Siendo amable.

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-¿Tan mal esta mi corazón?-había preguntado Alexander, es que no entendía el porque de su mueca.

-Nada.. Nada que no pueda reparar con unos días - suspiro el moreno, algo en ese chico lo estaba haciendo sentir bien.

-Volveré mañana - al darse la mano el corazón de Alexander se iluminó unos segundos, en ese momento el pequeño ojiazul se sonrojo y salió corriendo.

Cuando tu corazón se iluminaba era solo porque te gustara una persona, así que Magnus Bane sacó sus conclusiones... "el corazón está descompuesto"

Mientras él trabajaba sonrió al pensar quien había sido el que rompió el corazón de Alexander, pues ese joven no parecía dejar entrar a nadie... Poco a poco su risa se convirtió en un ceño fruncido.

Aparte del obvio enojo fue también preocupación pues el corazón de Alexander estaba... Sin compostura.

Pues le faltaba la parte vital que era la que hacía amar a alguien más, pues sin ella el corazón solo servía para mostrar ciertas emociones pero jamás podría dar amor.

Pero él herrero tenía un secreto, por eso era bueno en arreglar corazones...
Pero antes de poder hacer "eso con el corazón de Alexander".

El señor Lightwood llegó.

¿Con un pastel?

-Hola señor Bane... - entró y se sentó en un pequeño banquillo, pues el despacho del herrero era como el de un relojero.

-Dime Magnus... - sonrió al ver su pastel, y su corazón dio un vuelco, eso significaba que ese recuerdo quedaba en el corazón guardado. - ¿Qué es eso?

-Pues... Se me ocurrió traerte pastel - el joven Lightwood soltó una pequeña risita y su corazón dio un vuelco - espero que lo puedas arreglar pues no quiero perder este momento.

Si Magnus se imagino un beso, no lo hubo.

Si Alexander se imagino tartamudeando todo el tiempo, no pasó.

Fue una tarde divertida, una tarde llena de hermosas risas y vuelcos del corazón hasta que llegó la despedida.

Hay personas que se despiden mucho por no querer irse, otras que hacen preguntas tontas para atrasar la despedida.
Pero ellos estaban ya en el umbral de la puerta, sonriendo el uno al otro.

Era una mirada que dijo más de lo que ellos podían, eran miradas que deberían quedar plasmadas en fotos... Pero quedó en sus corazones.

-Creo que es muy tarde... Vendré mañana.. Magnus.. - el jugaba con sus manos mientras pensaba ¿Qué estaba pasando?

Magnus más diestro en el amor, no todos sus besos se quedaban en su corazón pero si besaba Alexander sin duda se quedaría... ¿Pero Alexander quería ser besado?

Por su manera de actuar la respuesta era si...
Pero como dije, no debe ser no que no se puede.

Y ahí llegó Emma, la pequeña chica del mercado.

-¿Necesitas otro Magnus? - Alexander se fue, sin pensar que Magnus no sería el mismo al siguiente día.

-Emma.. Solo dámelo.

Continuará..
Según yo a esto le quedan como 3 capítulos aunque no se si quieran más 🤔

Herrero de corazones 💕 [TERMINADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora