Sky Grenson ha estado obsesionada con zombies, muertos vivientes o como quiera llamarlos, desde hace un buen tiempo.-¿Sky, que haces?- Le pregunte al verla golpear una sandía, llevaba unas semanas de conocerla, y no me había comentado que su pasatiempo era maltratar sandías.
-Me entreno.-dijo mientas le daba patadas.
-¿Para el ataque de las sandías?
-No seas ridículo. Infectados.
-¿Qué?
- The infected, Marco.
-¿La serie?
-Sí.-dijo como si fuera obvio.
-Espera, te entrenas para ¿zombies?
-No me gusta esa palabra.
-¿Eso es un si?
-Es un busca otra palabra.
-No jodas, Sky. Es imposible que algo así pase.
-Nada es imposible, Marco. Hace millones de años los dinosaurios pensaron que sería imposible que un meteorito cayera y los matará. Hace años se creía imposible llegar hasta la luna, o poder comunicarte con alguien que esta en la otra punta del planeta.
-Eso es diferente...
-¡Es lo mismo, Marco! Siempre creemos en que las cosas son imposibles, Marco, pero al final se harán posibles.
Imagina que crean un virus, y todo sale mal, se pierde la humanidad de las personas, y sólo queda un cuerpo hambriento, deteriorado, sin alma, sin nada más que deseo por la carne.
Una infección es más posible de lo que muchos creen.
-Sky, creo que ves muchas películas.
-Ay Dios, estas idiota.
- Admito que las de zombies son mis favoritas.-dijo después de un rato golpeando la sandía.
-Creí que no te gustaba esa palabra.
-La odio.-sonreí, nunca habría lógica en Sky Grenson.Unos días podía encontrarla clavándole cuchillos a una sandía, otro reventando globos con patadas, otras veces llegaba y estaba escribiendo tips para según ella sobrevivir a un ataque de muertos vivientes.
-Marco la gente nunca piensa que algo así pasará, se preparan para terremotos, bombas, guerras, no para algo así. No piensan que pueda ocurrir, pero creo que a la naturaleza, el destino, Dios, el universo o en lo que quieras creer, le gusta dar sorpresas, hacer lo inesperado, ¡lo imposible!
Una de las razones que hizo que me enamorará de Sky, eran esas teorías, esas locuras, esos monólogos que sacaba no se de donde, amaba escucharla hablar, escucharla especular, imaginar.
¿Quién diría que acabamos de matar a un zombie?
-Vamos, mierda.
-¡¿Cómo es esto posible?!-grité, estábamos bajando las escaleras.
-Ya te lo he dicho, Marco, un virus.
-No, Sky, eso es de tus series, de tus cosas ¡tal vez matamos a alguien vivo!
- ¡Marco! ¿Qué no viste que te quería comer? Te aseguro que no estaba vivo.
-Sky, los zombies no existen.
-¡Que no les digas así! ¡Deja de ser ridículo!
-Es que, es que, es imposible.-ella rodó los ojos.
-Nunca ponías atención cuando hablábamos ¿verdad?
Marco, necesitamos una maleta.
-¿Para qué?
-Para provisiones, ¡Marco, por Dios!
-¿Nos iremos?
-¡Claro que si!
-¿Por qué?
-¡Marco llego uno desde el maldito tejado! ¡Vendrán más!
-Pero ¿a donde iremos?
-Primero a mi casa.
Ahora dime, ¿donde están las herramientas de tu papá?Oh santa mierda, mis padres, no se si sobrevivieron a esto, no se hasta donde llegó este virus, mierda mi familia.
-Mi-mis padres.-al ver la cara de Sky supe que esa pregunta ya había pasado por su mente, me asombro el hecho de que si estaba preparada, de que a pesar de lo que estaba pasando pensaba en sobrevivir, y al mismo tiempo quien sabe cuantas ideas ya han pasado por su cabeza.
-Marco, las herramientas.
-Ah, claro.- fui a buscar las herramientas, mientras ella bajaba a la cocina. Cogí las herramientas del estudio de papá las guarde en la maleta, luego fui a mi habitación guarde un poco de ropa, también tenía ropa de Sky, se quedaba mucho en mi casa. Guarde una foto con mis padres y una con Sky, y guarde unos libros ¡no quiero estar aburrido en el fin del mundo!
Baje a la cocina y Sky estaba pegando cuchillos a palos, otros los estaba guardando. Al verme bajar abrió los cajones de la alacena y empezó a sacar comida, yo la iba metiendo a la maleta.
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Fin Z
General FictionNo se como comenzó esta infección pero se exactamente el día en que llegó a mi casa, 24 de Junio. Soy Marco el chico con más mala suerte en la tierra. Estoy seguro de que aunque a todos les fue mal, nadie como a mi. Justo el día que voy a declarle...