13 Guests 1 Killer [Seventeen]

Segundo Acto

Mingyu enojado entra a una habitación sin fijarse bien en cual de todas, no podría importarle menos ahora; le importa su hermano, no quiere que sufra por los errores de JeongHan. Aunque tampoco estaría lejos de ser lo que él es.

La puerta se abre detrás de él y una figura entra. Mingyu voltea y no puede evitar apartar todo ese mal humor y llevar sus manos a la cintura del contrario. Aunque los problemas apenas comiencen.

—Creí que estarías abajo— menciona el más alto mientras respira el cuello de su amante que se limita a ronronear ante su tacto.

—Te estaba buscando— responde.

—Bueno ya me encontraste— dice el más alto mientras dirige sus manos por debajo de la elegante camisa del otro y besa sonoramente su cuello.

—Habíamos dicho que lo detendríamos...y míranos ahora— dice entre suspiros. Mingyu se aleja y al mirar sus pequeños ojos sabe lo que deben hacer. Lo que han construido se les ha ido de las manos como arena, él lo sabe mejor que nadie y su consecuencia les traerá más problemas que alegría.
– Bien, yo le diré a...—

—No— lo interrumpe el contrario – yo lo haré. — Mingyu acepta y se dirige a la puerta; está por salir cuando él lo llama.

— ¿Un último beso?— le pregunta con la mirada triste. Mingyu le devuelve la mirada y regresa para colocar su labios juntos, una última vez; de pronto siente como algo se cuela entre sus bocas; confundido rompe el tacto y accidentalmente muerde el pequeño objeto, un sabor amargo se extiende por toda su boca y siente como su garganta comienza a cerrarse y su visión se vuelve borrosa. Cae de rodillas sosteniendo su garganta, implorante, mira a la otra persona en la habitación pero este se mantiene en su lugar solo observándolo sin alguna expresión. Trata de levantarse pero falla cayendo boca abajo en la cama, tose una última vez y un chorro de sangre sale por su boca, dejándolo sin vida.

Después de oír los gritos, todos subieron apresuradamente, al ver lo que causaba esos desesperados llantos, muchos hicieron lo mismo, otros se mantuvieron en silencio aun con los nervios alterados y las caras pálidas. JeongHan se encontraba llorando en silencio mientras intentaba calmar a Chan que ahora lloraba igual de asustado que todos. Su amigo, su hermano o su pareja. Mingyu ahora estaba muerto. Muerto frente a ellos con la mirada obscura y un hilo de sangre saliendo de sus labios, manchando la cama en la que ahora se encontraba.

Varios minutos, horas podría decirse, pasaron abrazados así mismos o a alguien que los reconfortara por la pena que los recorría, sintiendo sus pechos pesados y sus mentes confundidas ¿Que habría pasado? ¿Por qué Mingyu? No podían hablar y dar una respuesta, el hecho de pensar solo en lo que había ocurrido los destrozaba por dentro y los hacía llorar más fuerte.

Cuando las lágrimas secaron, y sus corazones cansados no podían ofrecer más lamento, alguien hablo.

—Hay que llamar a la policía— sugiere Hansol con la voz quebrada, quien estaba abrazando a un lloroso Seungkwan.

—C-con la tormenta así, nadie vendrá al menos hasta mañana— susurra Joshua lo suficientemente alto para que los demás escuchen.

—Seokmin — lo llama SeungCheol quien se ha mantenido abrazando a Jihoon ya que este no ha parado de temblar – ayúdame, vamos a buscar algo.

— ¿Algo?— pregunta el doctor mientras limpia su cara de las lágrimas restantes.

— Algo que nos diga que lo mato— contesta seriamente el mayor de todos. El silencio cae pesado ante todos. Wonwoo cierra los ojos y comienza a llorar de nuevo, su amado ahora está muerto ¿Cómo ocurrió tan pronto? ¿Cómo lo dejo tan pronto?