Cressie Butterfly

Ser curiosa no es bueno.

- Cressie... !!!

- Abuelitos, que gusto poder volver a verlos.

- Pues te tenemos tu propia fiesta aquí en la casa - mencionó la abuela Angie.

- Cressie te tenemos tu regalo justo en la parte superior, ve a intentar encontrarlo, pero ya sabes sin trampas - dijo el abuelo.

- Sí... regalo, regalo... !!!

- Cressie subió tranquilamente mientras los 4 adultos seguían en la parte baja de la casa.

- Star estas preciosa querida, no importa cuanto pase aún puedo ver a aquella jovencita alegre y risueña pasearse por los corredores de esta cosa.

- No diga eso que me apena.

- Pero hija mírate no mas cada que vienen me entran recuerdos de cuando ustedes solían correr por esta casa es algo inevitable, ya soy abuela además...

- Marco hijo ¿sucede algo? Los veo bastante preocupados.

- No es nada papá solo que tuvimos una reunión y estaba repasando algunos puntos en mi mente solo para estar seguro que no se me pasó algo por alto.

- Oh, mi hijo sabe dirigir un país... jejeje

- Es un reino en realidad, pero díganme que enviaron a buscar a Cressie.

- Pues su regalo, dijiste que hoy era un día muy especial para Cressie, que Star le daría la varita.

- Si, incluso se transformó en una guitarra.

- Ah, entonces los dones para tocarla son por nosotros hijo.

- Papá ¿tú tocas?

- Tocamos Marco, tanto tu madre como yo sabemos tocarla, solo que nunca nos has visto u oido es todo.

- Mmm ¿creen que puedan enseñarle a Cressie a tocarla?

- Claro hijo será un placer.

- Los adultos hablaban amenamente mientras Creesie buscaba impaciente su dichoso regalo, ella sabía que sus abuelos jamas les mentiría así que el regalo debía de estar en algun lado, la pregunta era ¿en donde?

- Recordaba que hace muchos años solían quedarse con sus padres en casa de sus abuelos cuando querían vacacionar en la Tierra por su papá así que pensó que de seguro el regalo debía de estar en la habitación de su padre.

- Giré la chapa de la puerta y esta se abrió instántaneamente dándome paso a una habitación que si bien estaba desocupada no estaba sucia, en eso la abuela era estricta, muy limpio debían de estar todo.

- Revisé varios estantes e incluso las cajoneras pero nada, el regalo no estaba; vi el armario así que supuse que tal vez era allí donde este estaba.

- Abrí presurosa aquel armario solo para encontrar que estaba vacío pero en la esquina inferior había una caja, era de zapatos me sentí tentada a tomarla y revisarla, algo me decía que estaba mal hacerlo pero esa misma intuición me decía que lo hiciera, me debatía entre hacerlo y no hasta que mi curiosidad ganó y tomé la caja mientras me sentaba sobre la cama, observándola bien era una simple caja a primera vista, así que la abrí sin pensarlo tanto y al hacerlo vi que estaba llena de cartas y fotos, eran fotos de una rubia con un mechón verde agua neon y con un skateboard, no sabía porque pero ella me era familiar en un aspecto, habían fotos de papá con mamá y la tía Janna de jóvenes, muy jóvenes diría jajaja... las cartas eran de amor, la letra era de mi padre, pero estas cartas no iban dirigidas hacia mamá; mas bien eran para alguien llamada Jackie, lei unas 3 y todas eran sumamente empalagosas y cursis, no me conocía este lado de papá, estaba por leer otra cuando la voz de mi papá me sacó de mi concentración.