—Y dime ¿Como te fue con el bombón?— Preguntó Chae a Lalisa al llegar corriendo a su oficina con una sonrisa picara, susurrando en un tono que de hecho cualquiera podría escuchar. Se la notaba emocionada, intensa. Así era ella.
Park Chae Young era la hermana mayor de la tailandesa, solo por unos meses.
Esta había perdido a sus padres en un accidente de auto en el que milagrosamente solo fue victima de un par de lesiones. Siendo la única sobreviviente de la tragedia a los tan solo 16 años.
Así es como los Manoban, en un viaje de negocios a Australia notaron el potencial de la joven Chae y decidieron adoptarla. Desde ese entonces, la chica recibió un intenso entrenamiento de capacitación en los negocios junto a Lalisa.
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Ella era tan ágil en estos como su joven hermana, pero con una personalidad mucho mas despreocupada, se permitía ser irresponsable ya que confiaba indudablemente en si misma y sus habilidades.
Era la única en la cual la menor confiaba ciegamente, aunque no se lo demostraba e intentaba ser lo mas fría posible. La mas conocida como Rose dentro de los negocios por ser bella y parecer frágil como una rosa pero tener las espinas mas dolorosas era alguien a quien la pelinaranja admiraba mucho en secreto.
—¿Hmm? ¿De quien hablas? — Preguntó la otra algo desinteresada mientras terminaba su ultimo trabajo para poder dejar la oficina. Llevaba unos lentes de descanso, su apariencia se veía mucho mas agotada que al comenzar el día.
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—¡Por Dios Manoban! Esos lentes deben necesitar mas aumento— Exclamo exagerando su indignación —Hablo de Kim, la preciosura que tienes como secretario.— Dio un largo suspiro —¡No entiendo como no aprovechaste esta oportunidad que te dio el Señor, mas conocida como tu hermana que lo contrató!—
La pelinaranja levanto la vista de la pantalla de la computadora portátil apoyada en su escritorio —¡Park Chae Young! ¡No me digas que lo elegiste solo por su apariencia!Eso es totalmente irresponsable—Sonaba molesta en su voz, pero su cuerpo seguía tranquilo, centrado en la computadora y el trabajo.
—Sin embargo veo que se llevan bastante bien...—Sonrió mordiéndose la lengua.
—Para tu suerte el chico es competente.— Soltó la otra de una manera bastante fría y seca —Si no estarías en graves problemas.—
—"El chico" ¡Por Dios! Lisa ¿Cuantos años tienes en verdad?— Iba a seguir pero sonaron unos golpes en la puerta.
—Adelante—Dijo la tailandesa en un tono de voz un poco mas fuerte, suficiente para que la escucharan, sin apartar la vista de la pantalla.
—Señorita, le traje el café que solicitó ¿Precisa algo mas?— Dijo Taehyung de una manera serena. Con solo escuchar su voz, cualquiera podría olvidar sus problemas por unos minutos.
Automáticamente, la jefa, ya con algo de ojeras, le dirigió una mirada de agradecimiento recibiendo la taza. Estaba por abrir la boca para pedir algo mas, cuando su hermana la detuvo.
—Claro que no quiere nada mas— Sentenció con una gran sonrisa —¡Santo cielo Lalisa! ¿Tenerlo hasta estas horas aquí aun cuando todos ya se fueron? ¡Eso es trabajo esclavo!— Amaba exagerar.
La menor suspiro profundamente. -Dios dame paciencia- pensó
—Claro TaeHyung, ya deberías ir a descansar. Que tengas unas buenas noches.—
El chico abrió grandes los ojos e intento ocultar una gran sonrisa algo burlona. Mientras, la australiana se partia de la risa.
—¿Que ocurre?— Preguntó Lalisa algo confusa y molesta. No le simpatizaba demasiado la idea de que se rieran de ella.
—¿T a e h y u n g?— Respondió Rose, remarcando cada letra —Creo que el estrés laboral te esta afectando—Siguió entre risas.
El color de la mejillas de la tailandesa se tornaron de un color lijeramente rosado, habia notado lo que habia dicho. Habia tratado a su empleado que acababa de conocer ese dia por su nombre.
—No sabia que nuestra relacion iba tan rapido, señorita Manoban— Bromeó el secretario, haciendo estallar nuevamente a Chaeyoung. Este se puso serio inmediatamente, borrando la hermosa sonrisa de su rostro. —Lo siento, eso estuvo fuera de lugar—
Para sorpresa de ambos la mujer tan seria y rigida solto una risa algo muda, tapando su rostro con una mano —No se preocupe Kim, ya puede ir a casa— Seguia riendo levemente.
Al irse el joven, la hermana de la otra la miraba asombrada —¿Que has visto un fantasma detras de mi?— Bromeó —¿¡Manoban Lalisa se rio de un chiste y ahora bromea!?¡Joder! ¡Tengo que traer mas secretarios!— Se sentó asu lado con cara de sorpresa aun.
—No tienes remedio Park— Rió leve la otra, dandole un pequeño empujon.
