Eclipse Solar ○MoonSun○

The Chosen One

Desperté extrañamente hiperactiva en mi cama cuando el reloj apenas marcaba las 7:30. Había llegado a eso de las 3:00 a mi casa después de ensayar con MoonByul y había logrado quedarme dormida media hora más tarde. Debería estar reventada, totalmente exhausta, y aún así me había despertado antes de la alarma y con la energía necesaria para correr una maratón. Aparté las mantas y me revolví el pelo con fuerza, incapaz de contener tal estallido enérgico mientras me desperezaba efusivamente. Era increíble lo que podía hacer el cuerpo humano en situaciones de "emergencia" porque en una situación cotidiana sería incapaz de funcionar con sólo cuatro horas de sueño. Y sin embargo allí estaba yo, habiendo descansado la mitad de las horas recomendadas y con ganas de saltar por toda la casa. Cogí el despertador, desactivando la alarma para evitar que sonara, y miré el móvil. No había mensajes. 

-Normal, YongSun- dije en voz alta- La gente estará durmiendo.

Salí de la cama de un salto y me dirigí hacia la ducha mientras pensaba qué ropa podría ponerme para la prueba. Era en apenas una hora y media y tenía que ser un conjunto que me permitiera lucir todos mis encantos pero, al mismo tiempo, me dejara bailar con comodidad. No valía cualquier cosa. Me gustara más o menos, el atractivo físico era importante para llegar a ser un idol y quería poder mostrarme sexy y seductora.

Llegué al baño dando zancadas y nada más pensar en esas dos palabras (sexy y seductora) mi subconsciente me traicionó... Y ese pensamiento que había tratado de mantener lejos de mí toda la noche apareció en mi mente como un relámpago. Aquella chica, MoonByul Yi, me miraba desde algún oscuro rincón de mi pensamiento y me sonreía de lado mientras se acercaba. De nuevo me recorrió una oleada de calor y el aire comenzó a escasear mientras trataba de abrir el grifo del agua. No me había dado cuenta si quiera de que ya estaba desnuda en la ducha. El agua tibia comenzó a caer sobre mi cuerpo y ella se acercaba sonriendo mientras mis amigas me repetían lo mucho que yo le gustaba. Sin embargo, hoy sí tenía la fuerza necesaria para rechazar esas malsanas inclinaciones. Hoy estaba centrada, serena, y mi único objetivo era la prueba. Me felicité entre dientes mientras que me enjabonaba.

Una vez nuestro director me dijo que tenía madera de líder y en situaciones como éstas entendía por qué. Podía ser dulce y alocada pero cuando se requería seriedad, me mantenía en mi puesto. Ayer estaba histérica, lo reconozco, y mi cabeza no había estado en sus cabales. Pero esta mañana sabía de sobra lo que tenía que hacer y estaba más que dispuesta a ignorar por completo ese sentimiento extraño que me había invadido al estar con MoonByul. Cuando terminara de ducharme le mandaría un mensaje a mi novio y posiblemente quedaría con él para cenar.

Al salir de la ducha, me enrollé la toalla al rededor del cuerpo y salí a mi habitación a escoger el conjunto. Mi armario era grande y amplio, pues mis padres tenían bastante dinero, así que tenía mucha variedad de donde escoger. Tampoco quería parecer presuntuosa ni presumida delante de mis compañeras, así que no podía pasarme. Debía ser algo sexy pero casual y cómodo. Revisé bien mi ropa y finalmente me decanté por un top rojo y pantalones de chandal negro. El top me permitía lucir mis pechos y mi vientre mientras que el pantalón me hacía buen culo. No me lo pensé y saqué la ropa de sus perchas, pues no quería perder tiempo con cambios de opinión. Me vestí, me sequé el pelo moreno y lacio y me hice un maquillaje discreto.  A eso de las 8:10 estaba en la cocina lista para desayunar. 

-¿Mamá?- dije en voz alta buscando con la mirada. Mi voz retumbó en las paredes.

Caminé unos metros por la cocina, blanca y limpia, pero nadie contestó a mi llamada. A pesar de que teníamos a una mujer que hacía las labores domésticas, a mi madre le gustaba cocinar, por lo que siempre solía prepararme la comida. Hoy sin embargo la cocina estaba vacía y en lugar de platos suculentos encontré una nota sobre la encimera. La casa estaba en el más absoluto silencio.