¿donde estoy?

90 9 1
                                    



La luz, el agua... la sensación de ahogo, imágenes borrosas de personas mirando cómo se ahoga, una inyección en su carne.... Él fue el último... un líquido entrando en él, sus músculos desgarrándose sus alas quebrándose, sus garras.... Fuego.... Los demás huyendo... un nombre... Roberto de sable....

Abrió sus ojos sobre exaltándose al ver un rostro humano tan cerca, de no ser por la jaula.... Pero, no era la estrecha jaula que estaba acostumbrado, esta era amplia y limpia no olía a desechos delas últimas semanas, miro al humano tenía la piel ligeramente bronceada ojos azules, pelo negro

-hola amigo- sonrió el chico-me llamo Kadar, entiendes K-a-d-a-r-

-Kadar déjalo en paz- escucho otra voz -atosigarlo no hará que el entienda tu lengua

El chico se apartó dejando al ave ver el lugar, el cuarto era una mezcla de una sala de operaciones y oficina mezclada en forma caóticamente armónica, de tonos suave y agradables, una pequeña mesa de operaciones en medio de la sala, bastante limpia y en los muro suministros médicos, intercalados de libros, frente a una gran ventana se encuentra un buro, donde otro humano se encontraba, sobre la mesa podía notar aquella maldita placa que lastimaba su cuello desde que fue atrapado

-¿cómo crees que deberíamos llamarle?- pregunto emocionado

-¿no es una mascota kadar, después de que sane buscaremos la forma de regresar lo a su habitad natural- murmuro mientras revisaba algo a través de su computador -lo mejor será llevarlo al refugio para ser tratado con mejores equipos, quizás Al Mualim podrá usar sus influencias para llevarlo a salvo a un lugar adecuado- comento mientras tomaba el collar -esos bastardos....- gruño muy molesto

-en serio tiene que irse tan pronto?- gimió Kadar, no muy contento con la idea

-de momento no, esperaremos a que su herida sane un poco más para luego llevarlo- le aclaro

Kadar festejo con la idea de tener mas tiempo al ave -¿y que nombre le daremos?-

-Kadar, por segunda vez, el no es una mascota- gruño el hombre -y no se te hace tarde para la escuela?-

Kadar bufó y se levantó de mala gana -voy- dijo mientras caminaba hacia la puerta cerrándola

El ave miro al otro hombre

Malik revisaba los informes de los animales del refugio mientras ignoraba las incomodas miradas que el águila le entregaba, no paso mucho tiempo a que resignado dejo las hojas sobre la mesa y acompañado de un cansado suspiro el hombre se paró y camino hacia la jaula

El silencio reino unos minutos, el silencio fue tal que se pudo escuchar la puerta del piso de abajo cerrarse, dejando los solos en la casa, finalmente después de unos segundos malik corto en silencio

-Abbas no dejo este mundo sin luchar, no se cómo se las arregló para cortar el lado derecho de tu pico pero, mejoraras, aunque no estoy seguro que desaparezca -medito, bajo la atenta mirada del ave -muy bien ¿Qué tal? ¿Tienes hambre?- comento mientras abre la jaula

El ave solo lo miro en silencio mientras lentamente y con mucha cautela, el águila cerca de salir noto a malik tenderle su brazo izquierdo para que pusiese salir, miro la extremidad y decidió retroceder regresando a su celda, no confiaba en el, no... el era un humano y los humanos solo causaban dolor

Malik pese a ese desprecio del ave, suspiro y sonrió -bueno ya te traigo algo dejare la jaula abierta en caso de que quieras salir-

-.-.-.-

Esa noche Malik se encontraba revisando informes como en la mañana y kadar le daba semillas al ave, por orden de Malik al menos asta que el torso del aguila mejorase el ave no debía esforzarse en arrancar trozo de carne, el águila miro a malik

-oye hermano por que no nos quedamos con esta ave-

-por que seria cruel encerrar a un ave contra su voluntad-

-no estas haciendo eso ahora mismo-

Malik bajo los papeles un poco para ver de reojo a su hermano, algo molesto por el comentario-es diferente, el costado del águila esta lastimado así como su ala, si no tiene cuidado podría empeorar- a Malik no le gustaba enjaular animales le parecía cruel y inhumano

-pero hermano...-

-eh hablado Kadar cuando este mejor, haremos lo posible para devolverlo a su ambiente natural- sentencio

Kadar miro triste al ave, era majestuosa y increíblemente poderosa pese a sus heridas

-Kadar- llamo el mayor -hiciste tus tareas?-

-voy hermano.... ¡ha! Lo olvidaba mañana será la ultima reunión de padres para ver el asunto del viaje de campo de la próxima semana-

-entiendo- dijo firmando unos papeles -estaré ahí, ¿me recuerdas donde era?-

-al final se decidió florencia -

-mmm entiendo ¿cuanto tiempo?-

-dos semanas- dijo algo retraído

Malik dejo los papeles y miro a su hermano, el águila miro atentamente al mayor y luego al menor de los humanos, malik regreso a su lectura -supongo que podremos esperar a que regreses para liberar al aguila, claro si es que sana antes que llegues-

La mirada de Kadar se ilumino y corrió a abrazar a su hermano, el cual se rió y recibió un beso en la mejilla de parte de su hermano menor

-ya... ya.... Bien termina tus tareas y ve a la cama- ordeno tranquilo y de mejor humor

Kadar asintió y salió del cuarto, sin percatarse de la atenta mirada del ave. El águila permaneció mirando la puerta, tenia que escapar, buscar algún modo y luego se vengaría del maldito de nombre Roberto de Sable. Miro a Malik con ligera desconfianza, ¿Por qué le ayudo? ¿Qué ganaba con eso?

El humano se levanto de su asiento y camino hacia el, ahora frente a frente su ojos oros y los ojos grises del humano se encontraron, el ave solo contemplaba al humano, al menos hasta que este rompió el contacto entre ambos y miro la puerta de la jaula y con tranquilidad puso sus manos en los seguros

El Águila pareció mirarlo como amenazando que no hicieran nada estúpido pero, Malik solo dejo la jaula abierta y regreso a sus papeles, se mantuvo el silencio hasta altas horas de la noche donde Malik solo se paro y camino para quedar frente a la jaula -todos los días abriré la jaula cuando no este Kadar, quiero que seas libre pero, no quiero arriesgar la vida de mi hermano- dijo como esperando que el ave entendiera, lo que el veterinario no creía pero, le ayudaba en su conciencia creer que si -buenas noches amigo- se despidió con una suave sonrisa

El águila no respondió solo espero a que el humano se fuera y estar seguro que no volvería para luego rendirse a los brazos del sueño

El águila del reyWhere stories live. Discover now