CAPÍTULO 3

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PJM

— Ese es el costo de la mensualidad pero te haremos un descuento por ser estudiante —la señorita anotaba todo en un libro grande— ¿Cómo dices que te llamas?

— Park Jimin —conteste mirando a mi alrededor, el gimnasio era realmente grande pero las maquinas ocupaba la mayor parte de él de manera que apenas podías caminar entre ellas—.

— ¿Sólo una hora diaria?

— ¿Puedo cambiar el número de horas después?

— Si, puedes aumentar o disminuir las. Aunque el costo de tu mensualidad depende de ellas —dijo mientras me entregaba una tarjeta propia del negocio— si tienes alguna duda, llama y te atenderemos con gusto. 

— Gracias —le di una sonrisa a la persona que me atendió y me fui del lugar—.

Iba caminado por las calles cuando recibí una llamada de mi madre.

— ¿Hola?

— Jimin ¿Puedes pasar a la heladería y traer dos litros de helado de chocolate?

— Si ma'

— Gracias Jiminnie, regresa con cuidado —se despidió para después colgar—

Me desvíe unas cuantas cuadras para llegar hasta el lugar. Empujé la puerta y un característico tintineo se hizo presente en el lugar normalmente saturado de jóvenes adolescentes ligando o pasando un buen rato con sus amigos después de un tedioso día de escuela. Mi mirada se dirigió a una pareja en especial, Jungkook y TN, quienes estaban en la barra ordenando.

— Yo quiero un helado de fresas con crema ¿Y tú Kookie? —¿Desde cuando se llaman por apodos tan cariñosos? Este tipo de escenas me molestaban cada vez más pero no podía evitar escuchar cada cosa que decían. Por Dios creo que me estoy obsesionando con está chica, debo de dejar de ser tan entrometido en la vida de alguien que ni siquiera me conoce—.

— A mi sólo deme un coctel de frutas —ordenó Jeon poniendo un brazo alrededor de los hombros de TN. Mierda—.

— ¿No quieres un helado... O prefieres una paleta?

— No pequeña, estoy a dieta. Las competencias de atletismo se acercan y necesito mantener mi cuerpo en las mejores condiciones posibles —sus grandes manos acariciaban con ternura la cabeza de TN haciendo que algunos de sus cabellos quedaran fuera de su lugar —.

—- ¿Eso significa que ya no nos veremos tan seguido? —un puchero apareció en el bello rostro de mi chica ¿Cómo se respira? —

— Tranquila, una vez pasando las competencias te prometo que te lo compensaré —trinquili ini viz pisindi lis compitinciis ti primiti qui ti li compinsiri. Estúpido Jeon deja a mi chica—

—Disculpen pero hay gente que estamos esperando hacer nuestra orden y tenemos prisa —gruñí, en verdad me ponía de malas ver a Jeon coqueteando con la futura madre de mis cinco hijos—

— Lo sentimos —se disculpó TN haciendo una reverencia mientras me veía de una manera extraña—

— Yo lo siento, me alteré un poco —no podía quedarme de brazos cruzados sabiendo que la pude haber lastimado, JungKook sólo mantenía su mirada en mi sin decir una palabra—

— Vamonos TN, te llevaré a tu casa —habló por fin el último mencionado, el empleado les entregó sus helados y ellos se fueron. Lo había jodido todo, otra vez—

Caminaba de regreso a mi casa con los litros de helado que me había encargado mi madre. Unas chicas con un MUY buen cuerpo pasaron junto a mi, no pude evitar quedarme embobado al verlas, una de ellas comenzó a hablar y por desgracia la escuché.

— ¿Ya viste todo el helado que lleva?

— Si, seguramente va a ir a su casa a comerlo en menos de diez minutos.

— ¡Qué asco! En vez de que se preocupe por su físico sigue tragando como cerdo. Así nunca conseguirá novia.

Las palabras de la chica me hicieron pensar demasiado durante el resto del camino a casa, las dijo como si yo fuera sordo y no escuchara, o como si no me afectaran. Sé que tengo kilos demás, pero no es necesario escucharlo cada cinco minutos. Tampoco pude evitar pensar en TN, ella es una chica demasiado hermosa y delgada, una persona como yo jamás tendría oportunidad con ella, nunca me mirará hasta que baje de peso...

— Aquí está el helado que me pediste.

— Gracias Jiminnie, ven y siéntate, te preparé tu comida favorita. Pechugas rellenas fritas con papas a la francesa y salchichas cubiertas de queso —la comida se veía deliciosa, pero era demasiada grasa, me costó mucho no comer durante el descanso en la escuela y no voy a arruinar eso de un momento—

— Gracias mamá, pero no tengo hambre, me siento satisfecho con lo que me mandaste.

— ¿Me vas a dejar la comida? Me esforcé mucho preparándola, por favor, prueba aunque sea un bocado—no podía decirle que no a las súplicas de mi mamá, así que me senté y comí. Cada vocado sabía excelente, pero también se sentía tan malditamente culposo—

Intentaba no hacer ruido con mis arcadas. Finalmente la culpa me ganó, busqué en internet que debía hacer en estos casos y encontré una página donde me explicaba que vomitando iba a eliminar casi todas las calorías consumidas, pero no sólo eso, también encontré dietas y cómo ocultar a tus familiares y amigos que no estás comiendo. Me siento mal por tener que mentirle a mamá y desperdiciar su comida, pero si quiero estar delgado tengo que hacer algunos sacrificios.

PERFECTA OBSESIÓN (PARK JIMIN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora