[Sugerencia de música para este capítulo:
"3 meses, 2 días, 9 horas, 38 minutos... 39...40...41..."
Cuenta una voz en la oscuridad, se oye tan cansada, tan débil, tan rota... Es el tiempo que lleva sin saber absolutamente nada de ella. Vive sin vivir, sin dormir, sin comer, sin beber, solo existe para abrazar su móvil en la cama, esperando el milagro que no llega. Solo a menudo consigue algo de fuerza para tomar el portatil y hacer otra vez la misma inútil búsqueda en la red. Así son todos los días y noches de Jade desde que ella desapareció.
Simplemente desapareció, la mañana despues de pelear por una tontería, como es común en una pareja... aún una tan "extraña" como esta. Ellas estaban tan enamoradas como distantes, tan cerca como para escuchar la respiración de la otra, pero tan lejos como para nunca sentir su calor.
El amor derriba enormes fronteras, viaja inmensas distancias y resurge hasta de la más apagada ceniza.
¿Es esto una tontería? ¿Una etapa? ¿Una inmadurez? ¿Una simple fantasía?
Las relaciones a distancia así son definidas... Y la suya, tan imposible como lo sería físicamente, es quizás la más complicada. Entre amor, deseo, momentos compartidos, tiempo que pasaba, Jade fue conociéndola más, enamorándose más y más... Hasta que la conexión entre ambas se volvió más profunda que la red.
Tan fuerte era este sentimiento que traspasó, sin quererlo, la barrera de lo corpóreo a lo espiritual. De alguna manera, Jade podía sentir cuando las cosas no estaban bien. Porque si bien prometieron que la "relación" terminaría en cuanto alguna de las dos encontrara una pareja en sus respectivos sitios, eso no había ocurrido y Mar desapareció.
Los mensajes en whatsapp no le llegaban, como si su movil se hubiera apagado, mas nunca volvió a conectarse a ninguna otra red social, ni a publicar estados, ni a dar ninguna señal de vida.
Y sin importar cuanto quisiera mentalizarse, Jade sentía que todo aquello no estaba bien, que no tenia razón suficiente para irse de aquella manera...a menos que algo sério le pasara. Y es por ello que buscaba su nombre en la red, una y otra y otra vez, llegado al extremo de leer cada noticia de los diarios de su ciudad con la esperanza de encontrar algo sobre ella. Pero nada ocurría.
Hasta que un día recibió una llamada en el skype, que mantenía activo y conectado las 24 horas del día.
Jade: ¿¡MAR!? ¡M-mar por dios! ¿Dón-snif-de estabas?
...: Soy su padre. ¿Tu eres Jade, no?
El llanto de felicidad de Jade se transforma en uno de miserable dolor. Y con el corazón en la boca responde:
Jade: S-si señor soy yo. Dígame por favor... ¿Mar esta bien? No me ha hablado en meses y---
...: No. Mi hija desapareció. Y si has sido tu, hija de puta, devuelveme a mi hija. Voy a denunciarte por esto, viajaré hasta allí. ¡Sé que la tienes!
La voz de aquel hombre se oye quebrada, desesperada al punto en que la alza de tal manera que un grito suyo parece ser al menos un alivio para él. Jade tarda en responder por el impacto y las lágrimas que no le dejan hablar.
Jade: No señor, no esta aquí. Se lo juro... -sollozos- Puede venir, puedo darle todos los datos de mi casa, que me registre la policía, haga todo lo que deba... Pero ella no esta conmigo. No sé donde está...Llevo 3 meses sin hablar con ella. ¡3 meses que no se nada! ...Dios, por favor.
Se quiebra, finalmente, comienza a llorar al micrófono. Alcanza a escuchar el dolor en el llanto del padre al otro lado de la línea. Ambos lloran por varios minutos sin saber cuando parar y la desolación es tanta que parece que nunca acabará. El padre, sin embargo, tiene más fuerzas y decide confiar en Jade, por las veces que su hija sonrió contándole de ella. Comienza a relatarle todo lo que sucedió, que una mañana marchó a la escuela y más nunca regresó. A pesar de que la buscaron en cada rincón de la ciudad, de haberle seguido la pista a las redes de trata de personas, de extender su búsqueda más lejos aún de las fronteras...no daban con ni siquiera una pista, ni rastro, ni siquiera encontraron testimonio alguno de su paradero. Todos dijeron que ella no llegó a la escuela aquella mañana. Investigaron a todos quienes se relacionaban con ella pero dejaron fuera a los que no vivían allí, conseguir sus contactos era difícil pues para ello el padre tuvo que hackear todas sus redes sociales. El peritaje no llevo a nada hasta que dió con el contacto de Jade...la cual era su última esperanza.
Pero, sintiendolo hasta en el alma, Jade le dijo todo lo que sabía y nada era de ayuda, ni para la búsqueda, ni para declarar siquiera ante un juez. No podía ser culpada, todas las conversaciones que tuvo con la menor fueron eliminadas de los datos, en todas las plataformas en las que las había tenido. De algún extraño modo, no había rastro de que ella hubiera siquiera hablado con Mar alguna vez.
Jade aportó sus datos, policias y detectives locales investigaron de pies a cabeza su hogar, la interrogaron, la llevaron a un tribunal, pero no obtuvieron nada...
Cumplido el cuarto mes, la esperanza se perdió completamente y el suicidio se convirtió en en la única luz al final de un oscuro túnel de sus peores pesadillas... Una noche lo decidió: tomo todos los medicamentos suyos, los de sus padres, los de su hermano, incluso le robo alguno a un familiar. Y con ayuda del agua de una botella fue tragando uno tras otro hasta acabar las plaquetas. Dejo una nota de suicidio en la mesa y se recostó en su cama para cerrar los ojos por última vez y para siempre...
. . .
En el segundo en que suspiró, abrazó su móvil con fuerza y este... comenzó a sonar.
"I, I love you, like I love song, Baby~..."
Escuchó claramente su tono, el de ella... Sus ojos se abrieron de pronto y con urgencia lo encendió para ver que, efectivamente, le llegó un mensaje suyo, un audio de apenas 6 segundos. Pero era demasiado extraño, todos los mensajes que Jade mando anteriormente figuraban con un solo check, nunca le llegaron, la hora de última conexión de Mar había sido hace meses, pero el audio suyo de hace 5 segundos estaba allí...
Con dificultad y dolor, Jade se arrastró de la cama al suelo y lo único que vino rápido a su mente para salvarse fue meter sus dedos hasta su garganta y vomitar las pastillas que se trago. Fueron varios minutos de agonía, expulsando todas las pastillas que su cuerpo no había digerido ya. Las demás estaban haciendo estragos en su sistema, pero le dejaron un margen de vida suficiente para estar conciente un minuto más. Minuto en el cual le dio "play" al audio y escucho entre horrendas interferencias:
". . . ¡Jade! . . . Estoy-e- . . . Silent- - - ¡HILL! - - - *Llanto* - - - Por f--- Jade...*Llanto*. . .Ven."
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Silent Hill "Broken Soul"
General FictionJade es una chica de 21 años que pierde todo contacto con la muchacha que ama, despues de meses se entera de que ha desaparecido. La noche en que iba a suicidarse recibe un audio de ella diciendole que está en Silent Hill. Al emprender un sacrificad...