Esta fiesta es basante rara, hay gente... homosexual, y no temen demostrarselo a todos, no tengo nada en contra de ello solo me parece poco común. Y mientras yo estoy en esta fiesta de despedida de año Tadeo está trabajando, es aburrido y extraño sin él, pero Matt insistió demasiado y más encima me dejaron solo en la barra para estar manoseando a unas chicas en la pista de baile.
El chico de la barra solo tuvo que observarme un segundo para notar que no salía seguido.
— ¿Qué hace alguien como tú en un lugar así?— dijo el rubio con una dulce voz.
— Iba a pasar noche vieja igual que todos los años, pero mis amigos insistieron.
— Ya veo. ¿Quieres un trago?— preguntó ofreciéndome algo que, a las luces de ese bar, se veía muy atractivo, pero solo visualmente.
— No tomo alcohol, gracias.
— Wow, eso demuestra que es verdad que no sales con ellos muy seguido.
— No es exactamente eso, es que me da asco y me recuerda a mi padre.
— Oh... Y tu padre no te cae bien.
— Le atinaste. ¿Tienes agua? ¿Un refresco?
— Tengo refresco— yo era el único en esa barra, el resto estaba bailando, manoseandose en las esquinas o simplemente pedían varias botellas de alcohol a la vez y se iban a una mesa.
La noche siguió sin sobresaltos, el cantinero y yo charlamos las dos horas antes de la medianoche, cuando la fiesta llegó a su cúspide, sabíamos que no iba a durar solo un rato más y yo ya quería irme a casa, pero el rubio seguía aquí, mirándome, hablando conmigo y me dió una pizza de cortecía por haber aguantado todo ese barullo. Eso me recordó a Tadeo y cómo le conocí hace dos años.
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「 "Oh, navidad, hermosa navidad, triste y aburrida navidad" Repetí una y otra vez al verme solo, solín, solito en mi apartamento en noche buena, pero no iba a quedarme así... Marqué al delívery y encendí la laptop...
Triste vida.
Llegaron mis tres pizzas tamaño familiar y luego de observar al repartidor de ojos castaños claros y cabello rizado color gris tintado, y pagarle, para aumentar mi estupides le dije, "feliz año nuevo", en lugar de "feliz navidad", seguido de unos segundo de silencio él siguió.
— Estuve a punto de decirte que tuvieras una buena visita de reyes— al menos tiene sentido del humor.
— Dios, me siento tan estúpido— dije entre risas compartidas.
— Suerte que te cruzaste con alguien igual de tonto— Dijo el chico con un guiño, sonriendome y señalandome. ¡Este tipo es genial!
— Jajajajajaja, ay— me sequé una lágrima falsa—. Bueno, te dejo volver a tu casa para pasar noche buena con tu familia...
— No... vivo solo, me mudé hace poco.
— ¿Te gustan las pizzas?
— Si. ¿Por qué?
— No quiero comer solo— hice puchero.
— ¿Vas a confiar en un tipo que perfectamente puede haberle robado al verdadero repartidor y hacerse pasar por él para asesinarte y robar tus pertenencias, incluyendo esas bonitas pantuflas de peluche?
–...
–...
— Sí.— dije mientras caminaba dentro de mi morada dándole paso me dí cuenta de algo—. Oye, ¿cómo te llamas?
— Soy Tadeo, ¿tú cómo te llamas?
— Yo soy Joe, un gusto, Tadeo.」
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Aquella noche fue divertida, resulta que mi mejor amigo es un repartidor de pizza...
...
— ¡TADEO!— tomé mi abrigo y salí corriendo hacia la puerta del bar, chocándome con mucha gente en el camino.
— ¿Qué? ¡Espera!
Cuando ya estaba fuera paré un momento para acomodarme el abrigo y proseguí a pedir un taxi que luego de un momento apareció, me acerqué al taxi y alguien me detuvo tomandome suavemente del brazo.
— Rubio..— acabo de notar lo alto que es a comparación de mí.
— Soy Dan— su voz ahora era fría y profunda.
— Tienes que atender la barra— aun no me soltaba el brazo.
— Dejé un reemplazo, ¿ya te vas?— cuando hizo la pregunta su voz cambió a un tono más dulce.
— Debo hacerlo— él me tiró con suavidad y me miró desde cerca. No... no de nuevo.
Nos encontrábamos cara a cara, nuestras respiraciones se cruzaban, su mirada era desafiante pero a la vez pedía algo, pedía más cercanía... Sus labios se habían separado entre sí dejándome sentir su aliento a menta... Sentía cómo su pulso estaba alterado.
Por otro lado, yo estaba apurado, tenía que ver a Tadeo, saludarlo, abrazarlo y darle las gracias por acompañarme en la peor época de mi vida y...— Vaya comienzo de año— una tercera voz que no quería escuchar justo en ese momento interrumpió mis pensamientos, no quería escuchar esa voz, no así.
— Tadeo...
Fuck...
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Don't stop_
Short StoryJoe es un chico solitario de 19 años que hasta hace dos años vivía solo en un apartamento, y ahora se encontrará con dos personas problemáticas. Odio, celos, rencor... ↝No se admiten copias de esta historia↜