I ONCE LOVED YOU

01

LA FOTOGRAFÍA OLVIDADA

«Siempre gana quien
sabe amar.»

—Hermann Hess

     Jung Ho Seok y sus compañeros de BTS iban a mudarse. Afortunadamente para ellos, Bang Sihyuk, —el fundador de Big Hit—, tuvo consideración de mudarlos a un apartamento, ¡los más caros de Seúl! ¡Vaya cortesía! Era íncreible que tuvieran aquel regalo por anticipado debido a las fechas navidadeñas.

    Los siete miembros lo agradecieron con todo su corazón. Estaban emocionados pues, juntos habían convivido alrededor de siete años por lo que, ninguno iba a considerar el separarse ni vivir en apartamentos diferentes.

    ¡¿Cómo podrían?! Mantenerse unidos era una prioridad importante; eran un equipo excepcional, porque habían compartido sudor y esfuerzo.

    Ho Seok o mejor conocido como J-Hope en la industria, el más hablador del grupo, se preguntó enérgico como serán las habitaciones del lujoso hogar mientras los demás, guardaban en las valijas sus pertenencias. Era un ruidoso caos. Risas y exclamaciones, movimiento y sonrisas pegadas en la cara, la energía positiva del ambiente conservaba la juventud inquieta de aquellos muchachos.

    —¡Hyung! ¡No olvides guardar tus calzones! —bromeó Jung Kook hacia Ji Min.

    —¡¿Qué dices?! —alegó Ji Min, acabando en un estallido de risas y amenazó en una broma: —Entonces tú no olvides tus revistas y mangas, ¡o las voy a tirar!

    Yoon Gi negó con su cabeza, una caja llevaba en sus brazos:
    —Ah, Dios... Son muy ruidosos.

    En segundos, fue interrumpido por la presencia de su mayor: Kim Seok Jin.

    —¡Yo te ayudo! —Guiñó, lo hizo sin darse cuenta, todo por un breve contacto visual.

    Tan natural, que añadió a su expresión una sonrisa irresistible y abrumante frente al integrante más perezoso y de fachada desinteresada como lo era Min Yoon Gi. Aunque en el fondo, este si se preocupaba por sus amigos. En ese instante, Yoon Gi se sintió liberado, no le importó, excepto intentar descansar al tirarse rendido sobre el sofá del salón.

     Que agradable era no hacer nada. Estiró sus piernas y cerró sus ojos sin más.

     Kim Nam Joon murmuaba un fragmento de una canción, meditaba y daba vueltas por la sala. Ningún miembro deseaba que en el proceso de la mudanza algo se destruyera por culpa de él. ¡Era por el bien de todos! Nam Joon era el más torpe, con tendencia a romper hasta lo que no parecía fácil de destruir. A pesar de ello, él no se detenía en componer. Literalmente, respiraba y comía música.

    Ho Seok se apartó de todos para terminar de poner en orden su ropa; y, quitaría los juguetes y regalos de sus fans que estaban en su estantería para guardarlos en una maleta de viaje. No deseaba abandonar esos regalos que con tanto amor le entregaron.

    Sin embargo, un pequeño marco con un dibujo cayó detrás, por lo que tuvo que mover el mueble con esmero —odiando por completo la idea de ejercitar sus brazos—, ¡lo único que lo motivaría a ejercitarse es el baile!

    —¡Aigoo! ¡Si tan sólo pudiera mover las cosas con una varita y gritar hechizos como en Harry Potter!

    Hoseok comenzó a alzar sus brazos rídiculamente, apuntando con sus «mágicos» dedos, su concentración era pura y exagerada.

     —¿Qué haces? —preguntó Tae Hyung, inflado por la curiosidad al ver a su amigo en una situación rídicula. El joven lograba enseñar en su expresión, una curiosidad y complicidad geniuna: —¡También quiero intentarlo!

     Entre ambos comenzaron a explotar sus habilidades: Ho Seok bailaba, provocando que su cabellera pelirroja se desarmara; Tae Hyung cantaba con su peculiar voz «Hotline Bling» de Drake, apoyó el baile, después el primero se sumaría en el coro. No iban a mover ni un centímetro la pieza solo que, era sin duda divertido hacer el tonto frente a un tieso mueble. Que de seguro era más afortunado que cualquier ARMY por tener un improvisado espectáculo en vivo. ¡Y vaya qué lo era! Ambos estuvieron así durante unos minutos mientras se reían.

     —Esto no funciona, Ho Seok hyung.

    —Tienes razón. Sólo... Empujemos, ¿está bien? —Se posicionaron más decididos—. A la cuenta de tres. Uno, dos, ¡tres! ¡Empuja, empuja!

    —Hyung —llamó su compañero mientras ejercía fuerza, su voz sonaba ronca y grave, más de lo usual—. ¡El bebé ya viene en camino!

    Ho Seok comenzó a reírse con tanta energía que su abdomen le dolía, perdió la fuerza, dejando que sus brazos se relajasen al momento. De todos modos, habían logrado moverlo un poco y eso animó a los dos, chocando los cinco al formar un gran equipo. Ho Seok agradeció a su amigo, éste se retiró pronto reverenciando, satisfecho de haberle dado su ayuda.

    Tras quedar solo, recogió el dibujo pero, se percató de algo más tendido en el suelo: Se trataba de una fotografía al revés pegada contra la pared. ¿Cuánto tiempo habrá estado escondida y olvidada aquella foto? La levantó, entonces sus ojos, que antes estaban llenos de vida, se opacaron y dieron paso a una seriedad súbita.

     Sus pasos lo guiaron a la puerta, la cerró sumamente sin despegar su atención de la fotografía con cierto polvo que limpió. Era él. En su versión más joven y feliz, junto a una chica a que tomaba de la cintura. Se veían, al parecer, contentos y crédulos frente a la cámara. Él recordó aquél día con un pesar abrumante. Caminó hacia la cama para sentarse, necesitando un apoyo porque sintió que su mundo central se iba a desplomar sobre él.

      El piso temblaba, ¿o era su corazón el que lo hacía? Poco a poco, fue empujado a recordar con una sonrisa amarga en sus labios. 

PIE DE PÁGINA:

( 1 ) Hyung es común entre amigos coreanos que sean cercanos (u hermanos). Esto solo se lo dice el menor al mayor. 

( 2 ) Aigoo es algo así como: ¡Ay! Un lamento cuando nos frustramos, por ejemplo.