Día 1—Dicen que hay momentos en nuestra vida donde la batallas son contra corriente y vuelo.
—Que son tan lúcidos y a la vez placenteros, pero a veces meticulosos y viles nos hacen humanos.
—La fragilidad de ver más allá de lo que vemos y escuchar con certeza en lugar de oír. Se dice que nuestra naturaleza solo presta atención a unos instantes de lo que vivimos.
—¿Has oído tu la teoría del jueves pasado?
Día 2.- Hoy mi mente trato de recortar lo que hacía una mañana luego de levantarme. Podía escuchar los sonidos cada mañana, sin embargo no siempre eran tan agudos. Se le llama trinar y un pájaro lo hace a forma de canto cada mañana.
—Como siempre fue lo primero que escuche al igual que mi respiración desigual, y mis pies tronar. Sin embargo no podría describir con atención cada movimiento que hice en la mañana.
—Entonces...¿cómo puedo recordar el jueves pasado?
Día 3.—Me he fijado que el último color en el día antes de ver un cielo totalmente nocturno es el morado y también es el primero en la mañana antes de ver un cielo rojo, lentamente naranja y ligeramente amarillo, hasta verlo con su agradable color azul.
—Pero ¿Cómo sabemos que es azul?
—Si préstamos atención el cielo es un tipo de azul... Y lo llamamos azul cielo. Sin embargo si el cielo hubiera sido como el segundo color que se presenta cada mañana, el sol sería rojo.
—¿Qué pasaría si el cielo es rojo? Me preguntó. Así es ¿cómo se ve en Venus?
Día 4.—Las aventuras me esperan cada día al salir de la cama y dar un paso, nuestra vida parece monótona. A veces sentimos que nos topamos con la misma persona a diario y hoy me he dado cuenta de que esa persona usa ropa diferente todos los días. ¿Cuándo empezó a usar azul?
—Miro las ramas de los árboles y me digo, sin oxígeno estaría muerto. Es la naturaleza respirar. Un día quiero ser fruto y flor de la tierra... Nutrir lo que hay sin más alrededor.
—Como siempre la ardilla gris fue corriendo apenas quería tomarle una foto. Es imperceptible. Tendré que intentarlo de nuevo al verla en la corteza del árbol. Es hermosa como su velocidad.
—Me pregunto si te percatas de que aún siendo adulto eres curioso.
Día 5.—A veces me levanto pensativa diciendo que han pasado cinco días de una semana y está a nada de ser primavera de nuevo, este año abra más calor, el frío duró poco tiempo, pero disfrute de los momentos cálidos en familia y sentí la inspiración. Cada inicio de día y cada fin de ello debí agradecer por haber visto el mismo sol, a diferente distancia y el mismo cielo con diferente tonalidad de color.
—Aun quiero saber si alguien más se percata de como es que se ve... Ya que nadie observa y todos miran.
Día 6.—En primavera empiezan las alergias... Pero también las mariposas a revolotear y los árboles a crecer. Me preguntó cuántas primaveras he visto en una mañana de marzo, en una mañana de abril... En una mañana invernal. Simplemente en una mañana.
—Quiero cuantificar mi deseo de ver más flores abrirse cada mañana. Mamá plantó una nueva flor. Debería fijarme de su color... Tal vez sea roja.
—Debería volver a observar el jardín, con curiosidad como si tuviera otra vez seis.
Día 7.—Hoy me he dado cuenta de que observo más de lo que veo y miro más de lo que observo... Mis ojos inspeccionan, pero me preguntó si graban memorias, si ven atardeceres con un rojo vivo o un morado suave... Si esperan ver un azul cielo cada mañana, escuchar el trinar de los pájaros cada mañana y se levantan con la energía de dar un paso y ver un nuevo día y caminar hacia una flor... Disfrutando su dulce fragancia.
—Deberia ponerme a sentir la vida. Y no ha hacer planes para olvidar lo importante que es ir hacia una flor y respirar un amanecer nuevo casa día.