Capítulo 3: Leído

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Hanna una vez más intentaba contactar con su amigo Lucas. Él vivía solo y no tenía padres ni familiares a los que poder preguntar por él así que, como hacía días que no sabía nada de este, decidió ir a su casa. Quizás estuviera enfermo y no le contestaba los mensajes por no preocuparla, sin embargo, su amigo leía todos sus mensajes justo al instante de enviarlos y eso le molestaba y le preocupaba al mismo tiempo.

Acabado su turno en su trabajo, Hanna, puso rumbo hacía la avenida en la que se encontraba la casa de Lucas, por desgracia para ella en el camino su conciencia estuvo intranquila. Quizá ella debió ir antes pero, por mucho que se torturara, Hanna sabía que le había sido imposible visitarlo antes, pues ella además de su trabajo también estudiaba y hacía lo posible por llevarlo todo a delante.

Llegó al portal de Lucas unos minutos después, visualizó el botón que señalizaba el piso de su amigo y lo presiono. No hubo respuesta. Lo intentó de nuevo y tampoco hubo hubo respuesta.

Decidió mensajearlo:

Chat- Lucas

-hoy-

17:03 pm ¿Lucas te encuentras bien? hoy iré a tu casa, espero no molestarte. ✔✔

19.56 pm Estoy en la puerta de tu casa, ¿puedes abrir? ✔✔


Como Hanna imaginó Lucas lo leyó pero, de nuevo, no hubo respuesta.

Ella solo quería respetar su intimidad, pero cansada de no saber sobre su amigo, rebuscó en su bolso y cogió una copia de las llaves que él le dio hace unos meses y entró.

Lo primero que pudo ver al entrar en el lobby fueron los buzones, más intensa fue su desesperación al ver el de su amigo repleto de cartas. Sin pararse a más, sin dar los buenos días al conserje y sin ayudar a una viejecita que pasaba por allí cargada de bolsas, corrió al departamento de Lucas.

No tocó, ella solo entró. gritó su nombre, buscándolo.

Un olor muy peculiar la aturdió, algo en la mente de Hanna hizo click pero ella no quería creerlo. Lentamente siguió el rastro, algo insoportable, que dejaba el olor. Allí se encontraba la máxima pestilencia, provenía de la habitación de Lucas.

Abrió la puerta...

Por un efímero momento el alma de Hanna salió de su cuerpo, la abandonó tras ver tal escena.

Lucas, ya en un considerable estado de putrefacción, se encontraba colgado de una soga, muerto. Hanna no reaccionó y lo unico que pudo hacer fue bajar su mirada hacia los pies de su, ahora muerto, amigo. Allí, a los pies se encontraba su teléfono móvil con el chat de hanna abierto e irónicamente el móvil estaba cargándose, Hanna sabía que tenía que llamar a la polica, bomberos o lo que fuera, sin embargo, dejando escapar el sentido común se acercó y cogió el móvil, este contenía las últimas palabras de Lucas, unas, que nunca envió.


Chat-HannaBanana

-Hoy-

17:03 pm ¿Lucas te encuentras bien? hoy iré a tu casa, espero no molestarte. ✔ ✔

19.56 pm Estoy en la puerta de tu casa, ¿puedes abrir? ✔ ✔


-Lo siento, debes perdonarme. Te quiero pequeña-













Hola, espero que se haya entendido todo. Gracias por esperar a la actualización.

Y WOW llegamos a 300 leidas, impresionante. De nuevo, muchas gracias.

Espero que les guste, ya sabe que si votan se agradece ^^

Nos leemos luegooo~~





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