THE CHANGE

"La reunión"

-Mel!, podrías bajar? llegaremos tarde a la charla.- grito mi madre desde la planta baja de mi casa

-¡No quiero ir!- contesté cansada, y seguí durmiendo, al menos, traté

-Debes de- hizo una pausa- quieres ser expulsada?

Me levante a regañidetes de la cama y entre al baño, para poder darme una ducha rápida.

Aparte mis pensamientos y corte la llave dejando que las gotas de agua que salian, desaparecieran por completo.

Enrolle la toalla blanca en mi cabello mojado y en mi cuerpo en una mas larga. Saque del armario que tenía frente a mi, ropa al azar y cuando termine de vestirme, dejé secar mi cabello naturalmente.

Baje las escaleras corriendo y encontre a mi -muy cansada- madre apoyada en la puerta de entrada, con una mueca en su rostro, demostrando lo enojada que estaba.

-Lista?- gruño. Asentí y ambas salimos fuera de la casa 

En la calle el viento soplaba fuerte, pero era cálido. -Y que estamos esperando? - pregunte al notar lo lento que el tiempo pasaba y nosotras no habíamos hecho mas que admirar el escalofriante y desolado parque, ubicado a unos metros de distancia.

-A ellas- señaló en dirección al gran jeep blanco. Ese que me era muy familiar.

-¡Mel!- el saludo de mi mejoramiga, siempre subía mis ánimos

-Cuánto tiempo - suspire melancólica

-si- contestó burlona

Subimos al auto y nos dirigimos hacia el infierno, mejor conocido como secundaria.

Ya llevábamos unos minutos de silenció -No lo puedo creer- dijo derrepente mi madre, su tono de voz, como siempre estaba cargado de incredulidad - Esta vez se excedieron

Mire hacia la ventana y pense en lo sucedido esta semana.

~Flashback~

Tres minutos.

Para que nuestra obra maestra comience.

Dos minutos.

Para que todos se enteren de nuestra hazaña.

Un minuto.

Y la alarma de fuego, se escuchara por toda la escuela.

~Fin del Flashback~

Llegamos a recepción y esperamos para que la directora nos atendiera. Hasta que al fin llamó.

- Sientense, lamento la demora pero tenía una importante llamada de trabajo- comento muy orgullosa de sí misma.

-no se procupe- respondió mi madre, educadamente.

- Bueno, por lo que estamos aquí. Cómo saben- me señaló junto a Jade - le han cometido una falta muy grave de respeto a su querida profesora, además de dañarle propiedad privabada, aún peor, exponer a sus propios compañeros al peligro...

Luego de eso me perdi. La verdad no me importaba lo que una señora, ya de mayor edad, dijiera, y nos diera el típico discurso de que "Esta no es la forma de hacer las cosas", el cuál hemos escuchado tantas veces, no creo arrepentirme de lo que hice, debo decir que incendiar el auto de un maestro fue algo exagerado, pero me divertí, acaso no es esa la única tarea del adolescente?

- Y bien, ¿Están de acuerdo?- pregunto la directora sacándome de mis pensamientos

- Sobre...?

Suspiro al darse cuenta de que no había escuchado absolutamente nada- Al no quedar bacantes en el reformatorio, tu madre, muy generosa, ofreció llevarlas a uno en California.

-¿Perdón?- la interrumpi- California. Playa. Centros comerciales.- Es injusto. No se deberían enviar dos niñas solas, a un lugar completamente desconocido por ambas.

Fingir, es un talento.

-Por eso - habló rápidamente mamá -vivirán con tú hermano.

Y... se arruinó mi fantasía, mi paraíso.

Me levante de golpe sorprendiendo a todos.

- Melissa Payne, controlate- me susurró Jade en el oido, al ver que colapsaría. -Nosotras, saldremos para que puedan discutir los detalles.

Hize un gesto molestó, estaba realmente indignada.

Se oyó el fuerte golpe que le dí a la puerta, por todo el pasillo, aunque no importaba, de todos modos, hoy era sábado.

-No se que decir- habló Jade rompiendo el silencio- estoy feliz?

-¿Feliz?- pregunte asombrada -estaremos bajo el mismo techo con mi hermano por 365 días.

- En MI-A-MI, tratar con Liam no puede ser tan malo, no lo vemos hace años, no es así? Tal vez ahora sea mas divertido.

- Lo dudo.

Al no tener mucho tema de conversación, no nos quedo de otra que ver el reformatorio al que nos enviarían, trantando de matar el tiempo que parecía estar detenido. Hasta que, mi madre salió de la antigua y ya algo desgastada oficina. Supongo que la tía Cloe seguiría dentro.

-Chicas, ya se tomo una decisión. Se van a Miami durante un año y vuelven para el examen final, aunque..- su voz se vio interrumpida por el estruendoso ruido del vidrio rompiendose.

Fugazmente pasó una pelota frente a mis ojos, para luego dar un corto recorrido y dar en la cabeza de mi madre.

-Ups.

Fue la voz de un niño a mis espaldas la que me hizo reaccionar.- ¡Mamá! Háblame! ¿Que era ese "aunque"? No me dejes con la duda!

- Mel

- Que.

- Esta media muerta.

-Oh.

- Llama a una ambulancia - dijo obvia

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En este cap tuvimos la hermosa ayuda de @LiliDallas

Se despiden las enfermas mentales,

Jess y Jade