ESTEBAN

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~| Ding Dong |~

Al terminar las clases todos los alumnos a disposición a guardar sus cosas y dirigirse a sus casas.

-¡Oye!, ¿vives lejos de aquí?- preguntó Hristor dirigiéndose a Esteban

-Sí..., bastante lejos a decir verdad-

-¿En serio?, ¿y no tienes problemas por la distancia en la que se encuentra el Instituto?- continúa interrogando el chico lleno de curiosidad y entusiasmo por haber podido comenzar una conversación con su próximo amigo.

-Sí, vivo lejos pero no tengo ninguna queja respecto a la distancia ya que Damián se encarga de trasladarme de mi casa a la escuela y viceversa- respondió amablemente.

-¿Quién es Damián?- mientras Hristo seguía preguntando, ambos tomaron sus cosas y se dirigieron al pasillo que conducía a la salida de la escuela.

Esteban le contó que Damián era un empleado que trabajaba como chofer y tutor particular.

El chico pertenece una familia con reconocido poder económico pero desafortunadamente acababan de sufrir una gran pérdida, esto provocó que él y su familia tuvieron que mudarse para esconderse de sus deudas.

Hristo se sorprendió mucho al saber que tenía un compañero con bastante dinero. Pero fue entonces cuando Damián apareció en frente del instituto con un automóvil lujoso que llamaba la atención de inmediato.

-Es hora de regresar a casa- mencionó el chofer. Su voz era bastante agradable y joven comparado con su edad.

-¿Quieres que te llevemos a tu casa?- dijo Esteban dirigiéndose a Hristo.

-Me gustaría, pero mis padres no estarán. Tenía pensado ir alguna tienda de videojuegos o al cine, ya que no tenemos tarea- el chico se detuvo a pensar un poco y continúo. -¿Qué te parece si vamos al parque o a visitar algún local de entretenimiento?, eres nuevo aquí, así que me gustaría mostrarte algunos lugares a los que me gusta ir a distraerme-.

Esteban dudo un poco, miró a su tutor para encontrar alguna respuesta, quién acento con la cabeza en señal de aprobación a la oferta del chico.


-Sí, eso me gustaría, Damián puede llevarnos a donde tú le digas-

Fue entonces cuando los tres subieron al vehículo y se dirigieron al local de videojuegos más cercano.

Aquella tarde fue muy divertida. Los chicos compraron varios artículos, probaron algunos videojuegos que acaban de lanzarse a la venta y para finalizar su paseo decidieron ir a comer a un restaurante de comida rápida.

Una vez que los muchachos habían terminado, caminaron hasta la entrada del establecimiento. Hristor se despidió de Esteban moviendo la mano en el aire y alejándose, pues había decidido regresar a casa caminando para que según él "digerir más rápido la comida que recién habían consumido".


Nunca la volverás a verDonde viven las historias. Descúbrelo ahora