Una oportunidad

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"¿Quieres irte de aquí?", me volvió a hablar Lilith.

Afirmé con la cabeza, pero me negué con la boca.

"Alec, decídete ¿quieres?", dijo soltándome.

"Di mi palabra de no irme, dame una semana... si no obtengo las respuestas que necesito, te sigo a donde quieras", respondí.

"Bien, igual relájate que Clary no va a morir sin ti si es eso lo que te mortifica ojos bonitos", contestó ella.

"Pero lo que sentiste al conectarte con Clary ¿qué significa?", pregunté confundido.

"Nada letal. Mi hermana está débil, triste, asustada... pero ¿quién no lo estaría si te pierde?", dijo con una sonrisa.

"¿Puedes ir a verla en vez de confundirme más la cabeza?", le dije cansado.

"Como quieras, pero desde que llegué no me ha dejado acercarme ¿por qué piensas que ahora va a ser diferente?", me cuestionó.

"Te escuchó cuando le aclaraste que entre nosotros no pasó nada, y creyó en ti. Eres su hermana Lilith, eso tiene que valer algo", respondí.

Rodó los ojos en blanco y se dirigió a buscar a Clary.

Me quedé mirando al vacío por unos minutos, pero luego mis ganas de saber me guiaron hacia la biblioteca. Tenía que escuchar.

"Sólo vete Lilith, no necesito a nadie...", dijo Clary.

"Alec me obligó a intentar ayudarte, pero ya que quieres resolver todo sola, tus deseos se cumplen hermanita...", dijo Lilith.

"Espera... ¿cómo está él?", preguntó Clary.

"Le destrozaste el corazón por... ya perdí la cuenta del número de veces que tuve que cuidarlo por tu culpa desde que llegué", respondió Lilith.

"Tal vez sea lo mejor, que me odie...", logré escuchar decir a Clary mientras noté que Lilith venía hacia mí.

Me di la media vuelta, yo también necesitaba estar solo. Trato de entenderla, pero no puedo.

Seis días han pasado sin poder acercarme a Clary, la veo de lejos, como antes de que empezara todo entre nosotros. Cruzar ese portal me cambió la vida, pero no me arrepiento de nada ¿a ella le pasará lo mismo?

Simon prometió cuidarla, pero Clary eligió a Jace para pasar su tiempo. Los veo hasta reírse juntos, y duele. Sólo me consuela verla un poco mejor.

Me ganan los celos, no voy a negarlo. Hasta traté de impedir, con fundamentos irracionales, que vayan a una misión juntos, pero no tuve éxito. Debe haber una razón fuerte para que lo quiera a él cerca y a mí, no.

Lilith no ha parado de sorprenderme. Me siento cuidado, es divertida, diferente, me hace sentir bien entre tanta niebla. Porque así me siento, no veo a dónde voy, pero sigo aquí cumpliendo una promesa que cada hora que pasa va perdiendo sentido.

"Alec... ¿en qué piensas tanto?", dijo Lilith tocando mi hombro.

"Nada grave, en cosas que ya no deberían importarme", respondí.

Ella rodó los ojos en blanco y me jaló de la mano para que me pare a su lado.

"Traerte aquí las últimas dos lunas, era para que llenes tu cabeza de cosas nuevas", me dijo.

Volvimos a su lugar, debajo de la glorieta del lago en el parque central.

"Claro, como verte hacer magia por diversión", le dije.

Dulce Tormenta©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora