Free day.

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– Tadeo...

— Hola, Joe. Veo que estás pasando un feliz año nuevo— dijo mientras sonreía falsamente.

—Tadeo, iba en camino a saludarte— me solté del agarre de Dan e intenté acercarme a Tadeo.

— Ya veo, estoy algo cansado, voy a casa a dormir— me evitó completamente y se alejaba hacia su moto.

— Tadeo...

 El silencio se hizo al ver como se iba rápidamente  mi mejor amigo en esa motocicleta y un casco en su cabeza, pero ¿por qué? Tal vez que creyó que no volví a casa porque me había olvidado de él, por estar con Dan...

— Oye, lo siento, no sabía que tenías...

— No es mi novio— le interrumpí—. No soy gay.

— Perdón...

— Tranquilo— dije mientras corría hacia el taxi—. Y gracias por hacer que haya valido la pena venir a la fiesta— lo saludé y sin mirar atras partí con apuros hacia el departamento dejando al rubio parado en la acera.

 En el camino metí mis manos a los bolsillos de mi abrigo y encontré algo, era una nota, era la letra de Tadeo...

❝Querido Joe, he querido de...❞

 Una fuerte vocina interrumpió mi lectura. Y el taxista maldiciendo a la familia entera de un loco que cruzó en rojo a toda velocidad justo por en frente de nosotros. Un momento mas tarde habíamos llegado a mi destino y al bajar le dí el dinero al taxista y le dije, "feliz navidad…" Mi mano golpeó mi cara y el taxista, entre risas, arrancó y se alejó.

— Feliz visita de reyes...

— Tadeo— me giré rápidamente para poder verlo—. Lo siento, yo... perdí la noción del tiempo... Y luego salí... Y... Y Dan me detuvo... Y..

— Ya, tranquilo— me dió una abofetada, de esas que siempre me devuelven a la realidad.

— Lo siento... Él y yo no somos siquiera amigos y mucho menos...

— Sé que no eres gay, tranquilo— me interrumpió con esa sonrisa tranquilizadora en su rostro.

— Tú eres mi mejor amigo, me asustaste, imbécil...

— Jajaja, oye. ¿Te gusta la pizza?

— Sabes que me encanta la pizza... ¿De qué trajiste? ¿De qué tamaño? ¿Puedo comerla primero?…

 Charlábamos al entrar... Fue una noche muy buena; películas, pizza, mucho refresco, jugamos a hacer llamadas de broma, todo estaba bien. Pero Tadeo estaba mas cercano, hasta me hizo cosquillas el muy hijo de... Le dí con un zapato en la cabeza... En fin, luego de eso nos quedamos dormidos, en la sala hecha un desorden...

 Cuando me desperté tenía la cara de Tadeo a centímetros de la mía y su mano sostenía la mía, miré a mi alrededor encontrando puro desorden...

— ¡TAD!— exclamé espantado.

— ¿Qué? ¿Qué ocurre?— dijo adormilado y alterado por mis gritos.

— A limpiar...

— Ay, todos los días lo mismo, menos mal que no compartimos habitación...— mientras nos levantábamos él pasaba su mano por sus lacios cabellos y yo acomodaba mi vestimenta.

— Ya, pero eres sonámbulo y pareces un gato al dormir, te acurrucas en mí y...

— No te escucho, shh... Lalalalalalalalala— dijo dejándome muriendo de risa mientras se tapaba las orejas.

— Jajaja, idiota.

 Nos pusimos a limpiar, él por su parte y yo por la mía, terminamos juntos, al mismo tiempo, como siempre.
 Preparé algo de café y vimos caricaturas, espalada con espalada en el sofá, él en su laptop y yo en mi tableta. Era nuestro día libre y decidimos no hacer nada, bonita vida; todo era paz y armonía hasta... El timbre suena... "¿Quién será?" Pensaba mientras caminaba hacia la puerta, miré por el visor y era — ¿¡Johnatan!?— exclamé, era un ex compañero de la secundaria.

