Día 1.- Estoy aquí, entre los hilos de mi vida tratando de sobrevivir, de buscar el valor y la esencia de ser, me he levantado como cada día tratando de fortalecer mis ideas. Cambiar mis pensamientos, hoy he decidido hacer algo distinto y cambiar todo mi ser.
Aquí estoy respirando el aire, de cada día, ese oxígeno que viene de esos enormes y frondosos árboles.
He decidido que hoy será mi día.
Día 2.- He tenido una dificultad, he empezado mal, mis pensamientos se desbordan, tratando de asimilar aquel realismo de impotencia en el que me encuentro en este momento.
Incrucijada...
Los momentos tensos son de los que más crecemos y ahí voy y me tropiezo como si nada y caigo al suelo sin poderme levantar. ¿Cómo duele?
Día 3.-Siento que he crecido un poco... Tal vez no es mi momento, me detengo a pensar...¿cómo se supone debería de crecer?
Sin más mirar, vamos de nuevo a caminar, y aquí voy por ese sendero que no es recto, ni es amplio pero esta hecho solo para mi. Y así voy... Solo caminando de nuevo.
Día 4.-Ya no quiero vivir, he entrado en la etapa de frustración de mi vida. Si estoy frustrado, cansado, arto. Empecé bien la semana y a la mitad ya voy decayendo.
Motivos, razones, valores, regaños, estrés, trabajo, errores, moral.
¿Cómo podemos llevar tantas cosas en nuestro día a día?
Día 5.- Hoy tengo ganas de un helado. Será la recompensa de mi día, lo merezco después de tanto. Hoy me miro y he crecido luego de tanto.
Al menos la ansiedad no me va a dejar mentir. Al menos me he dejado de sentir un poco menos inútil que ayer. Al fin pude hacer algo bien y sin correcciones.
Me siento inspirado solo eso necesitaba algo bueno en un día tan hermoso. Así es como debería de ser cada momento.
Día 6.-Los arrepentimientos son lo de menos cuando se ama lo que se hace. Errores siempre los hay, problemas, mejor buscar soluciones. Ideales...emprender algo más.
Al final todo es parte de crecer... Las ganas de vivir son lo que refresca el alma cada día. Debemos de mirar más allá de una simple semana.
Día 7.- Espero que hoy no sea mi último día, estoy dispuesta a vivir lo que venga. Mis ánimos por las mañanas todos son recurrentes, pero despertaré para recibirlo con los brazos abiertos.
Me encuentro como un cepillo creciendo, sintiendo que podría rendirme, pero que simplemente solo debo batallar más.
Puesto que yo estoy solamente para mi.
Soy un capullo creciendo.