Mi olvidado favorito- Eddsworld

Capítulo Final

—¿El veredicto ha tomado una decisión? —

—Si su señoría —dijo un señor —, Encontramos a Thomas Ridgewell, culpable de todos los cargos. —

—En ese caso, siete años de prisión por amenazas de muerte, daño psicológico al personal del hospital, alterar el orden en espacios públicos, daños a equipos médicos e intento de homicidio —golpeó su pequeño partillo —, Se levanta la sesión. —

Todos los del veredicto se levantaron y caminaron con pasos tranquilos hasta la salida mientras que los oficiales se llevaban a Tom hasta una puerta diferente.

Todo había pasado muy rápido.

Después de lo que paso en el hospital, Tom fue rápidamente llevado hasta la justicia, por lo poco que se enteró, Tord sobrevivió a su ataque.

Aunque estuvo a escasos pasos de la muerte.

Tom nunca forcejeó contra la policía, su conciencia estaba totalmente enfocada en las palabras de su amigo Edd.

"Si le hiciste algo grave a la persona que amo, jamás te perdonare, ¿Oíste?"

Pareciese que cumplió su palabra.

Ya habían pasado tres días y no había rastro de Edd o Matt. Cosa que lo entristeció al creer que había arruinado una amistad de toda la vida.

La corte fue rápida, no hiso falta ni testigos puesto que las cámaras de seguridad grabaron todo.

Absolutamente todo.

Incluso las palabras con odio que le dedico al noruego.

Al llegar a prisión, rápidamente le dieron sus prendas naranjas y sus esposas en las piernas.

Todos los delincuentes le dieron la bienvenida con golpes.

Aunque claro, él nunca se inmutó.

El día paso rápido, apenas y había comido algo por lo asqueroso que era la comida y su cama prácticamente era una simple reja con un colchón viejo con resortes salidos.

En cuanto apagaron las luces, giró para cambiar de posición y quedar cara a cara con la fría pared gris.

Sin poder evitarlo, empezó a llorar en silencio.

Ahora ese sería su rutina para los próximos siete años.

Siete años que jamás podría recuperar.

●▬▬ Cuatro Meses después ▬▬●

Cuatro meses habían pasado desde que Tom fue a prisión.

En todo ese tiempo nunca tuvo visitas, ni cartas, nada.

Tenía por seguro que sus amigos lo habían olvidado.

Odiado.

Pareciese que su vida ya no tenía sentido, incluso intento quitarse la vida un mes atrás, aunque para su mala o buena suerte, un policía logro ver eso mientras hacia su rutina nocturna.

Las luces se prendieron, las rejas se abrieron, todos los delincuentes empezaron a salir lentamente de sus celdas para empezar a caminar hacia la cocina y poder "desayunar".

Pero antes de que Tom siquiera llegara a girar hacia la dirección del comedor, un policía lo detuvo.

—Parece que te saltaras el desayuno. —

El oji negro no dijo nada, en cambio, lo único que hiso fue cambiar de rumbo para comenzar a seguir al oficial que lo escoltaba.

—Tomate un baño. —