13 Guests 1 Killer [Seventeen]

Tercer Acto

Seokmin se encontraba revisando la habitación donde encontraron a Mingyu, eran de madrugada, todos estaban dormidos, excepto el y en el individuo recién llegado a la habitación.

—Sabia que vendrías, eres tan predecible— dijo en doctor volviéndose hacia en contrario.

—No lo suficiente, creo yo — dice acercándose

— ¿Puedo preguntar...por qué lo hiciste?

—Sinceramente, y aunque me creas un enfermo desquiciado, lo hice por mi hijo— contesto acercándose a Seokmin— merece una vida sin complicaciones.

—Bien— responde dándole la espalda mientras mira por la ventana— desearía estar ahí cuando le digas a tu hijo que mataste a su padre. —

El otro ríe entre dientes y Seokmin observa bien la noche para grabarla en su memoria; es tan blanca e irreal, como una manta que cubre al sueño.

—Lamentablemente, doctor...— se acerca lentamente y en silencio saca un pañuelo de su abrigo y toma la primera cosa puntiaguda que ve—...creo que ha estado en mas lugares de los que debería estar.

Rápidamente con una mano cubre la boca del contrario y con la otra apuñala firme y profundo. Una punzada de dolor recorre desde la espalda de Seokmin hasta el resto de su cuerpo, paralizado y sin poder pedir ayuda, su vista comienza nublarse, su cabeza da vueltas y sus rodillas parecen haber perdido contra el dolor. Cae boca abajo con los ojos como dos canicas negras sin vida.

SeungCheol ahora se encuentra llorando en el suelo ¿Cómo es posible que algo así este ocurriendo?

Los demás llegan al momento, ya no pueden evitar que las lágrimas los tomen de nuevo. Sus pobres corazones infectados por la muerte de sus amigos. Todo es tan desastroso, tan malo. Pero tan necesario.

— ¡¿Qué carajos nos paso?!— grita SeungCheol apoyado en la pared con una mano jalando sus cabellos — ¿¡Quien lo hizo?! ¡Hable ahora o lo matare con mis manos!

—S-SeungCheol, cálmate— interviene un tembloroso Jihoon— P-por favor...encontraremos algo q-que hacer—

— ¿Qué hacer?— ríe tristemente el mayor— ¿Cómo qué? ¿Encontrar al culpable? Bien, que sea Chan por estar con Mingyu o MingHao solo por ser raro— Todos callan ante su sarcástico comentario, él no puede más.

— ¿Así que soy el culpable por ser raro?— responde el artista— ¿Qué vas a hacer? ¿Matarme? Resultara fácil si ya lo hiciste antes ¿no?

— Es ridículo...—susurra Soonyoung totalmente en el suelo— MingHao puede ser raro y excéntrico pero el jamás haría algo así, lose.

—Lo mejor será calmarnos y alejarnos de aquí, hay algo maldito en esa habitación— dice Wonwoo tomando la mano de Jun para levantarlo del suelo y dirigirse a la planta baja.

Soonyoung y Joshua que se quedan para buscar algo que los ayude a callar las dudas de sus mentes. Uno a uno baja lentamente tratando de despegar el olor a muerte y tristeza de sus cuerpos.

Una vez abajo el silencio que los cubre es pesado, miradas de culpa, tristeza y acusadoras corren de un lado para otro. Es como una mala novela de misterio donde los amigos mueren y solo puedes ver sus vidas irse frente a ti, no puedes detener algo así, algo que les ha sido arrebatado; tal vez tengan la culpa, tal vez no, ya nada se puede hacer.

—Seungkwan...— comienza diciendo MingHao— ¿Qué hacían despiertos tan tempano?— todas las miradas caen en Seungkwan, este mira a MingHao con odio, sin embargo no puede contestar nada.

—Simplemente nos levantamos— responde Hansol— además...Wonwoo y Jihoon ya estaban despiertos cuando llegamos a la cocina. —

—Yo acababa de despertar— se defiende el compositor— Wonwoo y yo nos encontramos saliendo de las habitaciones. — Wonwoo asiente a sus palabras.

— ¿Saben que cualquiera pudo matarlo?— dice Jun, quien se encuentra tirado en el suelo mirando el techo sin fondo. — En la noche, pudo levantarse y hacerlo sin que nadie lo notara. —

El resto guarda silencio, otorgándole la razón. ¿Que más les queda por hacer?
Se encuentran en un lugar sin salida ni respuestas.

Después de un tiempo, sus corazones cansados no dan para más. Así que solo pueden guardar silencio o hablar entre susurros para disipar sus mentes. SeungCheol se encuentra junto al cantante, que se mantiene en brazos de Hansol, ambos tratan de consolar al mayor, recordarle que esto no es su culpa.
En otro lado de la habitación Jihoon juega con Chan en el suelo como una manera de distraerse, en la inocencia del pequeño.

JeongHan al notar esto, lentamente toma a Chan en brazos y lo separa de él, el joven padre lo mira con desconfianza pero Jihoon no se deja intimidar.

—No lo quise decir...—menciona el compositor, que se levanta y toma lugar a un lado de JeongHan quien se tensa al momento. —...porque aun respeto nuestra amistad, aun que sea unilateral justo ahora—

—Jihoon yo...

—Te vi discutir con Mingyu antes— dice de repente. JeongHan se remueve en su asiento, incomodo.

—Para tu suerte, si quieres, no logre escuchar nada— susurra acercándose—pero si los demás se enteran...JeongHan—

—Yo no lo mate— contesta con la voz temblorosa. Jihoon calla un momento dudando de sus palabras.

—Yo nunca mencione que lo hayas hecho— dice Jihoon y JeongHan presiente que ha cavado su propia tumba.
Ambos mantienen miradas hasta que pasos provenientes de la escalera hacen reaccionar a todos en la sala de estar.

Soonyoung llega e inmediatamente, se encamina a un lado de MingHao, asegurándose de que este bien. Joshua se mantiene frente a todos con un semblante serio, lentamente levanta la mirada para recorrer las caras de los que él llamaba amigos, incluso familia.

—Soon y yo...— se aclara la garganta antes de continuar— creemos tener el arma homicida. —

SeungCheol se acerca dispuesto a darle un vistazo.

— ¿Cómo es posible que le hicieran daño con esto?— menciona mirando incrédulo un bolígrafo descubierto por un pañuelo manchado de sangre. — Aunque...tampoco es imposible— susurra.

Los demás, curiosos, van acercándose uno a uno para poder ver. Seungkwan llega moviendo levemente la espalda de MingHao, observa el objeto lleno de sangre e inmediatamente tropieza hacia atrás.

Suelta un jadeo y su corazón comienza a taladrar su pecho. Es imposible. Posa la mirada en el suelo y tiene que sostenerse de algo porque siente como sus piernas comienzan a desconectarse. Es imposible. Repite en su cabeza.

—Seungkwan ¿ocurre algo?— pregunta confundido SeungCheol.

—H-Hansol...no...e-esa...— tartamudea con los ojos llenos de lágrimas. Con miedo levanta la mirada hacia Hansol que, asustado, trata de avanzar hacia su pareja pero las palabras de este lo congelan en su lugar.

—Hansol...—logra decir levemente el cantante— ¿N-no es ese el bolígrafo que...que t-te di en navidad?— y sus lagrimas caen hasta tocar el frio y obscuro suelo.