Prólogo

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Heey qué tal? Creo que debería presentarme. Me llamo Alexia Hostlag, Alex para los amigos, tengo 18 años y soy del sur de Washington.

Empezando por cómo soy físicamente, tengo el pelo negro, liso y bastante largo a decir verdad, como a la altura de la cadera.

Tengo los ojos grandes y verdes, la nariz de un tamaño normal y respingona y unos labios pequeños pero a la vez gruesos.

Soy de estatura media, ni muy alta ni muy baja, y tengo un cuerpo que la mayoria de los chicos quieren en su cama y la mayoria de chicas envidian, o al menos eso dicen.

La verdad es que tenía pensado describirme personalmente, pero creo que es mejor que lo vayais descubriendo vosotros mismos.

Mañana es mi primer dia en la universidad, y en vez de ir a la de aquí, como todo mi grupo de "amigos", el director de mi antiguo instituto, o como yo le llamo, el calvo, me ha mandado a una del este de Washington por liarla parda durante todo el año pasado, ya sabeis, lo típico; mala conducta, partes por llegar tarde a las clases o saltarmelas directamente, expulsiones en repetidas ocasiones, etc.
Como la universidad de aquí está dirgida por la hermana del calvo, el capullo me ha abierto un expediente que me impide entrar en ésta y me ha delegado a la del este, supongo que para ahorrarle el calvario a la mujer.

Mi mejor amiga, Broke Lokwood, que es igual que yo, rebelde se podría decir, estaba en el instituto conmigo, y a ella también la mandaron a dicha universidad. De hecho nos abrieron el expediente a ambas cuando hicimos una broma juntas, como la gran mayoria de las veces y según nuestro querido exdirector el calvo; "esa fue la gota que colmó el vaso"

La diferencia entre Broke y yo, es que a ella la han mandado a la uni más pijita de Irlanda, y a mi, a una version mas light de ésta, pero gracias a dios, en Washington.

La verdad es que a la pobre de Broke le han jodido pero bien sus años de universitaria. Yo al menos viviré en una residencia donde podré hacer lo que me dé la gana.

A ella los cabrones de sus padres la han mandado a vivir a la casa de su tia-abuela, quien la va a tener más que vigilada las 24/7.
Ventajas de no tener padre y que a mi madre la alcoholica se la sude lo que haga o deje de hacer, supongo.

Broke se fue de Washington hace dos semanas; la universidad de allí empieza una semana antes que la mia, y la semana restante, según sus padres, es para que se "adapte". Y UNA MIERDA.

Los Lokwood estaban hartos de que su hija estuviera siendo supuestamente malinfluenciada por mí y decidieron, además de separarnos mandándola a Irlanda, hacerlo cuanto antes.

Idiotas.

Según Broke, el instituto de Irlanda es, palabras textuales, "peor que revolcarse en diarrea de camello, para ser posteriormente embadurnada con polvos pica pica".

¿Genial eh?

La cuestión es que llevo casi dos semanas sin una de las pocas personas en esta mierda de mundo que me entiende, y para el colmo, ella era la que tenía coche. Asi que sí, estoy oficialmente atrapada en esta maldita casa.

Para mi ¿suerte?, dentro de media hora, no solo abandono el lugar en el que me crié, si no que además mi mejor amigo Devon, un años mayor que yo, que trabaja en un taller de mecánico, me ha conseguido una moto que por el precio por el que me la ha vendido, no creo que sea la joya de la corona, sin embargo, con que me sirva para ir a donde quiera sin tener que depender de nadie, me vale.

Decido que ya es hora de vestirme y levantarme de la cama cuando me llega un mensaje de Devon diciendo que en 15 minutos está aquí.

Y con vestirme, me refiero a añadir una enorme sudadera roja a mi vestimenta actual, es decir, unos vaqueros anchos y desgastados y una camiseta gris cualquiera de manga corta. Me la pongo junto con mis vans de imitación negras y me planto delante del espejo con el propósito de adecentar un poco mi cara de drogada zombie.

Me pongo bronceador en las mejillas y me hago el eyeliner. Tampoco me esfuerzo mucho, total, me da igual lo que la gente piense de mi.

Me coloco bien el septum, cojo mi maleta y me meto mi cagetilla de tabaco en el bolsillo de la sudadera.

Salgo de mi habitación y bajo las escaleras para encontrarme a mi madre sentada en el sofá, para mi sorpresa, más sobria de lo que la he visto en los ultimos meses.

Paso por su lado sin ni si quiera dirigirle una mirada y cuando me dispongo a salir por la puerta, su voz me detiene. Aun así no me giro.

- Cuidate hija, y porfavor, no hagas nada que te lleve a acabar como yo lo he hecho - su voz tembló en las ultimas palabras.

Giro mi cabeza para mirarle y me encuentro con sus ojos, rojos por el alcohol, cristalizados, como si estuviera a punto de llorar.

Casi me creo q en el fondo le importo, casi, pero la realidad es que debe de estar más borracha de lo que yo pensaba, así que me limito a musitar un seco adiós.

Cojo mi chaqueta de cuero negra del perchero de la entrada, y salgo de la casa.

Al hacerlo, el aire fresco me despeja un poco de la nube de malos pensamientos que en este momento estaban invadiendo mi mente.

Me siento en el escalón de delante de mi puerta a esperar a Devon y me enciendo un cigarrillo.

Pocos minutos después lo oigo llegar por el ruido de la moto, que al parecer, no esta tan mal.

Se baja de ella y yo me acerco hasta llegar a su lado con una pequeña sonrisa.

Él me coge de la cintura y me da un pico en los labios, que acaba siendo un beso con lengua incluida.

Yo realmente lo estoy disfrutando, pero decido cortar el beso antes de que sintamos la necesidad de llegar a más. Me separo de él y le doy otro beso pero esta vez en la mejilla.

Devon y yo no somos novios, ni mucho menos. Somos muy buenos amigos, mejores amigos, pero tenemos una especie de relacion con derecho a roce o algo así.

En realidad, hacemos lo que nos da la gana, cuando nos da la gana y como nos da la gana. Simplemente. A mi me parece que está bueno y yo se lo parezco a él, asi que, ¿por qué no?.

Devon en multimedia❤
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