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Después de aquello no hablamos mucho, cada vez que ella intentaba entablar una conversación yo le decía que no podía hablar, que estaba ocupado. Poco después de que me anunciara donde estaba me di cuenta de que estaba enamorado de ella y decidí verla, sí o sí.
Hice mi maleta y le pregunté donde vivía como quien ya no sabe de qué hablar. Cuando tuve su dirección subí al primer avión con destino a Japón. Me hospedé en un hotel no muy caro y decidí descansar para verla mañana, aunque no logré dormir apenas cuatro horas por los nervios. Quizás no lo había pensado bien. Quizás no había sido buena idea. Quizás ella no sentía lo mismo o quizás ni siquiera quería conocerme. ¿Y si no estaba aquí? ¿Y si me había mentido para no conocerme y no hacerme daño? ¿Y si no la encuentro? ¿Y si al final se ha ido a otra parte? Todavía tenía tiempo para irme sin que ella se enterara de esto, quizás la podría olvidar... a lo mejor ni estaba enamorado, ¿qué va a saber alguien como yo de el amor? Es decir, jamás he besado a nadie, ni me he acostado con nadie, ni he salido con nadie de verdad -la mayoría eran proyectos de novia que no llegaban a nada-, si ni siquiera he llegado a amar realmente a alguien... quizás todo era una estúpida equivocación y no estuviéramos destinados a ser nada.

[Siento que sea tan corto pero me moría de dejaros con la intriga (hasta que este no se vote al menos dos veces no colgaré el siguiente)]

[WhatsApp] Gracias a la broma telefónica //Sanha y Tú//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora