Después de todo, la noche es una verdadera hija de puta.
(Tengo que culpar a algo)
Te quiero contar como es el amor de noche, entre sábanas sucias, alcohol barato y mucho, mucho humo de cigarro; porque es diferente al que proclaman en el día, con flores y chocolates, entre el aroma suave del café y las sonrisas.
No es lo mismo abrazar un cuello desnudo que unas manos bien vestidas, o besar labios con restos de comida a pasear la lengua macerada. Las sombras son distintas y las sonrisas tienen una complicidad diferente. Creí por horas que había violado nuestra confianza pero recordé que si te lo contaba, nada pasaba.
Y sí, me siento orgullosa de lo que hice y no hice; porque es bonito sentirse completa, confiada, feliz, llena y hermosa aunque sea por minutos, los gestos me saben a miel y su voz a algodón, no quiero caricias de terciopelo ni tacto de seda, no mentiré que después de los 22 tragos al whisky barato y los 20 cigarros inundando mis pulmones todo parecía más suave y digerible en las horas restantes, que pasada las tres de la madrugada se soltaron a llorar nuestros pecados y demonios, se abrazaron nuestros cielos e hicimos la paz y el amor con la conciencia.
Yo sabía de inseguridades y delincuentes, conocí de primera mano la culpa y el cargo de conciencia (viene con i.v.a cuando llegas a la legalidad),cuando abrí el paraíso con mis uñas todo eso se fue junto con la autocompasión,las banalidades y el pudor.
Llovió deseo, dolor y justicia para mis caderas;nada parecía real,nada fue una fantasía y escribí mi libro de dudas resueltas a suspiros.
Me gusta cuando la saliva es agua y las pupilas se dilatan al ritmo de Led Zeppelin y no hay preguntas incómodas ni respuestas estúpidas, el eco se difumina cuando toca mi espalda y comprendo a mis piernas, la sensibilidad del alma me enciende y no hay imágenes sólo gozo, calor, perderme en su norte y reencontrarnos en mi sur, hay una exploración de suspiros y reconocimiento entre sombras mal dibujadas y una torpeza increíble.
Creí conocer las invasiones pero después de esta, el aire quedó limpio y escaso. Sé que me ama, lo amo y es un secreto de estado,vamos a conquistar la República del cuerpo mientras el sol no salga.
Con todo el adiósque implica, sé ahora que las despedidas no son para siempre, nada es permanente,todo pasa y ya me pasó.
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Soberbia sentimental
Short Story"... Estoy harta de las promesas eternas, del amor de una vida, el cariño incondicional, los labios a quemarropa, los roncos y agradecidos buenos días. Estoy harta de la plenitud de las sonrisas,las miradas compartidas, los abrazos cálidos y las ll...