4/1/18

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Mierda de día. No dormí mucho, pues por haber procrastinado demasiado y distraerme toda la tarde de ayer, tuve que ponerme a leer en la noche. Apenas llegué a la mitad del libro. En la prueba me fue pésimo, pues literalmente el profesor nos mandó a reescribir el último capítulo, el cuál no alcance a leer. No es su culpa, yo fui el irresponsable.
No pude regresarle la mirada al chico, literalmente no nos dirigimos la palabra en todo el día. Y debido a que solo pensaba en el y como me reemplazó como un teléfono de apple cada año (aunque esta vez literalmente en 1 día), no pude concentrarme en las clases. No tenía con quien hablar. Pues le juré al chico que guardaríamos el secreto. Solo Mathy lo sabe. Pero no puedo hablarlo con nadie más. Pues trato de no romper promesas.
Quería hablar con mi mejor amiga, pero la verdad es que ella no es buena guardando secretos, ni tampoco aparentar no saber algo.
Quería hablar con alguna de mis amigas, pero tenía miedo de que se enojen conmigo por ser tan puto.
Quería hablar con mis compañeros, pero ellos se llevan con el chico que se me declaró, y tampoco son buenos guardando secretos entre sí.
Quería hablar con alguien, pero nadie era apto para hacerlo, excepto Mathy. El era el más comprensivo y maduro entre todos ellos. Pero no estaba para abrazarlo o acostarme en sus piernas para gritar o hablar.
Ese día hasta ahora en el año, ha sido uno de los peores.
Olvidé mencionar que evitó decirles cosas a mis padres y a mi hermana, ellos no saben casi nada de mi vida, solo la superficie del Iceberg. Esto se debe a que no confío en ellos, (a excepción de mi hermana) pues son muy apegados a mis demás familiares y ellos son muy chismosos. Lo digo por las cenas familiares (Mi familia de parte de papá vivimos la gran mayoría en la misma casa). Principalmente mi abuela.
Entiendo que su vida se tornó aburrida, pues no puede salir mucho de casa y no puede hacer muchas cosas, pues se cansa rápidamente y no puede caminar sin su bastón. Pero literalmente cuando se entera de algo, se lo dice a sus "comadres" y a los demás de la familia. Como si fuese noticias.
Por eso evito hablar acerca de mi vida con ella, incluso cuando se que ella si escucha primero y luego habla. También, la gran mayoría de mis familiares por ambas partes son demasiado apegados a la religión. Mas que nada los adultos, mis primos son todos cheveres, al menos con los que más interactuo.
En fin, no tenía con quien hablar, siempre fue así.

365 Días (2018)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora