Nuestros.

The Sky is A Neighbourhood

Era mi turno, y casi me caigo al suelo cuando me dicen que es a El a quien tengo que besar. Alguien a quien a duras penas conozco.

No puedo evitar pensar en mi mamá y sobre todo en mi papá y sus charlas, en que estarán haciendo ahora, y que es lo que estarán pensando que yo estoy haciendo en este momento. Pero todo pasa muy rápido.

Quiero pasarme de lista y me hago ver confiada; pero estoy temblando, al rabillo de mi ojo veo al chico de ojos amarillos jugando cartas, cuidando a una chica con un dolor de cabeza mientras tiene un vaso de cerveza en sus manos y aprieta sus delgados y rosados labios.

Y yo estoy a punto de besar otros.

El muchacho se acerca a mi y me muero de miedo, mis manos sudan y al hacer contacto visual mi boca empieza a temblar.

''No estoy lista'' es mi primer pensamiento. Por que es la verdad.

Pero era tarde, me las arreglo para limpiar el sudor de mis manos y colocar mis palmas en el prominente mentón del muchacho. Estoy tan preocupada de lo que otros piensen de mi que ni siquiera me interesa el disfrutar mi tan soñado primer beso, y me pregunto si realmente esto es todo lo que mi primera experiencia tiene para ofrecerme. Si de verdad esto es todo.

Doy una pequeña mirada lateral y no se porque me decepciono al darme cuenta que no esta mirando. Así que me quito un peso de encima y siento como las manos del chico tocan la parte posterior de mi cuello y los pelos se me erizan al contacto.

Parece tener respeto y me da una mirada antes de acercarse, como si pidiera mi permiso, así que me siento menos nerviosa, cuando bajo la mirada se acerca aun mas y sus labios tibios con olor a comida que no puedo identificar me chocan la nariz y chocan contra mi de manera suave.

Al principio la sensación es vaga, cierro los ojos concentrándome en no arruinar mi primer beso y tratando de quedar bien frente a el. Mis dientes están muy tensos y siento como la gente cuenta pero no me interesa. Estoy demasiado concentrada, tanto que creo que romperé en lagrimas en cualquier momento. Su saliva tibia pasa por toda la superficie de mis labios y me quedo sin aire cuando intenta meter su lengua en mi boca.

Me pregunto si el pensara que soy muy rígida en esto, el sentimiento es forastero, jamas en mi vida había saboreado algo parecido, pero deja de parecer tan malo cuando ladea su cabeza y me presiona mas contra el. Mi mundo se tambalea y vuelvo a tener miedo pero no es un miedo que me aterroriza. Siento que mis brazos tiemblan y tengo miedo de hacerle daño en la mandíbula o enterrar mis uñas en ella. Pero es amable y espera a que me acomode a la sensación, todo esto en cuestión de segundos.

No puedo dejar que su lengua entre a mi boca incluso aunque quiera; por lo tenso de mi mandíbula. Y empiezo a preguntarme que es lo que el pensara de eso. Para cuando me doy cuenta los cinco segundos pasaron.

El chico se separa de mi, me da una sonrisa amistosa y vuelve a su lugar.

Y empiezo a preguntarme que hubiera sentido si esto lo hubiera experimentado con otra persona, con la persona que quiero para ser especifica. Me pregunto si el hubiese tomado mis manos, o mi cintura, si me hubiera robado el beso o me hubiese pedido permiso, me pregunto si hubiera sido torpe o si hubiera sido muy tierno. El arrepentimiento no tarda en llegar y hace que mi garganta arda de vergüenza. Mi cabeza no demora en hacerme sentir una tortura y preguntarme que me paso y como es que me metí en esa situación.

''¿Como pudiste haberle hecho esto?''

''¿Valió la pena?''

Esa pregunta la recuerdo con claridad, y no la entiendo, pero siento que si la llego a entender estaré en un lió muy grave y doloroso.

Solo la paso imaginando mientras termino mi vaso de bebida y cerveza.

Me pregunto también si todo esto es mucho para una niña de quince años. Y cuando llego a mi casa lloro por haberlo hecho cinco veces mas.

Que estúpida...