Derechos De Una Puta

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Nací igual que todas las putas: virgen.

No podría decir que mi vida fuese mala, pero sería un pecado no mencionar los dolores causados por el amor. Los hombres van y vienen y no se dan cuenta de la bailarina que dejaron sola bailando el valse.

No encuentro problemas en los sentimientos aparentes, pues son más cálidos que los inexistentes. No me arrepiento de ser una puta, ni por no haber amado, me arrepiento de nunca haber luchado por lo que derecho merecía. Un tacto sutil, una mirada indiscreta, una sonrisa coqueta y una bala en mi cabeza.

*Nota del autor: HOLA!!! espero que te haya gustado este pequeña historia, las siguientes las subiré dentro de los próximos días, si tienes cualquier cosa que decir (buena o mala) por favor dímela, ya que así es la única manera que tengo para mejorar. Gracias >-<

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