Road from hell to heaven

Arreglar el problema de Liliana

Habia pasado la noche en el plano de la pareja dispareja.

Luego de un desayuno y que las chicas se despertaran y atendieran al batallón.

Liliana me llamo y llamo a mis esposas para contarme un chisme que le estaba ocurriendo.

Parece que sufría acoso sexual de parte de los chicos ardientes, que no dejaban de decir sus intenciones de que le diera el dulce de menta que se encontraba en sus piernas.

-¿Ok, en que entro yo aquí? ¿Quieres que los mate? ¿Torture? ¿Descuartice y alimentarlos con su misma carne?, les daré una buena lección por molestar a mi amiga-Digo liberando instinto asesino y tronando mis puños.

Aunque yo acosaba a Liliana y les hice cosas malas, cuando se emborracha y no me arrepiento ni un poquito.

Ella era mi amiga en este infierno, si estaba pasando un momento difícil yo la iba a ayudar, si tenia oportunidad.

Liliana se sorprendió y se estremeció de pavor por mis palabras, que ella sabia que si me atrevía a cumplir, y niega con sus brazos.

-No los quiero muerto, despues de todo me servirán de utilidad en el juego raro este-

-¿Entonces los torturo?

-Tampoco, crees que Helios te dejara-

-No puedo torturarlos, no puedo matarlos...¿En que forma entro yo?-Digo confundido

Liliana sus mejillas se pusieron rojas y empezó a jugar con sus piernas.

[Es fastidioso lo que viene]-Al verla de esa forma sabia que era algo tedioso.

-Bueno...puedes...-Era bastante penoso lo que me iba a decir si tartamudeaba

-¿Puedo?

-No...creo...que...sea...dificil...despues de todo lo has hecho una vez otra vez no debe ser dificil-Dice Liliana sonriendo forzadamente y jugueteaba con su cabello.

-Dime una vez mi puesto en esto-

Liliana asiente y tomando un gran respiro dice.

-Finge ser mi novio-.

-No-Me negué de inmediato ante esa idea.

-.........-

-.........-

El silencio lleno la sala, mis esposas incluso se quedaron calladas por mi respuesta, y Liliana se quedo aturdida.

-¿Porque?-

-Como lo digo...dile a Tiger que lo haga, y ademas estoy casado con 9 chicas, sabes lo peligroso que serian si se me encabronan porque les soy infiel-Digo sonriendo forzadamente, mientras mi pierna temblaba con nerviosismo, cuando imagino que se me lleguen a encabronar.

Unas esposas encabronadas son lo peor y mas aterrador que puede existir en este mundo.

Yo que no le tengo miedo a muchas cosas, algo que me hace estremecer son esas mujeres cuando se encabronan.

[Es tan lindo, nos tiene miedo a sernos infiel aunque sea jugando, sabe  que le conviene, portarse bien]

Mis esposas aunque me estaban abrazando y no podía ver sus caras bien, podía sentirlas sonreír malvadamente, sentía que tenia 9 serpientes alrededor de mi cuerpo, listas para inyectarme su veneno, ante cualquier infidelidad.

Liliana suspira como queriendo aguantarse una maldición hacia mi persona, por negar su petición.

-Con Tiger es imposible, por lo que no puedo pedirle eso a el-