Es mi último día de libertad antes de comenzar el campamento mañana, antes de ser oficialmente considerada una demente.Tomo mi mochila café y dentro de ella meto mi cartera, chicles, audífonos y teléfono; agarro las llaves de la mesa y salgo de la casa cerrando con seguro la puerta principal, dispuesta a alejarme del ambiente tóxico dentro de tales cuatro paredes donde habito.
Enciendo el carro de Sarah y acelero hacia ningún rumbo en especifico.
<<La feria>>, es lo primero que viene a mi mente, por lo tanto me dirijo a ella. Al llegar, pago por mi boleto y entro al ambiente lleno de diferentes sonidos y personalidades, al fin y al cabo todo termina siendo ruido: niños gritando, papás protectores, máquinas de juego en función y otros, inundan mis oídos así que decido alojarme a una esquina más tranquila, en donde se encuentran los juegos que no son mecánicos.
Sin noción del tiempo me encuentro entretenida tirando una pelota de goma hasta que caiga en un pato de plástico cuando siento que alguien me observa, volteo para corroborar mi duda pero resulto estar equivocada, sigo jugando y de nuevo siento una incomodidad, esta vez recorre hasta mi espina dorsal en un escalofrío: alguien me está mirando. De nuevo volteo y por segunda vez me equivoco. <<Tal vez mamá y Sarah tienen algo de razón: soy paranoica.>>
– Elegiste el más patético – dice una voz masculina, la cual me sobresalta
–¿Perdón? – frunzo el ceño cuestionando si soy yo a quien le habla
– Elegiste el juego más patético de toda la feria – dice bufando inofensivamente
– Lamentablemente no hay una lista pegada a la entrada de la feria de recomendaciones de juegos y un test de personalidad para ver cuál puede llenar mi aburrimiento – respondo sarcásticamente, aprovechando mi segundo tiro y fallando ya que la pelota cae justo a lado del maldito pato, <<¿porqué no simplemente puedes colaborar y moverte un poco para que pueda atinar de una vez?>>
–Tienes razón, es culpa de la feria – concuerda el chico sorprendentemente alto, de ojos verdes y labios gruesos. En un acto inesperado al tratar de tirar por tercera vez, toma la pelota de mi mano y fácilmente atina.
No protesto ni intervengo en los siguientes tiros que realiza, simplemente lo veo ya que por alguna razón me hace sentir anonada. Él no habla, yo no hablo. Cada quien por su lado. Para no hacer el ambiente incómodo decido no mirarlo más e irme, a lo que él no responde ni me detiene, es de esperarse... ¿Qué debería esperar de un desconocido?
– Es sólo Polanna que te hace volver loco – finalmente dice él con una expresión neutra pero profunda, tratando de atravesar mi cabeza y llegar a la razón de mi cerebro... O tal vez soy yo de nuevo, siendo paranoica.
N/A: ¡Hola!, como podrán ver este es el primer capítulo, es corto pero es más bien una pequeña introducción al personaje principal... Vienen acontecimientos mejores, eso sí se los prometo.
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Lazo Repetitivo
Mystery / ThrillerEn un lugar como éste: un campamento de rehabilitación, el propósito suele ser enseñarte a recuperar tu cordura pero en nuestro caso nos hace perderla. ¿En dónde estamos? ¿En casa? No ¿El infierno? Sí. Todo lo que te han dicho es mentira: el infier...