III

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Le cas 6-6-6.

La investigación del diablo, solo le démon sería capaz de cometer una serie de asesinatos tan atroces como los descritos en estos expedientes, muy pocas cosas lograban causarme repulsión, pero los diversos párrafos de aquellas páginas lo habían logrado, cansado y demasiado asqueado para continuar decidió salir a tomar un poco de aire fresco, mientras repasaba en su mente los diversos asesinatos y la manera en que los realizaba, la pulcritud de su trabajo, la firmeza con la que efectuaba cada incisión en los cuerpos de sus víctimas y la perfecta cauterización de sus heridas.

Solo una pregunta pasaba por mi mente esa noche.

Qui diable était cette personne?

De vuelta a la habitación, había páginas de diferentes expedientes regadas por todo el suelo, asqueado de todos los sucesos ocurridos. El que lo dejo mas impactado fue el homicidio número treinta y seis, mujer caucásica de 35 años, fue encontrada en el cuarto de su habitación, suspendida a una altura de 35 centímetros, atada de piernas y brazos, habían cortado todos los dedos de sus pies y arrancado las uñas de sus manos, la habían destripado, parte de sus viseras estaban introducidas en su boca y había cocido sus labios, y para dar un toque final con su sangre la encerró en un circulo y así fue como la encontraron tres días después de su muerte.

No me gustaría imaginar la peste que habría en esa residencia, quizás su primera impresión fue que ser tan despreciable, para hacer eso a una pobre mujer, pero lo que realmente ninguno pensaba o se llego a imaginar que en el sótano de su casa había algo más espantoso que la forma en que fue asesinada. Al introducirse en las entrañas de la vieja casa se encontraron con un cementerio de huesos de niños desaparecidos y algunos cuerpos torturados hasta la muerte en estado de descomposición. De seguro nuestro asesino disfruto cada instante mientras cometía su obra de arte.

Con cada expediente terminado, con cada pagina analizada, más interés sentía Demians antes la intriga de nuestro asesino misterioso, puede ser cualquier ciudadano, pueblerino, joven o anciano de DieuxStrange, cualquiera que se halla cansado de la continua inmundicia con la que se tenia que vivir diariamente, hasta YO, puedo ser el asesino, dijo para si mismo cuando apilaba el ultimo expediente que había traído consigo de la estación policial.

Ya serian las once y media de la noche, sabía que no era buena idea salir, pero las mejores noticias se encontraban cuando las ratas y demonios salían al llegar la media noche. Tomo su cold calibre 40, muy pocas veces se desidia salir con ella, no se consideraba a si mismo como un hombre de armas tomadas, pero en estas situaciones cualquier prevención era necesaria.

Como lo sabia, las noticias viajan rápido por estos lugares, ya ni siquiera las ratas quieren dejar sus alcantarillas por el temor a ser purificados, ya habían grafitis y pancartas en las calles que decían "el final se acerca, el purificador camina por las calles deDieuxStrange".

Como es posible que la histeria y el miedo colectivo los llevara a creer que ese demente puede ser un purificador, aunque después de pensar muy bien las cosas, su misión era algo funesta, aunque hasta para el mismísimo fausto, pudiera asegurar, que el también sentiría miedo.

Al cruzar por la venida D'Roch, Dubroich se percata que lo han comenzado a seguir desde hace unos cuantos minutos, se mantiene calmado, controla su respiración y en un sutil movimiento desenfunda la cold y la carga, piensa en cruzar en la siguiente cuadra y si lo continúan siguiendo simplemente disparara a la guarda de Dios sin importar el desenlace de los hechos.

Inédito como si le fueran leído el pensamiento, al cruzar en la siguiente cuadra su perseguidor siguió de largo, solo era un pobre infeliz que buscaba drogarse o conseguir unas cuantas monedas para poder comprar nuevamente el vicio que lo consumía hasta las entrañas...

- Ey chico te notas algo preocupado, a donde vas con tanta prisa, y con un arma tan grande, no me dirás que tu solo estas cazando al purificador ese, me parece algo muy peligroso.

- Qui est là?

- ami calme, calme.

No busco problemas, soy solo un miserable viejo que lo ha perdido todo, que solo espera a la muerte.

- Me has tomado por sorpresa, por poco te he disparado anciano, ten no es mucho pero te ha de servir para comprarte algo de comer.

- Es muy noble de tu parte hijo, creo que lo correcto seria devolverte el favor, quizás no sea nada pero muchos drogadictos han estado muy ansiosos estos últimos días, suelo frecuentar estas calles muy seguido, consigo buenas monedas de muy buenas personas, pero en la calle de al frente, pasa todo lo contrario todas las noches viene un hombre, he escuchado que le llaman Deeps, el suele venderles cosas malas a niños buenos.

- Y esta noche has visto a ese hombre vieillard

- No eso es lo raro, ya han pasado dos días que no viene, me gustaría pensar que ha abandonado esa vida, pero sujetos como él no cambian solo empeoran y si están en DieuxStrange, solo se convierten en cosas peores.

- Crees que lo que hace le purificateur sea algo bueno.

- No lo considero bueno pero tampoco pienso que sea malo, esta ciudad hace muchos años que necesita de una verdadera purificación así esta sea mediante la sangre.

- Bueno anciano seguiré con mi camino, abrígate si puedes porque esta noche esta haciendo un frio que hasta el mismo infierno se congelaría, si de verdad existiera aquí en la tierra.

- Demians espero que sean malas noticias para que me estés llamando a estas horas de la noche.

-Capitán Olages, tengo información que puede resultar de importancia para el caso, voy en camino a la cuarta con quinta de la avenida Curtí.

- C'est que tu es devenu fou Dubroich.

Como se te ocurre andar caminando a estas horas de las noches, e ir por tu propia cuenta a un lugar tan peligroso.

- Capitaine facile. No es mi primera vez por estos lugares, pero asegúrese de estar allí antes de volver a tener problemas con la policía de DieuxStrange por irrumpir nuevamente en una casa sin permiso alguno y esta vez portando un arma de fuego.

- Yo estoy ocupado en la estación, pero la sargento Miquelena salió hace cinco minutos con un destacamento de oficiales para la cuarta con quinta de la avenida Curtí.

- De verdad quieres meterme hasta por los ojos a la Mademoiselle Miquelena.

- Es la mejor agente que tengo, confió en ella, así que por favor dale un poco de crédito, de vez en cuando y trata de limar tus asperezas con ella, es mejor trabajar en armonía que trabajar con sus continuas burlas y replicas incesantes.

- Comme vous le souhaitez, capitaine.

- Trata de no hacer nada exagerado Demians

- C'est la vie, mon ami. Tu también ten algo de confianza en mi, te informare mañana cuando pase por la estación, debo de colgar la llamada pasare por la zone limite...

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⏰ Última actualización: Jan 11, 2018 ⏰

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