Capitulo 2: Hielo

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Sarah, mamá y yo subimos al carro con la radio encendida y de parte de nosotras un silencio incómodo, el único sonido es un gran suspiro proveniente de mamá. No sé identificar si es uno de alivio o de preocupación.

Llegamos finalmente al lugar retirado de casa pero aún dentro de Polanna, bajamos mis dos maletas entre Sarah y yo para así poder despedirme o deshacerse de mí. No hay diferencia.

– Necesitamos que aguantes, ¿sí? – dice mamá abrazándome. Definitivamente puedo percibir su olor a vino, cigarro y perfume combinados.

Sarah se acerca a mí e igualmente me abraza.

– Son cuatro semanas. Puedes con esto. – me susurra y se despega de mí. Ambas me miran con esperanza y a la vez pena o tristeza, tal vez las tres cosas.

Entro a la grande casa, la cual está poblada por mínimo cuarenta personas: todas con expresiones diferentes, la mayoría molestas, como si las hubieran obligado a venir... Como a mí.

– Buenas tardes – dice un señor quien se ve que está alrededor de sus cuarenta o cincuenta años; asiático, y no muy ancho pero tampoco delgado. – Ya saben en dónde están así que me presentaré: mi nombre es...

El resto de su discurso no alcanzo a escucharlo debido a que alguien me toca el hombro, provocando que voltee. Una sorpresa agradable, supongo.

– Soy Shawn por cierto – ladea un poco su cabeza y me sonríe ligeramente sin mostrar sus dientes. Sus ojos verdes se ven casi blancos debido a que la luz refleja en ellos.

– ¿Y te tomó un día para presentarte? – bufo – Alyona – sonrío ligeramente – ¿A qué te referías con lo que me dijiste ayer?

Justo al estar a punto de decirme alguien pronuncia mi nombre mediante el micrófono. ¿Qué se supone que debo hacer? ¿Qué está sucediendo?

– No sea tímida Srita. Rove, por favor pase con los demás – dice señalando con su mano extendida hacia donde estaban diez personas paradas en una plataforma circular.

Dudosamente camino hacia ellas mientras los nombres siguen siendo mencionados.

– Y finalmente Catrina Keith

– Es Cat en realidad. Catrina no me gusta, suena a muerte – me sonríe mientras se coloca justo a lado de mí.

– Bueno – dice el director volteando ahora en dirección hacia la plataforma – Los llevarán a sus habitaciones y se prepararán para iniciar – dice juntando sus manos con ansia.

Dos jóvenes; una chica y un chico, alrededor de nuestras edades, nos distribuyen en las habitaciones de la gran casa, la cual consta de, a lo que llevo en cuenta, siete habitaciones y por contar.

– Habitación 626: Lima Gamma y Alyona Rove – aparto educadamente a las pocas personas que quedan para poder pasar al cuarto, acompañada de una chica un poco más alta que yo, de tez negra, labios gruesos, cabello corto y rizado, usando una banda azul marino en él.

Los demás siguen caminando, siguiendo a los guías, cuando una nota cae al piso de nuestra habitación, la recojo y la volteo.

''Necesito decirte algo, búscame cuando nos reunamos. Es urgente. – Shawn''

Pongo la nota entre uno de los libros que traje en mi maleta y acomodo mis cosas. Lima y yo no hablamos.

– Dentro de cinco minutos favor de dirigirse a la entrada principal, serán transportados a su primera fase de rehabilitación.– dice el director (el cual aún desconozco su nombre) mediante las bocinas de cada cuarto.

Lima y yo nos dirigimos a la entrada y esperamos a que los demás bajen para estar completos e irnos. Tardamos alrededor de 10 minutos en llegar a la parte deshabitada de árboles de un bosque.

Todos bajamos y a lo lejos veo espacios cavados en la tierra, conforme más nos acercamos a ellos, me puedo dar cuenta que contienen agua... y hielo.

Con la mirada, trato de buscar a Shawn y finalmente lo identifico a unas cuantas personas lejos de mí, camino entre ellas para después colocarme a su lado.

– ¿Me vas a explicar tus acertijos? Desde ayer me tienes en suspenso

– Veo que ya están todos– interrumpe nuevamente el director – Hay exactamente cuarenta y cinco excavaciones, una para cada uno de ustedes. Posiciónense detrás de ellas.

Todos se mueven y en cuestión de segundos nos encontramos como el señor pidió.

– Simplemente con conocer la idea de lo que harán no les agradará pero el objetivo vale la pena. Ésta es una vieja técnica con el propósito de abrir puertas desconocidas de sus mentes. No saben lo que les vendrá.

– ¿Cuál es el punto? – pregunta Shawn con su ceño fruncido. Puedo percibir su nerviosismo.

– Esto es lo que harán: se meterán en las tinas y estarán bajo el agua por trece minutos – continúa el comunicado.

Todos murmullan al instante en confusión y negación, negándose a arriesgar sus vidas.
– No hay razón por la cual preocuparse, están en buenas manos. – sonríe con tranquilidad aunque obviamente tal sentimiento no es transmitido a los demás ya que hay un escándalo de emociones.

– No somos unos idiotas como para arriesgar nuestras vidas– dice una chica de cabello negro

– Comprendo su disturbio Srita. Valentina y le aseguro por segunda vez que este proceso es totalmente seguro, incluso yo mismo lo he intentado. Aquí estoy.

Un grupo de personas con uniforme, parte del STAFF de éste campamento supongo, forman una fila y se colocan detrás de cada uno de nosotros.

– Inicia el proceso – son las últimas palabras de parte del Sr. Yang antes de retirarse.

Volteo a ver a Shawn, quien aunque está asustado se ve que intenta a su máximo esfuerzo ocultar su preocupación y ser reemplazada por una expresión seria en su cara. Inseguramente acerca su mano a la mía, esperando a que le sostenga, lo cual hago. Me aferro a su ella como si fuera mi salvación. Ambos sabemos que no es así.

Shawn suelta de mi mano y realiza el procedimiento, seguido de mí, pocos segundos después.

El agua es tan fría que ya siento la falta de aire. Las manos del guía tratan de mantenerme abajo para abrochar los cinturones que sostienen mis piernas, torso y brazos.

Me estoy paralizando y mi corazón palpita a una velocidad que jamás había experimentado... Poco a poco la desesperación y ansiedad me consume; me arrepiento de haber confiado en el Sr. Yang sin primero conocer sus intenciones. Tal vez esto es una trampa y sólo se están deshaciendo de todos nosotros para ser una carga menos, tal vez utilizarán nuestros cuerpos en experimentos.

Debido a mi cambio de parecer y falta de oxígeno trato de salir, buscando la manera de liberarme de los cinturones pero no puedo por más que intento. Trato de pensar en algo que me distraiga o alguna estrategia para salir de aquí.

<<El único modo de salir es a través.

El único modo de salir es a través.

El único modo de salir es a través.

El único modo de salir es...>>

Convulsiono. Está sucediendo todo tan rápido que no puedo pensar y sólo espero una cosa: que el Sr.Yang no se haya equivocado, pero, repito: ¿Qué debería esperar de un desconocido?

Lazo RepetitivoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora