Capítulo 1

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Devon vuelve a atrerme hacia él e intenta volver a besarme, pero no le dejo. Sin embargo le muerdo el labio inferior y me vuelvo a alejar para sonreírle un poco.

- Hola ¿no? - le suelto de broma.

- Hola Alex - sonríe picaramente dejándome adivinar en lo que estaba pensando.

- Sonríe todo lo que quieras Devon, no vamos a hacer nada. Tengo que irme ¿recuerdas? - él suelta un bufido y rueda los ojos.

Me río y le doy un pequeño empujón amistosamente.

- ¿Me has traido lo que te he pedido? - él asiente y me tiende tres paquetes de tabaco que se saca de los bolsillos de su cazadora. Los cojo y me agacho para meterlos en mi maleta.

- Gracias, me has salvado la vida - bueno alomejor estoy exagerando un poco, pero aún así me han servido de muchisima ayuda, ya que no tengo ni idea de como van las cosas por mi futuro recinto y no sé cuando voy a poder volver a comprar tabaco.

- De nada - responde encojiéndose de hombros levemente. Entonces, da dos palmadas en la moto. Casi me habia olvidado de ella. - Bueno, ¿que te parece, muñeca?

Le hecho un vistazo rápido y sonrío.

- Nada mal - mi sonrisa se esfuma de forma dramática - Pero, ¿muñeca? - alzo una ceja - ¿enserio?

Devon comienza a descojonarse a carcajada limpia delante de mis narices, y, como si eso no supusiera un nivel de tocamiento de pelotas bastante considerable, al gilipollas lo único que se le ocurre es soltarme;
- Se te da muy bien dramatizar, ¿nunca has pensado en apuntarte a un grupo de teatro? -

Ooh.

Pobrecito Devon.

- Corre - digo aparentando tranquilidad. Repito, aparentando.

Él me mira como si estuviera loca y cada vez se me da peor esto de aparentar tranquilidad.

- Devon, si no quieres quedarte sin descendencia y con la mitad de ese enorme bicho que tienes, mejor corre. - el entendimiento surca sus facciones, pero éste se va a la mierda para ser reemplazado por una sonrisa mojabragas total que me hace darme cuenta de mi pequeño error.

- Con que enorme bicho ¿ehh? - abro la boca para soltarle alguna borderia que bajara a su ego de las nubes, pero no me da tiempo de decir ni una sola palabra, que ya ha acortado el medio metro de distancia que nos separaba, para colocar sus enormes manos en mi culo y darme un apretón, a la vez que acercaba su pelvis a la mia.

Lleva una sudadera y unos pantalones de chandal, así que puedo notar su masculinidad, contenta por los últimos sucesos, a la perfección.

Entonces, él acerca sus labios a mi mandíbula y empieza a dejar un regero de besos hasta la base de mi cuello.

En medio del proceso, una de sus manos asciende por mi cadera hasta mi teta, y empieza a apretarla y sobarla.

Una mezcla entre gruñido y gemido escapa de mis labios cuando restriega su poya contra mi y llevo mis manos que estaban disfrutando de sus fuertes bíceps hasta sus hombros para alejarlo un poco de mi.

- Joder Devon, que no quiero entrar en mi casa porque esta la borracha - entonces, se detiene en su afán por calentarme en todo el medio de la calle. Aunque en realidad me la suda donde estemos.

Devon sabe toda la historia con mi madre. Es algo inusual en mi. "Abrirme" a la gente, simplemente no me gusta y se me da muy mal.

Pero Devon con el tiempo me ha demostrado que puedo confiar en él, así que se merecía que se lo contara.

Crónicas de una BADGIRLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora