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cliché

Hansol

solía escuchar que la gente decía que lo bueno venía en lo que menos esperábamos. yo no creía eso, creía que las cosas buenas sucedían por el tamaño de nuestros actos.

creía.

llegó el momento en el que desesperé de tanto esfuerzo, era cansado tener que estar bien para todos y brindar alegría cuando estaba sintiendo cada vez más un vacío. estaba mintiendo y confundiendo mi realidad.

conocidos decían que era especial, que todos me querían, entre otras cosas excelentes, entonces ¿por qué yo sentía que cada vez estaba más solo?

yo nunca fui de tener malas actitudes, era demasiado amable y siempre me había gustado ser así. sin embargo, mi mente retorcida creía que en algún momento recibiría algo bueno a cambio. no pasó, en lugar de eso, cada vez veía más cosas tristes en mi camino.

y justo cuando estaba a punto de perder la tranquilidad de mi mente, fue cuando retomé aquellas palabras que siempre solía escuchar...

fue cuando te conocí.

"no deberías llorar en este lugar... la gente lo puede malinterpretar, por ejemplo, yo"

me asusté.

realmente lo hice.

terminé sintiendo demasiada pena y más cuando te miré por primera vez, eras demasiado lindo y ni siquiera podía imaginarme mi rostro realmente horrible lleno de lágrimas, mi nariz y ojos hinchados, mis mejillas coloradas, de tan solo imaginarlo sentía vergüenza.

comencé a limpiar mis lágrimas e intenté mostrarme lo más normal posible. pero el verte ahí mirándome fijamente... hizo que terminara llorando más y más.

de seguro pensarías que era demasiado llorón e inmaduro para mi edad.

"oh vamos, lo siento... no llores, no era mi intención, yo solo int... intentaba advertirte, lo siento en verdad" diste unos cuantos brinquitos frente a mi, te vi desesperado, supongo que el verme llorar te alteraba.

simplemente me límite a negar con la cabeza mientras ocultaba mi rostro con mis manos.

"hey... no era mi intención, lo juro" sentí una de tus manos sobre una de las mías e intentaste alejarla de mi rostro "es s... solo, que en verdad, se puede malinterpretar, no quería que causaras un gran revuelo. digo... está bien llorar, pero cuando estás llorando mientras te recargas del barandal de un puente... las co... cosas salen mal" escuché que soltaste un suspiro "soy Seungkwan... y puedes contar conmigo cuando gustes... tranquilo"

dejé que alejaras mis manos de mi rostro y en ese momento supe que había sido atrapado por ti.

tu sonrisa se mostraba demasiado honesta en ese momento, el verte sonreír de aquella manera hizo que mi corazón se sintiera cálido, que mis mejillas ardieran y que mis leves sollozos se detuvieran.

"soy... soy Hansol" dije con demasiada vergüenza en mi voz.

"bien, un gusto conocerte Hansol. ¿quieres hablar sobre lo que te atormenta ó prefieres que te cuente una graciosa anecdota?" palmeaste mi hombro.

me brindaste confianza desde un inicio, lo que fue algo extraño para mí. sin embargo, me atreví a acceder porque creí en ti y en que posiblemente todo saldría bien.

así fue como terminamos en una cafetería, mientras yo te contaba todas mis preocupaciones y tu escuchabas atentamente. creo que así fue como inició nuestra amistad ó no lo podría asegurar, era complicado.