— ¿Quien?— preguntó Tadeo desde el sofá.

 Abrí la puerta y efectivamente, era Johny.

— Hola...

— ¡Joe! Te encontré. ¿Qué tal es...

— ¿Qué quieres, Johnathan?— le interrumpí seriamente.

— Ahm... Bueno, es que me enteré que los chicos de la secundaria quieren hacer una reunión y no podías faltar tú.

— Pero si todos nos odiaban, inclusive marqué cada uno de los defectos de cada uno de ellos...— una sonrisa se asomaba entre mis labios.

— Lo sé, fue muy divertido.

— Estoy dentro.

— Genial, aquí tienes la dirección— extendió su mano y me entregó una pequeña tarjeta.

— Va, adios— cerré la puerta en su cara y me dirigí a la sala.

 Leí con detenimiento... era un salón de fiestas... van a hacer una fiesta... voy a arruinar una fiesta. ¡Que emoción!

— ¿Quien era?— preguntó Tadeo mientras se metía un trozo de pan a la boca.

— Un ex-compañero de la secundaria. Habrá una reunión.

— Oh... Vas a arruinarles la reunión— dijo él con una expresión de curiosidad absoluta.

— Así es— sonreí.

— Esto va a ser interesante— dijo con una sonrisa malévola la cual correspondí. Me volví a acomodar como antes.

 Luego de seguir con nuestras actividades sumamente productivas decidimos salir a caminar un poco, como no podía ser distinto hice una estupides y antes de salir me tropecé partiendonos así la madre Tadeo y yo.
 En el suelo adoloridos nos miramos riendonos, quise levantarme pero me resvalé con algo y quedamos cara a cara, yo encima de él, respirando el mismo aire... compartíamos oxígeno. Su cara comenzó a tornarse rosa como los mosaicos del suelo del pasillo donde nos econtrábamos; luego rojo como el marco de la puerta al cual atravesamos. Aunque él fuera mas alto e imponente, yo era bastante mas musculoso y serio; "masculino".
 Yo sabía muy bien que él era bisexual, pero siempre aclaró que no tiene intenciones de salir conmigo, lo que hace que estos momentos de confusión y cercanía lo hicieran ver tierno y era divertido hacer que deje de parecer masculino. Yo por mi lado estaba adolorido y me divertía por la situación, creo que me gusta jugar a esto... no voy a volverme gay solo por jugar... estoy seguro...
 Me levanté de él y le ayudé a levantarse del suelo también, después de una sacudida de vestimenta y ver como su tono rojizo no se iba fácil, partimos al parque.

↡↡

 Volviendo a casa jugamos una carrera para ver quien tomaba el baño primero... él ganó con sus largas piernas. Despues de su baño puso música y entré yo a ducharme mientras él bailaba, yo era un tronco para bailar, o no me gustaba, nunca bailé realmente.
 Salí del baño vestido ya con ropa cómoda y decidimos tomar una taza de leche con chocolate coronando, así, el día libre perfecto, pero no acababa ahí, ya que con la cena que fue preparada por Tad, la cual quedó espléndidamente exquisita, el día, y comienzo de año, fue totalmente inmejorable. Luego de cepillarnos y enjuagarnos los dientes decidimos ir a dormir y nos despedimos el uno del otro.

— Hasta mañana, J— pronunciaba mi inicial en ingles como modo de apodo.

— Hasta mañana, Tad— chocamos los cinco como todas las noches y fuimos a nuestras respectivas habitaciones.

 Esta vez tardó menos, solo 1 hora de sueño continuo para ver entrar a Tad por la puerta de mi habitación y recostarse a mi lado junto con su almohada; sus leves ronquidos eran como de un niño y el cómo se hacía una bolita estando a mi lado le hacia ver muy infantil; puse mi mano sobre su cabello y lo revolví

❛Descansa❜

Don't stop_Donde viven las historias. Descúbrelo ahora