Epílogo

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Yoongi salió del elegante edificio con su carpeta en mano, no tenia el valor suficiente para abrirla si no tenia a Jimin a su lado en esos momentos. Esperaría por llegar a casa, allí donde lo esperaba su maravilloso amante y pareja con alguna merienda casera y una tina caliente para aminorar su cansancio.

–Jiminie...– Sonrió con un suspiro escapandose entre sus labios al pensar en en chico. Todo era mejor y más feliz con Jimin a su lado.

Subió a su automóvil y condujo a casa con una sonrisa, a sabiendas de que, detrás del umbral de su puerta, lo estaría esperando el chico con el cuál comparte su vida desde hace más de medio año.

Desde la primera mirada había sabido que su chico era magia pura, incluso desde que entró a su vida todo había ido acomodándose poco a poco. Irene, el trabajo, la familia e incluso su vida emocional. Jimin era la isla en medio del caos y estaba completamente seguro de que, sin él, nada de eso hubiera podido lograr.

Solo había un pequeño detalle... su relación aún era un secreto para los demás.

Y estaba bien, siempre y cuando pudieran estar juntos... Estaba bien.

Así que cuando su familia le preguntaba a qué se debía su reciente felicidad o su estabilidad mental, Yoongi sólo podía responder: "¿Por que habría de enloquecer? Estaba cansado de eso".

Sabía que ellos se preocupaban. El Yoongi de antes vivía estresado y en tensión constante.

Pero no el nuevo Yoongi.

Éste tenia a Jimin en su vida y era lo que más amaba de todo aquello, su pequeño compañero de vida que hacia que sus días tuvieran valor.

Detuvo el auto fuera del complejo donde estaba su departamento y miró hacia arriba, más precisamente a su ventana. Aún estaba cerrada. Quizás Jimin tuvo frío y la cerró.

Dejó que el aire se escapara por su boca y miró al asiento junto al suyo. La carpeta amarillenta estaba allí. ¿Estaria mal si le daba un vistazo? No quería enfrentar lo que estaba allí pero sabia que no podía darle esas preocupaciones a Jimin.

Así que se decidió por abrir el cartón y sacar las hojas finamente tipeadas en su interior. Respiró y leyó con atención, sus manos aún temblaban. Repasó todas y cada unas de las palabras los quince minutos que le tomó leer todo y comprender.

No, definitivamente no se lo mostraría a Jimin.

Cerró el documento y lo guardó un poco arrugado en la guantera donde las demás la esperaban. Cuatro carpetas igual a esa con un contenido más o menos idéntico.

Jimin merecía tranquilidad. La tranquilidad de tener a Yoongi cuidando y velando por él. Allí, en su utopía, donde ambos eran absurdamente felices y se amaban con locura, como nadie jamas amó a alguien sobre la faz de la tierra.

Empujó el pequeño frasco, que tuvo que comprar, al fondo de su abrigo. Después se encargaría de colocarlo donde los demás.

Mientras subía las escaleras la melodiosa voz de Jimin lo alcanzó y le devolvió la vitalidad a su corazón. Con una enorme sonrisa empujó la puerta y los ojos acanelados de su pequeño amante lo recibieron.

–¡Estas aquí, amor!– Festejó antes de arrojarse a sus brazos por un ardiente beso de bienvenida– Adivina qué...– Preguntó cuando sus pies volvieron a tocar el suelo– Hice galletas de coco, tus favoritas–

–Pronto comenzaré a pensar que quieres engordarme para luego comerme– Se burló tomando sus labios nuevamente para un delicioso beso

–Mm... No necesito engordarte, puedo comerte de igual manera– Siseo separándose muy poco de aquella boca del pecado

–¿Qué esperamos entonces? Yo también estoy muy hambriento de Jimin – Murmuró

Y tomando sus prodigiosos muslos lo levantó sobre su cadera y se adentro a su cuarto para amarlo como cada día y cada noche por el resto de sus eternidades.

Si, Jimin y Yoongi... Su amor y su vida. Todo eso estaba malditamente bien.

××

“A quien corresponda:

Dirijo este informe psiquiátrico al responsable directo del paciente Min Yoon Gi.

El señor Min, cuyo historial médico y tratamiento me han sido derivados por el periodo de tiempo establecido en seis meses no ha demostrado avances en cuanto a su diagnostico. Se han realizado las evaluaciones estipuladas en conjunto con la ingesta de medicación indicada y aún así los avances vistos han sido escasos en el periodo de tiempo abordados.

Debido a sus recurrentes alucinaciones, perdidas del sentido de tiempo y espacio y otros datos recolectados debido a diversos test e instrumentos de medición, doy por confirmado su diagnostico bajo mi responsabilidad y según mis competencias.

El señor Min posee sintomas de esquizofrenia. Debido a que es algo que no se puede diagnosticar con soltura explico los parámetros de mi diagnóstico en las siguientes lineas.

Basado en el hecho de que sus alucianaciones en torno a, según sus propias palabras, su actual pareja Park Jimin y su convivencia con el susodicho no han podido ser confirmadas por ninguno de sus familiares y no hay muestras fehacientes de que dicha persona realmente exista. El señor Min ha descripto incontables veces su situación romantica con el nombrado anteriormente pero esto no pudo ser probados ni por él, ni por nadie cercano a su entorno.

Su familia y quien redacta, hemos visitado el lugar donde el paciente reside, encontrando el habitáculo en condiciones desoladas y sin rastros de alguien más viviendo allí. Sus dichos han sido puestos en duda y se ha confiado este diagnostico bajo la sospecha de que dicho trastorno pudo haber sido producido y alimentado por las alteraciones químicas del cerebro producidas por el constante estrés al que ha sido sometido en los últimos meses.

A pesar de dicha evaluación psiquiátrica, no se observan otras alteraciones a nivel cognitivo además de la nombrada. El paciente lleva una vida laboral estable y su familia dice haber notado una mejoría en su caracter luego de que esas alucinaciones comenzaran a pesar de que se esperaría lo contrario.

Según mi criterio médico, no veo necesidad de ponerlo bajo internación psiquiátrica en algún centro si la medicación sigue siendo tomada responsablemente y el tratamiento continua su curso como lo ha venido haciendo estos meses.

Se recomienda continuar con la medicación y el acompañamiento psiquiátrico hasta que la psicosis y alucinaciones hayan desaparecido completamente de su sistema.

Sin otro particular, me despido.

Dr. Kim Namjoon.
Psiquiatra”

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Kilómetros muertos × YoonMin ×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora