I ONCE LOVED YOU

02

ASÍ FUE COMO COMENZÓ

«¿Por qué estás
sacudiendo mi corazón?»

-BTS; Boy In Luv

Él tendría unos quince años cuando conoció a Park Ha Yun en la secundaria. Ella era nueva y hermosa, por eso ningún varón de su clase le quitó los ojos de encima. No quería admitir en voz alta sus celos ardientes. Ella, cegadora como los rayos de sol durante los veranos más calientes; su sonrisa era humilde y modesta con mirada enternecedora, de esas que atraviesan el alma.

Intentó guardar la compostura cuando la profesora la asignó junto a su asiento pero, falló al mostrarse completamente aturdido por su presencia. Su queja mental lo ayudó a enfocarse en la realidad y apartó la vista para dirigirla al pizarrón.

-Yo te conozco -dijo ella confidente, sin ocultar su extrovertida personalidad.

Ho Seok se puso nervioso al instante y dudó de sus palabras. ¿Ella lo conoce? ¿Cómo? ¡Si jamás la ha visto! Permaneció en silencio al meditar profundamente en ello, mirándola incrédulo una vez que intentaba asimilar lo que había dicho.

-Te he visto bailar en la calle. Eres genial -añadió Ha Yun después, quitándole el lío que se se había creado en su cabeza por una simple frase.

¡Diablos! ¿Cómo pudo obviar ese detalle? ¡Eso lo explicaba todo! Intentó relajarse sin una respuesta afirmativa ya que solo quedaba duda, quizás su compañera de asiento notaría la tensión en sus hombros y boca, sus gestos torpes al intentar retener en sus dedos el bolígrafo, en vano, porque escribió garabatos sin sentidos en su cuaderno de apuntes. En la lejanía, la voz de la profesora, la cual ignoraba al haber perdido toda su concentración.

-Gracias... -murmuró tímido, respondiéndole tardío para no perder su atención-. Me encanta bailar, me esfuerzo en practicar a diario -añadió por fin, sin querer parecer alguien altivo sobre sus virtudes.

No era un chico introvertido, más bien ella lo intimidaba con su amigable acercamiento. Sus ojos la contemplaron, fingió estar pendiente de la clase, cuansonen verdad estaba contando sin querer las hebras de sus cabellos castaños, anhelando la forma de sus carnosos labios con un ligero labial melocotón. Sonrió bobo y Ha Yun volteó al percatarse de la intensa atención que él le otorgó.

Ella pestañeó, devolviéndole una expresión coqueta que le provocó a Ho Seok un flechazo inmediato. El chico carraspeó y puso nuevamente su concentración en la clase, pero eran matemáticas, ¡la materia que detestaba! Era preferible resolver la fórmula de porqué ella era tan enigmática, misteriosa y gentil, que solucionar problemas aburridos.

. . .

No quiso admitir de ninguna manera lo que Ha Yun le provocaba en sus sentimientos, era una sensación fuerte, inexplicable y tronadora. Era díficil ocultarlo, convirtiéndose en una noticia evidente para todos en la institución que asistía. Ni siquiera paró de cuestionarse si ella habrá notado sus sentimientos aflorados, casi hormonales que podrían volverse irrespetuosos, de hecho, cada vez que se le acercaba, creía que su corazón lo iba a escupir por la boca de lo fuerte que latía. Temía que ella pudiera escuchar el ritmo de sus latidos en la distancia, solo cuando sus ojos se cruzaban. Así, gradualmente, Ha Yun se convirtió en una inspiración para sus pasos de rutina al verla a diario durante sus prácticas de baile. ¿Por qué no? Todos los artistas tenían a sus musas y él soñaba desde antes en convertirse en bailarín, una ambición firme que nadie iba derrumbar.

-Hoya, ¡no te distraigas! -regañó uno de sus compañeros de danza ya que, Ho Seok perdió el ritmo de la coreografía en el instante que vio a su amiga.

Ha Yun se encontraba sentada en el pequeño salón de práctica. La saludó dando un pequeño cabeceo sonriente, ella le devolvió el gesto con entusiasmo. Se volvieron cercanos en poco tiempo, por ende, no era extraño que quisieran verse de manera constante, por necesidad. Sus amigos le dijeron que debería confesarse pronto, aunque a él le atemorizaba que su amistad puediera verse arruinada con sus sentimientos de enamorado. Lo típico en muchachos inseguros sobre los sentimientos de la otra persona. Sin embargo, Ha Yun parecía esperar en silencio en que diera el primer paso: Invitarla a salir, cuestión que ni él creyó.

Tras terminar el horario de ensayo, se acercó a ella con una botella de agua en la mano, le dio un gran sorbo, lo que le hizo sentir una sensación de frescura y saciedad.

-¡Eres impresionante, Jung! -alabó la chica, río divertida y se esmeró en observar la manera en que Ho Seok se refrescaba.

-¿En serio? ¿Crees qué ganaremos?

-¡Por supuesto! Confía en ti mismo, ¡fighting! -Ha Yun levantó su dedo pulgar, totalmente animada por el bailarín novato.

Él en cambio, rió, sentía hormigas y cosquilleos incontrolables. Eran sus hormonas. Era la química del amor que nubló su mente.

-Nuestro grupo quiere audicionar para JYP Entertainment -avisó confiado.

Aquella noticia obligó a la chica a levantarse y tomarlo de sus manos.

El muchacho abrió sus ojos, sorprendido por ese gesto cariñoso que le resultó inesperado. Era la primera vez que era en extremo íntima con él. Sus manos femeninas eran tiernas, delicadas, un arrullo a los sentidos al presentarse cálida. Tragó saliva, debatiéndose a sí mismo que debería hacer y la contempló lo más sereno que pudo. Al menos como hombre para evitar lanzarse a sus deleitantes labios. Resultaba una tentación, la promesa del paraíso en forma de boca.

-Jung Ho Seok... -susurró ella-. Tu grupo pasará. Sabes que pasará. Tienen un talento asombroso, naciste con el don del baile. ¡Es tu destino!

El joven mordió sus labios, con ganas de decirle:

-Park Ha Yun... ¿Tú quieres estar en mi destino?

PIE DE PÁGINA:

( 1 ) Hoseok usaba antiguamente un apodo como bailarín callejero: SmileHoya, así que intuí que quizás, sus compañeros del grupo le llamarían Hoya con cariño.

( 2 ) Fighting!: Es una expresión de aliento similar a: "¡No te rindas!", o literalmente, "¡Lucha!"