—¡Jimin!
El joven castaño se detuvo tras escuchar la temblorosa, pero ansiosa voz de su mejor amiga. En verdad se encontraba realmente apurado, pero el ruego que vio plasmado en esos orbes almendrados, lo hizo desistir.
Después de diez años de amistad, había cosas a las que Jimin ya no podía negarse, y una de ellas era esa mirada de cachorro que ahora rogaba por unos segundos de su tiempo.
—Dime —habló con calma, sin que su acelerado corazón lo impulsara a continuar con su carrera. Hoy era el día indicado que había estado planeando por meses, así que no podía perder el tiempo. Sin embargo, por esa joven estaba dispuesto a retrasar todo, aunque sea unos –o bastantes– minutos.
—Yo... —su amiga dudó. Se notaba que había algo atorado en su garganta. Y no algo tangible, sino más bien... palabras. La cosa más poderosa que podría herir nuestras almas de la forma más despiadada y a la vez, sanarla con la calidez más placentera que pudiera existir en la tierra.
Jimin rio divertido cuando ella comenzó a dar esos saltitos que tenía acostumbrados hacer cuando las palabras no salían. Casi siempre, era en medio de una pelea con él o sus hermanos mayores.
Comenzando a ceder, dejando atrás sus planes, se acercó a la pelinegra y frotó sus brazos como si quisiera darle calor, todo para tratar de calmarla. Eso siempre funcionaba.
—Suéltalo, Aline. Ya dime qué ocurre.
—Me gustas —soltó ella de golpe, apretando sus ojos con fuerza.
Poco a poco, la sonrisa y diversión del rostro contrario fueron desapareciendo al igual que el toque cariñoso que ejercía en sus brazos.
Eso... no podía ser verdad. Ellos eran amigos. Los mejores. Sus madres prácticamente los habían criado juntos desde que se hicieron inseparables en el preescolar. Ella no podía estar...
—Sé que te podría sonar tonto y podrías creer que estoy malinterpretando las cosas, pero no. Me gustas, Jiminnie. Desde hace mucho tiempo. Solo que hasta ahora no había tenido la valentía para decírtelo.
—Aline... —susurró su nombre, sintiendo que le dolería más a él que a la joven, lo que estaba a punto de decir —. Lo siento tanto. En verdad lo siento, pero-
—¡No! —chilló su amiga, cubriendo sus labios con ambas palmas —. Por favor, no me rechaces ahora. Al menos... Al menos dame una oportunidad. Solo una chiquita —puchereó, queriendo convencerlo.
Sin embargo, esta vez no funcionaría su truco de siempre.
—Lo siento, Aline. Eres mi mejor amiga y la mujer que más amo en esta vida, después de mamá, pero... jamás podré corresponderte.
—¿Por qué no? —murmuró ella, al borde del llanto.
Esa mañana cuando despertó, sin duda creyó que su confesión resultaría bien. Después de todo, lo que decía Jimin era verdad. Él la amaba, siempre se lo hacía saber y no era algo que otros desconocieran, menos su propia amiga. Por eso creyó que todo marcharía bien cuando se creyó segura de los sentimientos del castaño. Vaya engaño en el que había caído por cuenta propia.
—Lo siento.
—Jiminnie...
—No puedo corresponderte porque yo... soy gay.
Oh bueno. Podía esperarse una respuesta así. Después de todo Jimin era un chico precioso, algo nerd, aunque aun así, miles de chicas mucho más bonitas que ella, siempre revoloteaban a su alrededor, llenándolo de regalos, cartas perfumadas y...
Esperen.
¡SSSTAP!
REPLAY AND PLAY
«soy gay»
¿Qué él ¡QUÉ!?
...............................
Verdad que soy una buena detective ¿no, Nila? 7u7
❣️Feliz cumpleaños amore mío❣️
Te deseo lo mejor en tu día, hoy y siempre. Que seas muy feliz, que nunca te falte creatividad y que los problemas nunca sean peores que una noche de insomnio por falta de inspiración 🙃
Éste es mi regalo para ti, bonita. Llevo planeándolo tanto tiempo, espero que te guste 🤗
*Este mini-fic se estará publicando a lo largo de todo este día 21-01-18*
NinaGlastor😘
ESTÁS LEYENDO
¿Así que eres gay? [pjm & myg]
Fanfic-Me gustas ... (...) -Lo siento, Aline (...) jamás podré corresponderte. -¿Por qué no? -murmuró ella, al borde del llanto. (...) -No puedo corresponderte porque yo... soy gay. *Donde Aline hará todo para que Jimin se enamore de ella. Y Jimin, com...