Hace menos de media hora había llegado al departamento de Jungkook. No podía dejar de removerme nervioso mientras Jungkook se paseaba frente a mi probandose mi ropa en mis narices, como siempre lo hacía.
—Jinnie —Jungkook llamó, mordiéndose el labio y desabotonandose los primeros botones. —¿Me veo bien? —preguntó presumiendo aquella enorme camisa que tomo "prestada" de mi mochila. Dando una vuelta con lentitud levantó cierta parte de la camisa, haciendo que "accidentalmente" se le viera su redondo trasero, cubierto por sus apretados boxers azul oscuro.
—S-Si —afirmé nervioso debido a las feromonas que mi menor comenzaba a soltar y que comenzaba a despertar el calor en mi interior, pero mi autocontrol era mayor.
—¿Quieres ver más de cerca? —bajó lentamente un lado de la camisa con manos delicadas, dejando su hombro derecho y clavículas expuestas.
—N-No, estoy... Estas muy b-bien —
—¿Seguro? —se acercó con movimientos disimuladamente sensuales sin despegar su vista de mis ojos.
—Si —habló con voz más controlada y firme, el calor que comenzaba a sentir me asustaba y es que tener un mejor amigo omega en celo y que te echara ganas todo el tiempo no era lo mejor del mundo.
O al menos para mi...
—¿No me mientes? —Tragé duro.
—No. —Jungkook soltó una risita traviesa y se echo encima mio.
"Curiosamente" sus piernas terminaron a cada lado de mis caderas, y sus manos sobre mi pecho.
Mi lobo comenzó a aullar al sentir el desesperante aroma del omega tan cerca.
Sus feromonas, Dios...
—Lo siento, Jinnie, me caí —Habló inocentemente.
Rata diabólica y zorra. Pensé con los nervios a flor de piel y un dije de gracia en el rostro ante tal pensamiento.
—No, no te preo-preocupes —¡Diablos estoy tartamudeando de nuevo! Me maldije mientras planeaba una forma de escabullirse de los brazos de Jungkook.
Este se sentó completamente sobre mi regazo y con disimulo comenzó a moverse sobre él.
—¿No crees que así me veo mejor? —Sus manos navegaron de mi pecho hacia los hombros, los cuales masajeo para después seguir su recorrido por mis brazos.
No respondí, simplemente traté de alejar las curiosas manos de Jungkook sobre mi.
—Jungkook, bajate debo... —mi respiración se corto cuando noté al menor cerca más de lo debido a su rostro.
—¿Debes qué, Jinnie? —
—Debo...debo —No se me ocurría ninguna excusa y pronto la desesperación se apodero de mi —Debo, debo, debo, debo... ¡Ir al baño! —empujé a mi menor y corrí hacia donde se encontraba lo que creía, mi lugar de salvación, aquel lugar seguro donde podría estar sano y salvo de las manos de aquel omega en celo.
—¡SeokJin! —Se quejo Jungkook cuando su trasero se golpeo contra el suelo —¡Ven aquí, cobarde! ¡No huyas! —
—Lo sientoo —Me disculpé cerrando la puerta del baño de una patada. La cual, minutos después, fue derribada por Jungkook.
Y así es como se encontraba ahora, siendo acorralado por el omega, que ya hace tiempo había logrado atraparme después de largos minutos tratando de llegar hasta mi rodeando y sacudiendo la pobre cama.
¿¡Como mierda salgo de esto ahora!?
