Leyenda

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Me sentí muy cansado por la mañana, debido a las pocas horas de sueño que había tenido la noche anterior, había pasado casi toda la noche dándole vueltas a cientos de preguntas que surgieron en mi mente, las cuales nacieron al momento que escuche a mi jefe mencionando el nombre de "caos". Siendo sincero, cada idea que llegaba a mi mente era mucho peor a la anterior, el que fueran amigos, pareja... o mucho peor, amantes; eran ideas que simplemente no podía soportar.

Pero para mi desgracia no podía quedarme mucho mas tiempo en la cama, al ver la hora en mi reloj di un salto alistándome lo más rápido que pude, Salí con los platos sucios y los lleve hasta la cocina, en la cual mi osito ya tenía listo mi desayuno, por lo cual sonreí y le di las gracias acariciándole las orejas. Tome la bandeja de la comida y apurado fui a mi laboratorio donde continuaría mi trabajo en el cual llevaba días esforzándome.

Se trataba de una formula la cual afectara directamente en las emociones de las personas, después de todo era muy malo el que algún villano tuviera sentimientos, y muy vital para los héroes el poseer los sentimientos humanos y la empatía, de carecer de estos los villanos podían ser mas despiadados, mientras que los héroes solo causarían mas y mas problemas a sus compañeros héroes y se destruirían entre sí mismos, aunque... a la vez resultaba muy peligroso de que esta fórmula dañara a la persona equivocada, así que también trabajo en el antídoto, son la escusa de que así cuando el héroe que estuviera bajo el efecto de la muerte emocional tomara el antídoto recordara todas las cosas despiadadas que causo y entre en un estado de depresión total, dejando así de ser un estorbo para las fuerzas del mal.

Y todo iba perfecto hasta que demencia apareció.

Por un pequeño desperfecto en la formula de la cura esta se evaporaba al momento de entrar en contacto por el aire, por lo mismo yo había tenido el cuidado de almacenarla al vacio en un recipiente, pero llego demencia otra vez insistiendo en querer más contenido de Black Hat, pero ya era suficiente el pensar en que mi jefe estuviera pensando en alguien más, como para sumarle el que demencia lo estuviera acosando, así que me negué rotundamente, por lo cual, ella comenzó a tirar uno a uno barios de los frascos en donde tenía almacenadas mis sustancias, entre ellos la que contrarrestaba a la muerte emocional.

En cuanto esta choco contra el piso se rompió soltando una gran nube rosa, yo me sentía furioso en ese momento y recuerdo haber tomado lo que tuve más cerca a mi alcance y lanzárselo a demencia.

- ¡Detente idiota! – le grite molesto.

- ¡Tú eres el egoísta! – grito devuelta atrapando y lanzándome mas fuerte lo que fuera que había agarrado.

- ¿Yo egoísta? ¡Tú eres la que esta más tiempo junto a Black Hat!

- ¡Si pero al menos a ti no te quiere lo más lejos posible!... el... el siempre me rechaza, no importa cuánto me esfuerce el siempre me odiara – decía en un susurro mientras agachaba la cabeza. – e-el...

- Demencia, alto – dije al fin ya calmado – esto es un efecto de una de las pociones que tiraste. – dije intentando explicarle.

- ¿Qué?

- Rápido demencia – dije mientras tomaba entre mis manos la poción de muerte emocional y le servía en un vaso, era suficiente como para dos dosis – bebe esto – le ordene, y por suerte ella obedeció.

- Arg, ¡sabe fatal! – se quejo haciendo muecas.

- Bébelo todo – le dije mientras que le daba la espalda para hacer lo mismo, normal mente esto nos causaría el no sentir nada en absoluto, o a lo mucho, no poco más que un psicópata, pero al estar bajo los efectos de la poción de la llorona, la de muerte emocional solo nos estabilizara asta volver a la normalidad, o eso se supone si mis cálculos eran correctos.

tratar de olvidar (villanos)Where stories live. Discover now