11.

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- Me importa un co.ño lo que tengas que decirme, déjame en paz. – se le escapó un gemido. No podía contener las lágrimas ni un segundo más.

- Vaya, vaya...¿quién iba a pensar que la millonaria _____________ ______________ tenía ese vocabulario? – Tao abrió los ojos.

- Eres realmente insoportable... - quería llorar, ahora más que nunca. Un sollozo salió de sus labios. – repugnante. – una lágrima se desprendió de sus ojos. – te odio.

- No llores.

- Te odio muchísimo...

- No me gusta que llores. – esas palabras salieron tan fugazmente que ____________ ni siquiera pudo escucharlas bien. Lo miró a los ojos, ahora ligeramente irritados por aguantarse las lágrimas. Tao también lo hizo.

- Suéltame por favor...

- Ya... - la soltó suavemente. ____________ respiró hondo. Desquitándose. Intentó irse, sin decirle nada más. Pero Tao volvió a voltearla para tenerla para él una vez más. – no quise que lloraras...a veces no se lo que digo.

- Olvídalo.

- Olvídalo tú primero... - él le sonrió. _______________ no pudo evitar sonreír a medias por la preciosa sonrisa de ese hombre. – ahora, ¿me dejas ducharme? O es que quieres...ducharte conmigo...

- No.

- Vale, vale... - la vio salir. Menos cabreada que antes. Lo cual le hizo sonreír un poco más. _____________ ... ____________ ... se dijo así mismo. Tenía claro que jamás le diría lo que ebria sí le había podido confesar y que ahora sentía: Me gustas, y cada vez más.  

Secuestrada. ➫Tao.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora