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Déjalo ir.














El cielo estaba de un tono grisáceo.

El viento hacía su aparición.

Los truenos ya eran escuchados a distancia.

Y las personas caminaban tan tranquilamente sin importar de que me cualquier minuto llegará a llover.







Y el chillido de la cama en movimiento se escuchaba en toda la habitación.

- Ahg....... Taehyung!!! - grito el azabache penetrandolo más fuerte.

Tres meses, tres meses han pasado.
Que no sale de esa casa, de esa habitación, de esa cama.
Tres meses, que no sabe nada de nadie.
Tres meses que fueron su destrucción.

Donde en tres meses a sido tomado a la fuerza, casi en todas las veces que el azabache a llegado de su trabajo.

En estas que le dolian hasta el alma.

No lloraba, no gritaba, no suplicaba que parará, solamente se mantenía en silencio hasta que el otro terminará.

El simplemente dejaba que el otro tomará su cuerpo como quisiera.

El era como un muñeco sin vida.

- Ahh!!! - había terminado todo ya.

El azabache se retiró de su interior y acostandose a su costado respirando agitadamente.

Este al notar lo que hizo se dio la vuelta para no poder verle el rostro.
No soportaba estar con esa persona.

El mayor al notar lo que hizo el contrario decidió salir de la cama para rodearla y estar a el frente del menor.

Mirando su rostro y tomandolo en sus manos lo beso.

El beso fue muy lento y con mucho sentimientos de la parte de uno de ellos, pero la parte del otro era asco.

Se separó mordiendo el labio del contrario.

Lo miro a sus ojos, estos estaba sin ningún brillo en especial.

Le acaricio su rostro y dejando un beso en su frente dejo la habitación.

- Déjame ir - dijo una vez más.

Pero nadie lo escucho sólo el se escucho.
Nadie lo ayudaría a salir de esto, nadie.


Empujalo al borde.














- Es hora de que comas algo Tae, no puedes todo el tiempo así - hablaba el azabache mientras lo levantaba de la cama para cargarlo hacía la planta de abajo.

- Te ayudare a comer - volvio a hablar mientras agarraba la cuchara y la hundía en la sopa.

Acerco la primera, pero el peli casi rubio la rechazo corriendo su rostro.

La volvió a acercar pero está vez golpeó la mano del azabache haciendo caer la cuchara al piso junto con su contenido.

- Dejame ir - dijo en un tono muy bajo y asustado por lo que le llegaria a hacer.

- Así que no quieres comer bien - dijo enojado levantándose de la mesa.

Lo miro y agarrando su brazo lo jalo de donde estaba sentado y se lo llevo a la habitación en donde estaban anteriormente.

Lo tiro en el colchón y el encima.
- Sabes que no te voy a dejar ir nunca... - dijo mientras jalaba el cabello del contrario.

Lo miro y luego beso los labios del contrario.
Para luego bajar un poco los hombros de la bata que tenia el rubio, mordio su cuello y los hombros del que se encontraba bajo suyo, haciéndolo gritar del dolor.

- Nunca te dejaré ir - dicho esto subió la bata, bajandose rápido el pantalón, lo penetro sin ninguna clase de preparación.

Lo embistió como una bestia, no iría a parar aunque el otro lloraba y pedí que parará.

- Detente!!! - grito el rubio, pero no obtuvo repuesta, al contrario este aumento más, A tal punto de que saliera sangre de su parte trasera por las violentas embestidas.

Lloro, le dolía, nunca había conocido está parte del chico que lo estaba envistiendo con toda sus fuerzas y que no le importará si estaba dañado o no.

Lloro, no volvió a gritar, sabía que nada podría calmar al otro.

Dejo que lo dañara como el quisiera.



















 



























Bloquealo.

Bloquealo.

Bloquale la vista.

Abuse (Kookv) Editando Donde viven las historias. Descúbrelo ahora