Atrápame si puedes

1.

Louis sonrió triunfante mientras caminaba de vuelta a su camioneta, saludó a un par de fans y cerró la puerta, condujo unos cuantos metros cuando la música que provenía de su teléfono le anunció que tenía una llamada. Colocó el auricular en su oído y oprimió el botón que de inmediato conectó la llamada con el aparato para poder escuchar la voz de la persona que llamaba.

-Tomlinson –dijo contestando la llamada dejando saber a la otra persona que era él y esperó a que respondieran.

-¿Louis Tomlinson de "Lo sobrenatural revelado"? –escuchó a una mujer preguntar refiriéndose al programa de televisión que él mismo dirigía y además conducía, que lo reconocieran lo halagó más que bastante y no pudo evitar sonreír antes de cambiar de marcha y aumentar la velocidad.

-El mismo –dijo con cierta modestia fingida y esperó a que dijeran la razón de la llamada.

-¿Es verdad que usted entra a las casas embrujadas a exorcizarlas? –Louis frenó de improviso tratando de evitar golpear a un ciclista que parecía haber salido de la nada. La pregunta de la mujer del otro lado de la llamada era completamente ridícula, no las exorcizaba, para las cámaras, él tenía el tercer ojo, podía ver lo sobrenatural, en el programa, exploraba casas encantadas, con rumores de fantasmas y monstruos, finalmente liberaba la casa, con ayuda de artefactos mágicos y hablaba con ellos, ellos huían y el episodio terminaba. En la vida real era todo una mentira, tenía un guion, como todos los programas de televisión en esos tiempos.

-No usaría la palabra exorcizar pero puedo liberar los lugares de las almas. –explicó mirando fijamente la luz roja, respiró profundo ¿Cuántos podían creerle aquella mentira? Debía felicitar debidamente al equipo de edición y efectos por dar tanto realismo.

-Necesitamos su ayuda –agregó ella vacilante -¿Podría hablar con usted en persona? –Louis pensó por unos segundos, la luz cambió de rojo a verde y el muchacho echó a andar el auto.

-Estoy en camino a los estudios del programa, podría verla ahora mismo si tiene tiempo –respondió y la mujer respiró profundo.

-Estoy cerca, estaré por allí. –al finalizar aquella corta oración, la mujer cortó la llamada y Louis se encogió de hombros, era probable que su encuentro no se diera, la mujer ni siquiera había dejado su nombre, muchas fans se acercarían a los estudios aquella mañana y no habría manera de saber cuál de todas las mujeres que lo buscaran era ella.

Aparcó el auto y bajó, se colocó las gafas oscuras y caminó un par de pasos, saludó al guardia de seguridad y entró, esquivando a algunas fans y se dirigió a su tráiler. Se sentó frente al espejo y acomodó su cabello.

-Eres la estrella –se dijo a si mismo sin dejar de mirar su reflejo en el espejo, sus ojos taciturnos le decían lo poco seguro que estaba de aquel episodio, tenía que hacerlo bien, creérselo, cerró los ojos, respiró profundo y volvió a abrirlos. –Eres Louis Tomlinson, el revelador de lo sobrenatural. –se dijo tratando de convencerse.

-Louis –escuchó la voz de su asistente, la muchacha abrió la puerta con una sonrisa y un vaso de café en la mano. Louis sonrió, confiado. –Tu café –le dijo entregándole el vaso –Una mujer te busca, dice que cuadró contigo para hablar sobre una casa embrujada –explicó –debes ver cómo va vestida, pagará mucho –agregó con una sonrisa pícara. ¡Bingo! Era ella. Se puso sobre sus pies y caminó fuera de su tráiler. Una mujer la esperaba fuera, tenía el cabello muy bien peinado, un par de aretes de diamantes en los lóbulos de las orejas, usaba un enorme abrigo de piel y se notaba que sus zapatos eran caros también.

-¿En qué le puedo servir? –preguntó y la mujer comenzó a llorar. -¿Está bien? ¡Clara!- llamó la atención de su asistente, la muchacha estaba lista para servirle –Trae un poco de agua para la señora –la muchacha asintió y corrió en su búsqueda. –Tome asiento –dijo llevándola hasta un par de sillones al aire libre. La mujer se sentó y lo miró.

-Necesito que me ayude –pidió y él asintió.

-Cuénteme –pidió y ella tomó aire para iniciar, Louis sabía que se venía una larga historia.

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Louis introdujo la llave en cerradura de la puerta y la giró pero la puerta parecía trabada con alguna clase de mueble pesado del otro lado, empujó y tiró un par de veces pero no lo logró, dejó la llave en la cerradura y buscó su teléfono, quizás si llamaba a la señora Wide, ella podría conseguir a algún cerrajero pero antes de oprimir el botón para llamar se quedó pensando, tal vez podría usar aquello en el programa, sería estupendo "el fantasma no quería que nadie entre a su casa pero Louis Tomlinson logró entrar" era un buen inicio.

Tomó su cámara de mano y comenzó a filmar como intentaba e intentaba abrir la puerta.

-¿Necesitas ayuda con eso? –escuchó una voz y volteó para buscar su fuente, una muchacha de estatura mediana le sonreía ampliamente desde la entrada al jardín.

-Creo que lo tengo bajo control –mintió.

-Entiendo que no confíes pero yo vivo al frente –dijo señalando una enorme casa. -Soy Eva –agregó – y esa puerta tienes que sacudirla un poco, así... -concluyó y se acercó, sacudió la chapa y esta se abrió. -¿Ves? –preguntó y él asintió. Louis la miró atónito, no por su hazaña sino porque había eliminado la perfecta primera toma del episodio en el que estaba trabajando. –Creo que la palabra que buscas es "gracias"- dijo algo molesta y se alejó.

Louis suspiró. No le convenía tener enemigos en el barrio.

-Lo lamento –se apresuró a decir –soy Louis –sonrió como solía hacerlo para sus fans, ella asintió.

-Te conozco, eres el del programa de fantasmas –comentó y él chasqueó los dedos.

-¿Me reconociste? –preguntó fingiendo emoción.

-Todos lo hacen –dijo sin mucha emoción la muchacha. -¿Vienes a liberar la escuela? –preguntó y él sintió cierta satisfacción en escucharla decir "liberar" en lugar de "exorcizar"

-Me han pedido explícitamente que lo haga.

-La señora Wide, me imagino –soltó y él asintió. –Viene todos los días, cree que el fantasma de su hija no puede descansar. –explicó y él asintió, había escuchado toda la historia, la casa solía ser un internado para señoritas y la pequeña Emma Wide había desaparecido al cumplir los quince años, algunos días después encontraron lo que creían eran sus restos calcinados junto al calentador de agua a carbón. Un caso lamentable, nadie había podido comprobar si era ella pero su familia había optado por aceptarlo, de esa manera podrían darle sepultura y podría descansar en paz, ahora su madre tenía la idea de que espíritu rondaba por aquella casa vieja, una historia lamentable y casi se sentía mal por todo el dinero que estaba tomando de aquella mujer pero así eran las cosas, él tenía que trabajar para comer y ella pagaba para calmar su conciencia.

-¿Y tú que crees? –preguntó y la muchacha estalló en risa.

-Te lo diré una sola vez y toma nota –dijo mirando a la pequeña cámara que Louis aún sostenía con ambas manos. –Los fantasmas no existen. –Un escalofrío recorrió todo su cuerpo mientras la muchacha se alejaba de la casa. Louis sacudió su cabeza, respiró profundo y entró, todo era falso, después de todo ¿Qué le preocupaba tanto?