2

515 58 4
                                    


Subieron los pequeños escalones hacia la entrada de la casa, como le llamaba Yuna pero a la perspectiva de Asari aquello era una mansión japonesa.

Entraron y observaron el pequeño jardín frente a ellos, en medio estaba un árbol de cerezo y a su alrededor rocas y arena, caminaron hacia la derecha y entraron.

– Sin zapatos por favor – pidió a lo cual hicieron

Habían tres corredores, el de la izquierda daba al jardín, el derecho daba a las habitaciones las cuales eran un dojo, el despacho, la sala, el del centro llevaba a las habitaciones.

– La casa es muy grande así que hay muchas habitaciones donde pueden hospedarse – comentó mostrando la casa – la pequeña casa que ven allí es el ático donde se guarda lo que no usamos – dijo aburrida

Pasaron al lado de un mueble donde estaba un gato blanco durmiendo moviendo su cola, se despertó y observó analíticamente a las personas que acompañaban a su ama.

Se lanzó hacia él de cabello verde arañando le  el rostro.

– ¡Fantasma! – chillo Lampo asustado corriendo en círculos con el gato en el rostro

– Miyu él no es Lambo – dijo Yuna quitándole el gato blanco a lampo

Miyu observó al peliverde y solo desvío la mirada y se frotó en la pierna de Giotto mientras rronroneaba caminando a su alrededor.

– Él no es tsuna, es Giotto.

Triste corrió hacia el otro pasillo en dirección al jardín, Giotto hizo un puchero él quería jugar con el gato.

– Se deprime cuando natsu no viene a verlo, esta destrozado – murmuro colocando una mano sobre su boca

– ¿Te estas riendo? – preguntó Lampo

– No que va.  

Lampo no le creía, sabia que se estaba riendo de él a sus expensas, pasaron por una habitación la cual parecía sellada, Lampo juro haber visto una sombra pasar a través de una pequeña ventana.

– Allí h-hay un f-fantasma – tartamudeo nervioso Lampo  aferrándose al brazo de G

– Oh, bueno cuando compre la casa me habían dicho que él anterior dueño murió asesinado aquí, así que supongo que es su alma vagando por la casa, esperando su oportunidad para corromper a algún chico joven.

Asari, Lampo y Giotto casi gritan cuando escucharon un ruido proveniente de la habitación, lo que acababa de decir Yuna los asustó, la mirada gélida y su rostro sin expresión los aterro.

– Señor fantasma no asuste a los huéspedes – pidió elevando un poco la voz

– Los fantasmas no existen, además si existieran no saldrían de día – hablo G molesto ya que Giotto se aferraba a él igual que Asari y Lampo

– Este si lo hace, es mas no es un fantasma normal – comento – Asari usted sabe como son las casas tradicionales, puede mostrárselas – pidió señalando el corredor

(...)

Mordía el lápiz nervioso, su intuición le decía que estarían bien con Yuna pero aun así no se confiaba.

A la azacabache le gustaba molestar a las personas en las sombras, ya que era Inglesa prefería hacer las cosas tranquilas y sin ser vista. A veces era bueno y otras no tanto.

– Ojalá y no este aburrida, capaz les de un trauma a todos – murmuró viendo el pupitre del fondo donde se sentaba Yuna

(...)

Asari les había explicado todo lo de la casa, ya que esta era tradicional y antigua a excepción de la otra casa de al lado donde según Yuna, tsuna hacia sus reuniones con otras personas.

– Al parecer tsuna vendrá a quedarse acá junto con todos, Nana cree que sera para convivir...

Pararon la oreja y escuchaban como la fémina hablaba con alguien, acercaron sus orejas a la pared para escuchar mejor.

– Habrá mas destrucción, tendré que crear otra cuenta en el banco, va a explotar de tanto dinero..

¿Destrucción? ¿banco? ¿explotar? No entendían a que se referían, pero querían saber con quien hablaba ya que se suponía que solo ella vivía allí.

– Enserio que a veces creó que me ignoras, mal amigo, mala compañía, mal...

– Ya entendí, te molesta tanto silencio pero espera que llegue toda Vongola.

Escucharon la voz de un hombre con un acento igual al que tenia ella.

Decidieron quedarse en la habitación aunque la intuición de Giotto decía que nada malo iba a pasar, Lampo no confiaba ya que decía que estaba embrujada la casa o mansión japonesa.

– No quiero estar acá – susurro el peliverde asustado

– No seas miedoso – regaño G molesto pateando al peliverde hacia el pasillo

– ¡G! – regaño Giotto – ¿acaso no sabes que hay un fantasma?

– Giotto por favor, fue solo un invento de esa niña – comento el pelirrojo

– P-pero

– Vamos a calmarnos – pidió Asari sonriendo

Escucharon una risa frente a ellos y observaron a Yuna recostada en el marco de la puerta cubriendo su boca.

– Lo siento, me recordé de algo – murmuro tratando de no soltar una carcajada

– A la tortuga azul ¿no? – dijo entrando un pelimorado de ojos azules entrando a la habitación, vistiendo una camisa morada con chaleco negro sin mangas, pantalón negro y zapatos del mismo color

– Creo que ya los he asustado un poco, no mucho, suficiente – murmuro sonriendo – él es Astoria.

– Yo soy el fantasma ¡Buuu! – exclamo divertido

– Es un gusto Extremo – extendió su mano mientras Astoria la aceptaba

–¿Entonces lo del antiguo dueño no era verdad? – pregunto Lampo detrás de G

–A no, eso si es cierto, por eso le rebajaron mucho al precio – contesto mientras ponía un dedo en su mentón –. Pero murió de causas naturales, era ya un anciano solitario que vivía acá.

–Como tú, si quitamos el hecho de que eres joven y vivo contigo – comento Astoria colocándose guantes blancos en las manos

–Alguien quiere quedarse sin bono de navidad – soltó fríamente mientras salia de la habitación

–Nunca me has dado uno.

–Pensaba dartelo, pero ahora no.

Astoria suspiro mientras presentía que el peligro llegaba y tenia nombre, más no apellido.

Reborn.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 14, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

¿¡Esto debía pasar?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora