lejos de este lugar, algo que no lograría comprender del todo. Suspiro mientras me quedó absorto viendo como trata de acomodarlo; Suoh está demasiado ensimismado en hacer aquello, refunfuña de vez en cuando. Se acercan las vacaciones y tengo mucho que hacer, pero el ruido que hace me imposibilita poder concentrarme. Me quitó los lentes para poder sobar el puente de mi nariz.
— No pienso adornarlo solo... — abro los ojos sin poder verlo bien parado justo frente a mí.
— Tú lo trajiste ¿No deberías por lo tanto encargarte?
— Vaya... que mal anfitrión — me dice, creo que se está rascando la nuca. Buscó mis lentes, pero no los siento.
— ¿Suoh?
— ¿Sí, Munakata?
— ¿Dónde están mis lentes? —. Estoy irritado. No poder ver es un gran inconveniente, puede decirse que me asusta un poco.
— No sé... — se ha reído. Lo sé. Veo su borrosa figura moverse, ¿desde cuándo mi vista se ha vuelto tan mala?
Suspiro. Lo importante es no perder la calma. Estos dolores de cabeza y no poder dormir bien por las noches porque entrada la madrugada me encuentro teniendo demasiado frío... debido a su ausencia. Suoh eres injusto. No importa. Debo repetirlo hasta creerme que es cierto; me dejo caer en el sofá. Sólo es una mancha verde en la esquina de mi casa aquel característico símbolo de Navidad. En verdad... estoy cansado.
Quiero preguntarle por el escándalo de esa noche, pero no quiero que sus ojos pierdan esa luz en el fondo. Es feliz, Misaki se ve entusiasmado por buscar la estrella que va en lo alto. El árbol fue puesto hace días en el departamento, pero sin ese detalle. Algo me dijo sobre salir juntos, parece una cita, aunque en realidad estoy siendo arrastrado por todas partes.
— Roja, quiero que sea roja.
— ¿Ah? ¿Te das cuenta que las estrellas normalmente son amarillas? — le respondo con una pregunta, para no hacer tan evidente mi molestia.
— Pero me gusta el rojo, además el azul no luce en el árbol... Oh mira... — quiero replicar ante ello, pero antes de responder me jala con bastante fuerza al escaparate de una tienda donde hay un ángel que sostiene una estrella en el pecho cambiando a diferentes colores.
— Me gusta más...
— Pero es muy cara... Estoy bien con algo sencillo —. Una verdad a medias, pero no permito que se mueva demasiado con un firme agarre —. Venga, Saruhiko debemos buscar que cenaremos hoy.
— Dime, Misaki, olvidas con quién vives y el trabajo que tengo — sonrió de manera arrogante cuando su rostro muestra cierto desconcierto —. Puedo darme ciertos lujos...
Ahora yo arrastró a Misaki dentro de la tienda para poder pedir esa particular figura que ha evitado que discuta con él; aunque en realidad se siente intimidado. Su mano está temblando, mi agarre se vuelve más firme. El dinero no lo puede comprar todo, por ejemplo su atención o convencerlo de pasar el día entero en cama gastando su energía en cabalgarme. No. Pero sí puede darle cosas, cosas que hacen su sonrisa se ensanche cuando le hablo suave contra los labios, susurrando que es un regalo. Igual que ese árbol de Navidad tan ostentoso que ahora puedo darle, en lugar de uno pequeño con apenas unas cuantas ramas útiles. Me pregunto ¿eso también te hacía feliz, Misaki?
— Oh casi lo olvido...
— ¿Qué pasa, Saru?
— ¿Podemos ir a la casa del capitán? Debo recoger unos informes para corrección. Tsk, los subordinados han estado haciendo mal su trabajo.
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Reto de Navidad
FanfictionUna serie de one-shots que desee completar para un reto, pero que no me fue posible llegar. Sólo quería practicar. Es mi primera vez con estos personajes, así que espero les guste. Reto de 10 días para navidad de la página de Facebook: Lo Que Calla...