Lo nuestro.

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PoV. Adrien.

Su respiración comenzaba a molestarle un poco. Se levantó  lenta mente evitando que despertara. Su rostro sereno tranquilizaba su alma. Ella, la que le pidió que la robara, y le mantuviera. La que es tan terca y atenta. Miles de contradicciones hay en ella. Así como en él. Adoraba tenerla aquí.

Adrien salió de la habitación, y se dispuso a tomar un baño. Mientras en su mente, solo había una bola de pensamientos sin importancia.

Algo le molestaba, algo le preocupaba. Pero por más que pensaba, no sabía que era.

Salió de la ducha, solo con una toalla cubriendo de su cintura hasta un poco más de la rodilla. Marinette sorpresivamente ya se encontraba en la cocina, con su común tarareo mientras cocinaba.

Se sentía afortunado, que después de todo el alboroto, ella no actuara raro.

Entro a su habitación sin decir nada, mientras Marinette continuaba con sus labores.

Marinette silencio su tarareo, cuando escucho al chico retirarse. Tomo el control de la TV, y la prendió. Las noticias eran tan comunes como cualquier día. Una sorprendente tranquilidad se situaba en París, ningún robo, ningún asesinato, ningún secuestro...

En la mente de Marinette reinaban mil emociones negativas. Odio, impotencia, tristeza, abandono. Apretaba sus puños con odio, así como evitaba que salieran sus lágrimas de tristeza. Un triste suspiro salió desde lo profundo de su garganta, seguido por un gemido de dolor. Sus rodillas no podrían sostener su peso, su cuerpo temblaba "¿Nunca fui amada?" era lo único que pensaba.

Estaba por caer, cuando unos brazos la rodearon. El rubio al escuchar la TV, noto que la chica buscaba noticia de sus padres. Al no escuchar una sola noticia, y notar el abrumador silencio, salió de su habitación rápidamente, encontrándose con una destrozada chica. Al notar su débil cuerpo temblar, corrió a atraparla. La envolvió con ternura, intentando unir cada parte de su herida alma.

La voltio haciendo que su rostro quedara al par de su pecho. Al aspirar ese aroma tan típico de él. El dolor fue menos. Tenía a alguien que la cuidaba. Talvez solo fuera por un trabajo. Pero él estaba ahí, era la perfecta ilusión de un ser querido, en esa última batalla.

Adrien la cargo cual princesa, con ayuda de su pie, abrió la puerta de su habitación, y la recostó en su cama. Al intentar regresar a la cocina, el suave tacto de la mano de la chica lo detuvo, paso su mano por la mejilla de la joven, dándole la tranquilidad que necesitaba, y se fue.

Las lágrimas amenazaban nuevamente por salir. El estar sola en esa cama, le recordaba los tristes días en su habitación. Unos minutos después, un extraño aroma fue inundando la casa. El rubio apareció nuevamente en la habitación, haciendo que la chica se sentara en la cama. El rubio la miro nervioso, y le ofreció la bandeja. Un jugo de extraño color. Unos panqueques algo quemados. Y un omelet algo deforme. La chica observo al rubio con asombro. Mientras que este esperaba alguna reacción de la peliazul.

"Desde que me mandaron junto con Velia a ese internado, después de, el accidente, desde entonces no hemos tenido una comida rica y casera. No hasta que llegaste tú. Simplemente quería agradecértelo. Nunca nadie me enseñó a hacer estas cosas, pero en verdad me esforcé por ti" su voz y su rostro reflejaban nerviosismo.

Al escuchar eso, la peliazul sintió nuevamente ganas de llorar, pero esta vez no fue de tristeza.

Tomo el tenedor, y probo todo poco a poco, el sabor amargo del huevo. Lo quemado de los panqueques, y el ligero sabor a pasado del jugo. Nada era perfecto, pero estaba echo con tanto amor, que nada de eso importo. Al terminar, lo dejo a un lado, y le sonrió felizmente al rubio. Este se encontraba realmente emocionado. Por lo que no pudo evitar abrazarla.

La chica correspondió el abrazo de manera alegre. Era un abrazo tranquilo, un abrazo realmente duradero. Duradero hasta que una morena patio la puerta de la habitación, gritando por la atención de su primo.

"Idiota ¿Ya arreglaste las cosas con Ma..." La chica se quedó asombrada al ver la escena. Sonrió de forma burlona cuando los chicos se separaron nerviosamente "Creo que siempre interrumpo" Dijo para irse y cerrar la puerta.

Adrien le grito a su prima, para después seguirla, ignorando levemente a Marinette, y ese lindo momento que tenía. Esto lo hizo reaccionar ¿Qué estaba haciendo? Tenía que mantenerse tranquila, y no dejarse guiar. Se levantó de la cama, y camino hacia la puerta. Peor antes de abrirla, no pudo evitar escuchar lo que ocurria al otro lado-

"Y bien ¿Te gusta?" sugirió Velia

"¿Qué?" Pregunto el rubio

"Marinette ¿te gusta? Pensé que aun estabas loquito por la chica de los cuadros"

Esto último sorprendió a Marinette. Sintió una pinzada en su pecho, esperando la respuesta del rubio.

"Marinette no me gusta" respondió algo forzado "Algún día encontrare a la chica del cuadro, y será mía" Afirmo confiado.

Marinette recibió un duro golpe. Sabía que lo que había entre ellos no era real, pero no esperaba algo así de brusco. Espero unos segundos, para después salir de la habitación, con los platos que recién le había llevado Adrien.

"¿Quieren comer algo?" Pregunto con una sonrisa.

El rubio camino hacia ella emocionado, pidiéndole un sinfín de cosas para la comida. Mientras que Velia se arrepentía de la pregunta que le había echo a su primo. La cual notoriamente la habia causado un verdadero daño a Marinette.

Que aunque fuera mintiendo. Velia podía ver a través de ella. Marinette al observarla le regalo una sonrisa. Velia no era la culpable de nada, sino ella misma por fantasear una historia de hadas.

Velia no hizo la situación más difícil, con su sonrisa más falsa se sentó en la mesa, y se integró a la emocionante platica, como si nada pasara.+

Miren chicos, para que les prometo actualización, si ni yo sé cuándo tendré chance L.
Me propuse una meta de actualizar mis fic's almenos una vez por mes. Pero con "Clase de historia" me tendrán que esperar, ya que cambiare muchas cosas, ya que Mami Feri ya metió muchas más antiguas yay <3

Esperen unos nuevos One shots, y gracias por seguir esta pérdida historia. Prometo regresar en un mes (O antes) a seguir con este mundo que son mis fics, y meterle más cariño.

Los amo <3

Atte. Lu Dragneel.

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