CAPITULO 1

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Comienzo ha abrir los ojos y noto que estoy dentro de una jaula, estoy prácticamente tirada en una de las esquinas, trato de pararme, lo logro, no puedo tener soporte en mis piernas, me siento muy débil, empiezo ha dar pequeños y torpes pasos tratando de observar que hay a mi alrededor, pero es inútil todo esta completamente oscuro.

En un abrir y cerrar de ojos las luces se encienden la luz llega a mis ojos y tardo en acostumbrarme a al claridad de la luz y noto que un hombre con una bata blanca se empieza ha acercar hacia mi, estoy asustada, no se quien es,donde estoy, cuando esta a pocos centímetros de mi, veo que tiene en sus manos un plato con un sopa -por alguna razón se que es sopa- huele muy bien; Esta enfrente de mi, solo separados por unos barrotes, no se que hacer, caigo hacia atrás del miedo.

-tranquila, no te haré daño- me dijo. El hombre es alto, de piel blanca, cabello castaño oscuro y ojos cafés, de lentes, se ve joven.

Me quedo observándolo unos segundos desconfiada y asustada.

-Párate- me dijo-solo vengo a darte de comer, no te voy ha lastimar-

Eso me deja algo mas tranquila, empiezo a pararme, me doy cuenta que estoy semidesnuda tan solo llevo unas cuantas vendas en el cuerpo.

Me acerco ha el, me da el plato de sopa y me como el contenido, siento curiosidad de saber en donde estoy así que le pregunto.

-¿Donde estoy?- le cuestiono.

El me mira sin responder unos segundos y enseguida me dice:

-tranquila estas bien, no te preocupes por eso, tomate esto- me ofrece un vaso con liquido, lo todo con mis manos y lo bebo.

-Esto te pondrá ha dormir por un rato-

-¿Que?- es lo ultimo que digo hasta que mi vista se empieza ha nublar hasta que caigo completamente dormida.

Horas después despierto, sigo en el mismo lugar pero esta vez todo esta completamente bien iluminado; siento algo pesado y ajustado a mi frente -no recuerdo si lo sentía hace unas horas-
lo toco me doy cuenta que no es mas que unas cuantas vendas, las cuales me cubren parte del cráneo, intento quitármelo pero apenas y lo intento el mimo hombre de la bata blanca me grita:

-Ni se te ocurra quitártelo, te lastimaras-

Supongo que estaba enojado, la forma en que me lo dijo era algo hostil.

-¿Lastimarme?-

-Si, no te quites eso, aun tus orejas no están plenamente desarrolladas-

-¿Que?- no entiendo lo que me trata de decir ¿de que orejas habla? ¿Qué son orejas?.

-No hagas preguntas, y calla-

Obedezco sin protestar, me siento en mis piernas, mientras el se marcha.

Momento después están cinco hombres vestidos de azul, traían guantes, cubre bocas y una soga, se acercan a mi, uno de ellos abre la jaula mientras los otros cuatro entran detrás de el, se acercan aun mas a mi, estoy alterada, uno de ellos me sostiene el otro toma de mis manos y las amarra con la soga, una vez amarradas, me voltean hacia el frente y me sacan de mi único lugar seguro,-el único sitio que conozco- me llevan por un pasillo oscuro hasta una puerta blanca, la abren es una habitación iluminada con luz blanca, en el cuarto hay tres hombres mas de bata y el joven que me dio de comer, esta recargado en una esquina.
En el cuarto hay una silla metálica acojinada, varias computadoras, mesitas con diversos objetos en su mayoría metálicos, recipientes transparentes con líquidos de colores.

-Siéntala aquí- le dice uno de los hombre de blanco a los sujetos que me están sujetando, me jalan y me obligan a sentarme en la silla metálica, me sujetan las manos con los pedestales de la silla, al igual que mis pies.

Intento sacudirme para zafarme de ahí e irme no se ha donde pero irme de este lugar.

-Retírense- les ordena el hombre de blanco de la barba negra, a los hombres que me sujetaron, ellos obedecen y se retiran y cierran la puerta.

Mientras yo me sigo sacudiendo como loca y empiezo ha gritar y llorar, Un sujeto de blanco de piel morena se acerca a mi y me coloca un pedazo de tela en la boca impidiéndome hablar , hago esfuerzos para quitármela pero es inútil.

El de la barba acerca el equipo y comienza a ponerme los líquidos de colores cada uno en un lugar especifico. Estoy tan entretenida que no me di cuenta que me quitaron la tela de la boca y me colocan una mascarilla de plástico verde que cubre hasta la barbilla, de ella empieza ha salir un gas que sabe y huele horrible, empiezo a toser a nadie le importa que me este ahogando con eso. Ciento un pinchazo en el cuello, duele horrible, es esa maquina con los líquidos extraños, es como una caja de metal con distintos contenedores cada uno con una manguerita que lleva hasta una sola aguja.

Me empiezo a convulsionar, mi vista se nubla, lo único que mi cuerpo sigue haciendo es llorar.

Alcanzo ha visualizar al joven que me alimento sigue en la esquina inmóvil, mirándome, a el tampoco le importa mi sufrimiento, de pronto todo para mi se empieza a volver negro, mientras voy cayendo en un profundo sueño...

El experimento 13Donde viven las historias. Descúbrelo ahora