Emergency I

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MIÉRCOLES 21:30 : 

Caminé rápida por las calles de Seúl en busca de la boca de metro, sintiendo el móvil vibrar en mi bolsillo. La primera vez que había vibrado sí lo había sacado para comprobar quién era, pero después de dos llamadas seguidas de MoonByul ya ni si quiera me había molestado en revisarlo. Sabía que era ella y ya íbamos por 6 llamadas sin contestar. Ló último que me apetecía ahora mismo era hablar de lo ocurrido y escuchar sus excusas o lo que fuera que quisiera decirme. Así que cogí el metro en dirección a casa ignorando todo a mi alrededor. ¿Cómo había podido ser tan idiota?

Me senté en uno de los asientos, sumergida en ese torrente de amargura y frustración que me consumía y mi cabeza siguió dando vueltas y vueltas. Por mucho que yo me tratara de auto-engañar, MoonByul nunca iba a ser la clase de chica en la que puedes confiar para una relación, así que lo que debía hacer era olvidarme de ella para siempre. Además, nosotras estábamos en un grupo de k-pop, estábamos en Mamamoo, pronto íbamos a debutar y tener este tipo de problemas entre nosotras era casi una sentencia de fracaso. ¿De verdad había sacrificado tanto para estropearlo todo por un estúpido enamoramiento? No, jamás. Lo que había ocurrido hoy debía servirme para escarmentar y darme cuenta de la realidad. Ella y yo no íbamos a tener una relación romántica en un grupo de ensueño mientras los pajaritos cantaban y los arcoiris nos rodeaban. Entre otras cosas porque dudaba de que ella fuera capaz de amar y yo tenía un deber como líder. Así que ya está, finito, se acabó. A partir de hoy ella y yo seríamos amigas y nada más y no volvería a pasar nada entre nosotras. 

Cuando el metro llegó a mi parada algo en mí se despertó y decidí que ir a casa era peligroso. MoonByul podía ir a buscarme allí, teniendo en cuenta su insistencia al teléfono, así que la dejé pasar dirigiéndome al centro de la ciudad. No tenía ni idea de a dónde ir pero sabía que ir a casa no era una opción. Seis paradas de metro después me bajé aliviada al ver que el móvil había dejado de vibrar y caminé por las calles en busca de algún bar. Era la primera vez que hacía algo como esto y estaba nerviosa y excitada a partes iguales. Yo, la dulce Kim YongSun, yendo de bares como toda una depresiva auto-destructiva. ¿Quién lo hubiera dicho?

Después de caminar durante un rato encontré un sitio perfecto donde sabía que nadie me buscaría. El bar se llamaba Woodstock y tenía una estética rockera que haría que cualquiera que me buscara desechara la idea de encontrarme allí nada más ver el cartel. Era el lugar ideal.

Al entrar, lo primero que noté fue el olor a cerveza y un humo con aroma sospechoso. Estaba prohibido fumar en espacios cerrados pero aquí había humareda y no precisamente legal. En un primer momento me asusté pero me obligué a mí misma a salir de mi burbuja de niña pija y adaptarme a lo que fuera. Cuando debutara me enfrentaría a todo tipo de situaciones y tendría que proteger y guiar a mis miembros. "Vas a entrar y a tomarte una cerveza, YongSun" me dije mientras caminaba entre el gentío de rockeros. Evidentemente, mi presencia no pasó desapercibida y muchas personas se giraron para mirarme, aunque pronto volvieron a sus asuntos lo cual me tranquilizó. Me senté en la barra y con la voz más confiada que pude sacar pedí una Paulaner.

El camarero, sorprendido por mi apariencia de niña, hizo el ademán de pedirme el carnet pero después me sonrió amable mientras me servía. Posiblemente le había gustado, quién sabe, pero yo ni me había fijado en su físico más allá de lo imprescindible. Tenía mucho en qué pensar, o mejor dicho, mucho que olvidar. Saqué el móvil del bolsillo para tenerlo controlado y dejé el bolso en la barra junto a la cerveza. Sí, las llamadas pedidas eran todas de Byul, así que abrí los avisos para que dejaran de salir en la pantalla y di un trago de la Paulaner. Estaba buena.

Estuve un rato embobada, perdida en el ambiente tan extraño y ajeno que me rodeaba, y de repente el móvil volvió a vibrar otra vez. Chisté tremendamente irritada, me daban ganas de cogerlo para decirle a Byul que me dejara en paz de una maldita vez y se fuera a tirarse a alguna trainee. Y mientras pensaba esto noté como se me humedecían los ojos. "Estúpida YongSun" me dije entre dientes secándome las lágrimas antes de que cayeran. 

Eclipse Solar ○MoonSun○Donde viven las historias. Descúbrelo ahora