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Las cuatro muchachas reían y se divertían, el ambiente era muy cálido y acogedor, familiar, hablaban y se peinaban entre sí, las risas se escuchaban por toda la casa y la imagen daba a suponer que estaba mirando una película vieja, proyectada en la pared, ellas no eran reales, mucho menos su alegría.

De pronto todo se volvió oscuro, la película terminó, las muchachas aparecieron una vez más, vestidas de negro, cubriendo sus rostros con mascarillas, sentadas en círculo y en centro un oso de peluche.

La imagen cambió una vez más, se encontraba frente a frente a una muchacha de cabello rubio y largo, con ojos de un color verde electrico. No estaba feliz, sus ojos estaban inyectados en sangre y sus manos temblaban, el candelabro sobre su cabeza comenzó a girar mientras desaparecía y finalmente, Louis se vio a él mismo sin ojos.

Gritó tan fuerte como pudo y logró despertar, los sueños eran cada vez más largos y más oscuros. Caminó hasta la habitación de edición, dejó caer al suelo los cuadros de las paredes y comenzó a pegar una a una las fotos que había encontrado en la casa, fotos antiguas y rotas de las muchachas desaparecidas, Emma, Anny y otras dos muchachas de las que había leyendo en un par de periódicos de la ciudad. Conectó cada foto con un hilo e inspeccionó.

Emma hacía que los candelabros girasen sobre ella, en sus sueños también había hecho algunos destrozos, botar libros al suelo, bloquear puertas ¿Gritar? No, el grito había sido de otra de las muchachas ¿Por qué tenía tantas imágenes de ellas?

Se sentó en su cama una vez más, no podía eliminar horas de sueño, ahora que había ido al hospital, los productores estaban más atentos a cualquier paso que hiciera.

Cerró los ojos, las imágenes en su mente comenzaron a golpearlo, un osos de peluche enterrado a medias en el jardín, él atrapando a Emma antes de que cayera al suelo, sus manos, sus labios, sus ojos.

Abrió los ojos para encontrarse con esos mismos ojos verdes, mirándolo desde arriba, la muchacha estaba sentada sobre el filo de la ventana meciendo un reloj sobre él.

-¿Qué está sucediendo? -exclamó y se sentó, miró hacia la ventana pero ella ya no estaba. - ¿Emma? -preguntó y la muchacha apareció sin hacerle esperar. Se veía nerviosa pero a la vez curiosa. Su cabello largo y lacio caía sobre sus hombros, las manos temblorosas ocultaban el reloj detrás de su espalda pero era inútil, él ya lo había visto.

-¿Sabes quién soy? -El muchacho asintió.

-Eres un fantasma -soltó y ella ahogó un grito.

-Te equivocas -soltó y él negó con la cabeza.

-¿Qué brujería estaba haciéndome? -preguntó y ella negó con los ojos llenos de lágrimas.

-No te hacía brujería, vuelves a equivocarte -objetó pero él no cambió su expresión.

-No sé qué está sucediendo pero tengo todas estas imágenes sobre tí, tus amigas y un oso, dos de ellas son de tí haciendo aquello con el reloj. -La muchacha tragó saliva y dio un paso hacia él, pero él retrocedió.

-Trataba de ahuyentar tus pesadillas. - explicó -la primera vez fue ella quien las creó, ahora es tu mente intentando recordar. Louis negó.

-Yo no te conozco.

-No eres al primero ni al último que le suceden estas cosas. -soltó y él levantó una ceja. Solo pudo pensar en una cosa, el hermano de Anny.

-¿Eres real? -preguntó y ella sonrió a medias.

-Define real -pidió y él se acercó, estiró su mano hacia su hombro, la tocó y todo comenzó a sacudirse, de repente lo recordaba todo, tomó a la muchacha de los hombros, la acercó hasta él, esperó a ver su expresión confundida y en un solo movimiento la besó. 

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⏰ Last updated: Feb 27, 2018 ⏰

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