CAPÍTULO 20

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Cada escalón parecía alejarse más y más a medida que yo colocaba el tacón sobre este. Ya sabía que en la puerta me esperaba Mi padre, eso me tranquilizaba un poco, por lo menos no iba a entrar sola y enfrentarme a eso sin nadie a mi lado.
-Estas hermosa.-dijo que me observaba desde el pie de la escalera.
Levanté mi concentrada mirada de los escalones y observé a mi papá. El me sonrió y me tendió la mano. La tomé y terminé de bajar.
-Gracias.-respondí al cumplido.
-No hay de que mi niña.-dijo sonriente.- Estoy muy orgulloso de tí hija.
-Oh.-sonreí intentando no llorar.- Yo estoy muy feliz de casarme con mi Jimin.-dije. Suspiró.
-Ya, ¿vamos?-hizo un gesto extraño.
-Claro.-respondí con miedo.

Terminamos de caminar por la sala para llegar a la puerta del jardín. Dos mujeres a los lados de la puerta nos sonrieron y luego miraron a mi padre para preguntar por si estábamos listos para salir. Papá asintió y al ver esto, las pequeñas mujeres abrieron las puertas para dejarnos a la vista de todos.
El sol a penas se escondía y daba una sensación de calidez sobre el panorama. Jimin dio la vuelta para observarme y vi como sus labios se curvaban en una sonrisa. La gente se ponía de pie a la vez que la tenue música comenzaba a sonar.
-Vamos.-susurró papá para que ambos comenzáramos a caminar por la estrecha alfombra cubierta por pequeñas flores blancas.

Sonrisas, susurros y pequeñas risas de mi hermana hacia nuestras espaldas, se hacían notar en el lugar. Jimin, sin quitar su sonrisa, me observó desde que entré al lugar hasta que llegué a su lado.
-Estas hermosa.-susurró a mi odio cuando mi padre me dejo en sus brazos.
-Gracias.-dije levemente y me aferré a su brazo. Miró al sacerdote.
Mi mirada se fijo en dos pequeños pájaros revoloteando sobre un árbol. El sacerdote, sin dejar de hablar, sonreía y con su libro en mano nos hacía orar. Jimin, nervioso, apretó mi brazo para que prestara atención. La madre de Jimin tenía a Mia la cual no paraba dé señalar a sus papás.
-Park Jimin, ¿acepta usted por esposa a ________ Ramírez? ¿Promete serle fiel tanto en la prosperidad como en la adversidad, en la salud como en la enfermedad, amándola y respetándola hasta que la muerte los separe?
-Si, acepto.-dijo Jimincon una sonrisa en su rostro. Respiró profundo y me dedicó su dulce mirada. Adrianna se acercó con los anillos y los puso delante nuestro Jimin tomó el que me correspondía y lo colocó sobre mi dedo. Sonrió
Era mi turno.
-________ Ramírez, ¿Acepta usted por esposo a Park Jimin? ¿Promete serle fiel tanto en la prosperidad como en la adversidad, en la salud como en la enfermedad, amándolo y respetándolo hasta que la muerte los separe?
-Si, acepto.-dije tragando saliva con nerviosismo. Jimin se aferró más a mi brazo y coloqué el anillo sobre su dedo.
-Si hay alguien que se oponga a este matrimonio, que hable ahora o calle para siempre.-dijo en una elevada voz el hombre de tunica frente a nosotros.

Todo en el lugar era silencio. Los ruidos más fuertes eran de pájaros cantar y las hojas de los árboles moverse al compás del viento. Nadie se oponía.
-Por el poder que me confiere Dios, los declaro, marido y mujer.
-Puede besar a la novia.-concluyó el sacerdote.
Mi esposo, se acercó lentamente a mis labios y así nos fundimos en un tierno beso. Suaves, calidos y adictivos, la manera perfecta de describir sus labios sabia que lo que habia echo era lo qur más queria en este mundo.
Arroz volando sobre nosotros dos, pétalos de rosa brincando en el aire, Jimi riendo y mi corazón latiendo a mil por hora. Ambos padres, es habían acercado muy atentamente a saludarnos, al igual que algunos amigos en especial kook.

-Vamos, ven aquí.-me dijo quitándome del tumulto de gente.- Quiero estar contigo.-añadió y tiró de brazo para entrar en la casa.
Estaba vacía, sin ruidos, todo lo que se escuchaba provenía de la fiesta, afuera.
-¿Estas bien?-preguntó tomándome de la cintura mientras se tiraba en el sillón.
-Claro que si amor-me dejé caer junto con él.- ¿Tú?
-Muy bien.-sonrió.
-No puedo creer que ya estamos casados.-respondí
-Me haces ser el hombre màs feliz de la tierra.
-y Tú la mujer más feliz -bese sus labios.

Mi Vida, Eres tú! - (P Jimin & Tn) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora