Toxic. #TopCharacter2018 #PremiosPlaneta2021

Quarantitré. Recta final de Toxic.

Quarantitré:

[Isaac]

Abro mis ojos con mucha dificultad, el sonido de algo que desconozco suena en la habitación. Me cuesta reconocer donde me encuentro y cuando al fin lo logro un miedo que jamás pensé sentir me recorrió entero.

Intento sentarme en la cama de hospital, pero los cables sujetados a mi cuerpo me lo impiden. Demonios.

La figura de mi madre se pone frente a mí e intenta calmarme. Quiere explicarme que sucede, pero me niego a oírla y sólo quiero saber una cosa.

—¿Dónde están? —formule con algo de dificultad y espero que responda con sinceridad.

El desconcierto por mis palabras surcan su rostro —¿Quiénes cielo? —susurra e intenta hacerme quedar recostado en la cama. Joder.

Quito sus manos y me siento en la cama como tanto deseaba —Lina y mi hijo —respondo con obviedad, como si ella supiera sobre ello.

Sus ojos se humedecen y me toma del rostro —¿Esta embarazada? —pregunta y asiento. Lleva una de sus manos a su boca y amortigua un sollozo.

—¿Qué pasa mamá? —inquiero con preocupación y temiendo lo peor.

Me mira por unos segundos que parecen eternos, para la luego soltar la peor noticia que podía recibir: —Cariño, tuvieron un accidente en el coche —comienza y camina como un gato enjaulado por la habitación—. Cuando la ambulancia llegó a donde estabais, Lina no se encontraba allí. Clive sospecha que fue Kirk y que se la ha llevado. Lo siento tanto —intenta acercarse pero la detengo.

Mi cerebro intenta asimilar todo lo que me ha dicho y la cólera comienza adueñarse de mí. Quito los cables que están sujetados a mis brazos y ella intenta detenerme. Cosa que falla.

Me bajo de la camilla y hago el intento de salir. Necesito buscarle y darle fin a ese hijo de puta. Se los ha llevado, a ambos. Me los ha quitado. Mierda.

Varios enfermeros me sostienen e intentan evitar que haga una locura. Lucho con todas mis fuerzas, pero los cabrones me tienen muy bien sujetado.

—Cálmate cielo, todavía no te han dado el alta. Aún estás convaleciente —habla con suavidad, pero aún así no dejo de luchar. Una enfermera se acerca y siento como inyecta algo en mi cuello. De a poco mi cuerpo se relaja y mis ojos comienzan a pesar. La inconsciencia me gana y todo se vuelve negro.

Horas antes...

Golpeo con fuerza el saco frente a mí, mientras me dejo embriagar por la melodía de This is goodbye de Imminence. Hoy tendría la dichosa pelea amistosa con Daemon y debo admitir que no me ha gustado ni un poco el cambio de último momento.

Ayer nos avisaron que la fecha se había cambiado para hoy y el lugar también. Joder. No me gusta para nada. No confío ni un poco en ese gilipollas y menos si tiene relación con Marshall.

Vuelvo a dar otro golpe y los recuerdos de la noche en la que Pecas me contó del bebé me asaltan. Una sonrisa se adueña de mi rostro y no puedo evitarlo. Sería padre y es lo mejor que puede pasarme.