[6:00 a.m. lunes]
- ¡Juvia!- Teresa grita.
Ugh... ¡¿Ya es lunes?! Mierda el fin de semana seguro pasa rapido. Voy a ignorar la voz chillona de Teresa.-¡Juvia!- Me grita Teresa de nuevo.
Mierda ¿soy yo o cada vez su voz se pone mas chillona y jodona?
- ¡Mierda Juvia es la tercera vez que te llamo!- me grito en el mismo oido.
Que dulce ¿no?
- Mierda Teresa cada vez tu voz me molesta más.- le dije mientras me estiraba un poco.
Ella solo me fulminó con su mirada y salio de mi cuarto a lo que yo le respondí virando los ojos. Sabía que si me volvía a dormir Teresa iba a volver a gritarme o peor aún iba a recurrir a la violencia, así que me estiré un poco más y me levanté de la cama para ir a bañarme. Después de un rápido baño caliente me fui a vestir. Me puse un pantalón corto y una camisa de manga corta de color vino, mi color favorito. Me desenrede el pelo y me hice un medio moño lo que no iba a hacer mucho efecto con la calor que hacía y con lo largo que es mi pelo (me llega por debajo de las nalgas). Estábamos en pleno Abril y hacia un calor de madre por eso me puse ese atuendo. Baje las escaleras y me dirigí a la cocina donde me encontré a Grayson desayunando junto a mi madre. Pablo seguramente ya se había ido al trabajo y por eso no estaba con ellos.
- Buenos días perezosa.- me dijo Grayson con una mueca.
- Buenos días a ti también estúpido.- le dije virando los ojos a lo que me respondió con una de sus hermosas sonrisas.
Honestamente si no fuera mi hermano ya lo hubiera hecho mi novio.
Estuvimos hablando cosas sin sentido mientras desayunabamos hasta que dieron las 7:15.
- ¿Via quieres que te lleve a la universidad?- me dijo Grayson.
-¿Quieres decir que yo te lleve al trabajo Gray?- le dije cruzándome de brazos.
Aqui vamos de nuevo con la pelea matutina.
Nuestros padres pensaban que era estúpido comprarnos dos carros separados cuando podíamos compartir el mismo carro. Y esa si que es la idea mas mierda que haya escuchado en mi vida.
- Vale vale tu ganas hoy, no estoy de humor para esta pelea hoy.- me dijo Grayson.
- ¡Yay!- dije antes de abrazarlo fuertemente pero él envés de devolverme el abrazo me levanto como si nada y me puso sobre su hombro.
- ¿¡Que haces Grayson!?- le grite mientras Grayson me ignoraba y salía corriendo hacia el auto.
No, no ¡me cojio de nuevo! ¡Me a hecho la misma broma tres veces!
Grayson me sentó en el asiento del pasajero y le puso el seguro de niños antes de que yo pudiera reaccionar.
- ¡Maldito te odio!- le grite y fruncí el ceño mientras él encendía el auto riéndose.
- ¡Te amo!- me dijo entre risas.
Maldito...